sábado, 31 de enero de 2009

PAX


Los pacifistas son como ovejas que creen que el lobo es vegetariano.
Yves Montand


Luchar por la paz es como beber por la sobriedad.

Slogan anónimo


Ayer fue el Día Mundial de la Paz. La Paz es como el Trabajo, el Sida o la Violencia de Género, una meta a conseguir o a erradicar. El Trabajo no sí si es a conseguir o a erradicar para que todos fuésemos muy felices. Pero si nos ponemos utópicos y llega el día que la guerra no existe, los seres humanos estaremos tan avanzados que podremos vivir sin dar palo al agua, o sea, que viviremos en el Paraíso Terrenal. Y en el Paraíso no nos lastraran cosas como el esfuerzo-recompensa, y otras argucias, con las que el capitalismo, u otros sistemas económicos, compensan los esfuerzos de las abejitas obreras que construyen el panal. Pero si llegado el caso las guerras no existen ¿que hacen esas abejas que son guerreras? Si, ya sé que somos personas y no insectos, y que nosotros podemos desertar de la Legión. Si queremos, pero ¿qué pensaran las abejas reinas en sus despachos de caoba? ¡Ah! Bueno, que estamos en el Paraíso terrenal y ya no hay de eso. Pero bueno, ya sé apañarían los ambiciosos para tener su covacha y armar el desaguisado. Siempre he pensado en que si nos pusieran a todos iguales. Misma casa, mismo dinero, mismo coche, dentro de 20 años ya habría ricos y pobres. Siempre ha habido avariciosos y taimados, y otros confiados y, como dirían en mi pueblo, mochilones. Uno se convierte en rico a base de hacer el mal. Porque supongo un mundo ideal sin la maldición bíblica del trabajo. Robar, esquilmar, timar, matar. La naturaleza humana es así. O sino, ¿cómo hemos llegado a esta situación?
¿A que viene este rollo? Por correos eléctricos y por entradas en blogs, como el de Clares. Yo jamás pondré en duda la buena intención de estas personas, que además algunas, como Fuensanta, son amigas mías, pero me siento muy escéptico ante las palabras. Que si, yo suscribo de pé a pá todo lo que se dice, pero, ¿alguien se puede creer que esto se cumplirá nunca? Yo desde luego no. Si, yo soy una persona pesimista, cínica, egocéntrica y pelín borde. Es normal. que sea un incrédulo con este currículum. Pero piensen, ustedes que son más listos que yo. ¿A quien beneficia que la situación cambie? Si, efectivamente, a la mayoría de la personas que vivimos en el planeta, pero ¿quien puede cambiar eso? ¿a esos señores les interesa? Rotundamente no. Si no lo hubiesen hecho ya. Hay quien habla de conspiraciones, del Club Bindelberg y otras cosas así. Pamplinas. Yo hablo de capitalismo, simple y llanamente. De lo que practicamos todos, todos los días, sin apenas tener opción a otra cosa. Pues con la paz es lo mismo. Nosotros no elegimos. No elegimos que se apliquen los derechos humanos en Somalia, o que no haya hambre en Corea del Norte. Podemos exigir lo que queramos, bueno estaría que no, estamos en una “pseudodemocracia” (en algunos sitios, como Cuba, Libia, Birmania o Corea del Norte no se puede decir lo mismo) pero por mucho que digamos, es como hablarle a una pared. Son brindis al sol. Si ya nuestra democracia es poco eficaz, imagínense esto a escala global, diciendo a países como los USA (Obama ha empezado riñendo a todo en mundo al menos) o Israel lo que tienen que hacer. O a Irán. O a los países islámicos. Porque ellos no nos harán ni puñetero caso. Seguirán con sus “costumbres”, como en Arabia Saudí, de lapidar a la gente o cortarles los brazos a los ladrones. Es su ley y es su país. En el África Subsahariana seguirán con sus ablaciones, con sus guerras con niños soldado, por muchos juicios a modo de reprimenda que haga el Tribunal Penal Internacional. En Hispanoamérica las diferencias sociales siguen siendo enormes y sus respectivos gobiernos hacen unos más y otros menos. Entre el progresismo ibérico está muy bien visto, parece ser, la vía chavista (incluso la castrista, of course), un tipo que va vestido ¡de militar! A mi me da yuyu, aparte de dolor de cabeza y un tremendísimo asco ese atroz populismo que se gasta. Si esa es una vía para solucionar los asuntos que me borren. (Nosotros le construimos armas, le respondo al ciudadano que le preguntó a ZP si con las armas que se fabrican en España se ha genocidado en Gaza. Estoy seguro que también había munición española en la franja.)
El mundo es como se estarán percatando una mierda. Bueno, el mundo humano. Las otras especies, géneros, etc.. y reinos no tienen nada que ver. Nosotros hacemos que luzca así de fea. Una flor no puede contra una apisonadora. La palabra por muy bella que sea no puede con un AK 47. García Montero salía hoy diciendo en las noticias que la poesía es muy importante en estos tiempos porque nos devolverá la paz o algo similar. La paz en este mundo es para cuando uno descansa en paz. Y eso, lo malo, es que no estamos aquí para verlo.

Endradilla relacionada en este Blog: La guerra

jueves, 29 de enero de 2009

Noción de Tiempo


Cuenta Luís Carandell en su imprescindible Celtiberia Show que un amigo suyo iba montado en un tren haciendo el trayecto Córdoba-Madrid y de repente éste se paró en un apeadero castellano, uno de esos en medio de ninguna parte para arreglar un problema de unos cables eléctricos del motor del Talgo . Llevaban ya bastante rato allí cuando bajó al andén y un trabajador de la RENFE pasó y el buen hombre le preguntó: ¿Oiga, amigo, falta mucho para que nos pongamos en marcha de nuevo? El ferroviario, ni corto ni perezoso le respondió: 50 minutos. El señor viajero, para concretar más, le inquirió de nuevo: ¿pero desde que hemos parado o desde ahora? El de RENFE, como si tal cosa, le dijo: Según va pasando.


El tiempo es pues una cosa, por llamarlo de algún modo, que es relativa. Para lo que unos se pasa en un suspiro para otros es una eternidad. Es como cuando andas con unos zapatos que te hacen los pies polvo, cualquier distancia es un abismo sideral. Pues con el tiempo lo mismo. No voy a entrar en disquisiciones físicas enrevesadas de que si viajásemos a la velocidad de la luz pasaría el tiempo más despacio que en nuestro humilde planeta. Solo basta ver una película de José Luís Garci para darnos cuenta que la distorsión tiempo real y tiempo sentido por un sujeto llamado A, es mayor que el del individuo B que está jugando a la Wii con sus amigotes. A B se le pasa la tarde volando, y a A ,viendo El Abuelo le dan ganas de profanar las tumbas de Don Benito Pérez Galdós y Don Fernando Fernán Gómez, sucesivamente. Otro hecho que hemos de notar en la sensación de tiempo es que con la edad se aceleran los días. Es una realidad empírica. O sea, comprobada por mi mismo, como sujeto M, y corroborada por los sujetos que tengo a mi alrededor, a los que no pongo inicial porque desean permanecer en el anonimato de este experimento tan ridículo.

Cuando éramos niños los veranos eran eternidades a la calima (por lo menos, en Andalucía eran así), donde la hora de la siesta era infinita, y el sol y el tempo eran de película de Sergio Leone. Las chicharras cantaban, y si mirabas a la lejanía, la flama hacía parecer espejismos las cosas en lontananza. Y repito, eran eternos esos estíos. Ahora, apenas llega junio, y otra vez es Navidad. ¡Que vorágine! Paella y turrón, sangría y champán.

Otra cuestión es la poca noción que tiene el vulgo de lo que es tiempo. Claro, el Carpe diem es algo que aprendieron en la escuela, digo, viendo El Club de los Poetas Muertos, y lo aplican a sus vidas con ahínco. De ahí viene el endeudamiento con hipotecas y pedir préstamos a Cofidis para irse de vacaciones. Pero yendo más allá de la crisis (todavía no le he dedicado un gran post a este tema) a lo que me quiero referir, como siempre (me repito, lo sé) es a ese tiempo, al que el mundo contemporáneo, lleno de prisas no presta la suficiente atención: el tiempo que tardan en producirse los procesos naturales. Bueno, algunos procesos naturales, porque los ciclos circadianos a la vista están (soy un pedante de mierda, no puedo poner solo la noche y el día, jejeje) o las tormentas, o el crecimiento de un rosal, o el nacimiento de un niño o la muerte de un viejecito. Me refiero a esos procesos que requieren más tiempecillo. La formación de cordilleras, la aparición de nuestra especie o nuestra propia existencia en esto que llamamos COSMOS. El cosmos lo es todo. Ya lo decía Sagan. El Cosmos es todo lo que fue, es y será. Y no sigue nuestro ritmo. Vamos muy rápidos. Es como compararnos con moscas del vinagre. Somos unos dioses comparados con esas dichosas moscas, que no viven dos semanas. Pero somos unas míseras virutas de roña en la historia de la Vida, y fragmentos aún más pequeños de esa roña en la historia del Universo. Pero eso no nos importa demasiado a ninguno de nosotros. Bueno, a mi si. Me gusta pensar así, para sentirme prescindible, para que todo esto sea prescindible, porque en realidad, lo es.

Nuestras historias se desarrollan en un tiempo ínfimo en una minúscula mota azul pálido en un vacío extraordinariamente grande. Todo estos ceros y unos desaparecerán algún día para siempre. Nadie los recordará jamás. ¿Son conscientes? Llegará un momento en la historia del Universo que ninguna mente inteligente recordará ni un ápice de ninguno de nuestros logros. Nadie tarareará ya más esa canción de los Beatles, ni leerá las peripecias de Ignatius en las calles de Nueva Orleans, ni se acordará ni tan siquiera de la cabeza pringosa de Dustin Hoffman en el hombro de John Voight camino de Florida. Seremos polvo de estrellas, lo que una vez fuimos. Por una vez, el Libro tiene razón, polvo eres y en polvo te convertirás. Si miran en mis archivos seguramente encontrarán entradas similares a ésta, pero es que es un tema que me obsesiona. El tiempo. Creo que es lo que más me ha quedado de ser geólogo. Ese basto tiempo en el que pueden ocurrir cosas increíbles. Del fango al estar ustedes leyendo esto aquí. Hemos andado un gran camino y bastante más que andaremos, pero todo al final será para que algo nos destruya. Será dentro de algún tiempo. No soy un apocalíptico. Pero soy consciente de que este hecho ocurrirá y me parece fascinante. ¿Significa eso que hemos de rendirnos? Bueno, yo no soy bueno dando consejos, pero no hay que rendirse por eso, porque "eso" es una cosa que pasará dentro de mucho. Mi rendición es de otra índole, pero eso es, como diría Ramón, otra historia.


El Sol nos engullirá un sábado por la tarde, después de comer.

martes, 27 de enero de 2009

Escatología de Salón


Hola, amigos:

¿Cómo están? Espero que se encuentren bien cuando reciban este post, Dios mediante, haciendo este deseo extensible a sus familiares y amistades. Escribo para comunicarles mi intención de escribir una serie de insustanciales frases, carentes del más escaso interés, pero que ustedes, siendo como son, personas educadísimas, leerán como si una obra de don Ramón del Valle Inclán se tratase. La fría noche enerina (dígase de cualquier cosa que trascurriese en cualquier día de los corrientes, o sea, en el mes de Enero) se filtra finamente por debajo de las ventanas, que no son ventanas, sino puertas, que dan al exterior de la calle, y la iluminación falsa cual moneda de cartón, entra por la persianas venecianas dando un brillo ambarino que no se si existirá en la madre Naturaleza, pero que si existiese, pondría la mano en el fuego que vendría de las mismas puertas del Infierno, producido por el soplo del Diablo. Es una forma elegante de decir que la luz de las lámparas ornamentales de mi rue, la Tercia, es fea, tristona, monótona, y uniforma. Ustedes disculpen que me extienda en un tema tan ampliamente tratado con anterioridad ante esta jurisprudencia, pero en definitiva soy yo quien lo sufre. Supongo que ustedes en sus ciudades tendrán el mismo problema, si no viven en pisos altos. Pero, ¿siempre fue así?

Antes, según cuentan las crónicas, a la espalda de la Imprenta, casa de mis abuelos, por ende de mi padre, y lugar del taller de tipografía, sustento y arte de la que ha vivido mi familia paterna, y la mía propia durante muchas décadas, había (sigue habiéndolo) un callejón que se denominaba popularmente el “callejoncillo las mierdas” pues al ser estrecho y no disponer de ninguna luz, todos los niños que jugaban por la calle, iban allí a hacer de vientre, con la natural insalubridad y molestia para los vecinos que por allí atajaban. Las redadas municipales de poco servían y poner a un municipal para vigilar dicha calleja para que ningún chaval depositase su zurullo en el empedrado era una cosa poco seria por parte del Excelentísimo Ayuntamiento. La solución que vieron fue poner una luz para vergüenza de los pequeños cagones, una de esas bombillas que alumbraría menos que cualquiera de nuestros modernos móviles, pero que para el tiempo que sería supongo que serviría. Dicho y hecho, el servicio de mantenimiento de la red eléctrica puso una farola en dicho callejón, el llamado “el de la mierda”. El tiro le salió por la culata al Consistorio, pues los chicos se llevaban tebeos de Roberto Alcázar y Pedrín o de El Cachorro para leer mientras obraban, pues hágase la luz y la luz se hizo en forma de bombilla para el instructivísimo hobby de ojear tebeos.


Hoy, claro, ningún niño caga por la calle. Eso es subdesarrollado. A mi me parece una cosa loca, loca. Y lo digo de verdad. Ese tema para mi es muy serio. El progreso no es Internet, son los saneamientos y el agua corriente. No son las teles de plasmas, es comer como es debido todos los días. A veces no nos damos cuenta. También hay que decir que los nenes se cagaban por allí porque eran un poco cerdos, pero bueno, será parte de eso que llaman urbanidad, y que yo llamaría asilvestramiento.

Pero ahora pasas y también tienes que ir zigzagueando porque hay unos mamíferos cuadrúpedos denominados perros, que son amigos, como decía el otro día, de los humanos, que suelen ir por allí, así que el nombre no se conserva, pero el espíritu, sí.

Pero si es del espíritu de la hez de lo que hablamos, puf, estaría aquí escribiendo hasta mañana y supongo que recaería en la procacidad, en lo repetitivo y en lo soez, que rima con hez. Y diría sobre este mundo muchas palabras soeces, porque se merece que nos caguemos en él muchas veces, dando esto lugar a gran cantidad de heces. Escatología de salón, tendré que llamar a este escrito mío, esperando no confundir el culo con las témporas, ni el tocino con la velocidad. Solo digo yo que había una vez en mi pueblo un sitio que se llamó el “callejoncillo las mierdas”. Y es vero, dadlo por verdadero, porque por contaros patrañas, yo, no gano nada.

sábado, 24 de enero de 2009

Bloggeo gonzo con Tenacious D

Vuelve a ser de noche. No es noche de brujas y vampiros. Es noche de viento y de luz artificial. De ruido de ordenador funcionando y de Tenacious D sonando en mis viejos altavoces, que me acompañan desde mi primer pc que iba a 200 MHz. Son unos altavoces buenos de verdad. La disyuntiva entre ver una película y escribir algo se ha dilucidado cuando he pasado más de tres cuartos de hora tonteando en Internet sin decidirme y como empiece a ver “Código del Hampa” ahora me van a dar las mil… No tengo, como casi siempre nada preciso, nada rutilante que contar. Mi vida es un erial de emociones y vivencias inolvidables, pero estas pequeñas situaciones se fijan a mi memoria si las escribo. Tribute empieza a sonar (versión live). Jack Black habla sobre la mejor canción del mundo y su duelo de rock con Satán. A mi paladar viene un recuerdo realmente raro. Una salsa de jengibre, de textura terrosa que probamos ayer en Córboba en un chinojaponés que picaba un montón. Y mientras escribo canto la canción. No se si esto es bloggeo gonzo o yo que se que demonios será. Les cuento al minuto lo que ocurre. He apagado la estufa y sigo cantando esta canción que me encanta. Son las 2:43. Escribir tonterías no sé que sentido tendrá. A lo mejor lo tiene dentro de diez años o dentro de 20, cuando escriba una autobiografía. ¿Se imaginan? No creo que dure tanto. Por H o por B (¿de donde vendrá esa expresión, Clares?) no veo en mi Bola del Destino más allá de dos o tres años. Suena Wonder Boy. Yo siego tarareando como todo lo que me pongo. Soy uno de esos imbéciles que canta y tararea las canciones. Si, de esos que ven por la calle y no pueden evitar hacer muecas si van con los cascos puestos. Hago muecas hasta con música de Marin Marais. Si, es signo de ser bobo, pero ya me conocen. Ahora acaba Fuck Her Gently.
Bueno, corto y cierro, ya está bien de tonterías por hoy.
Que la pasen bien.

viernes, 23 de enero de 2009

Una y no más, Santo Tomás















Durante toda mi vida he sido un lerdo. Todo le que he escrito hasta ahora en este blog táchenlo de sus mentes. Es todo basura. Meras divagaciones de una naufrago en un mar de incertidumbre. Y encima le metía el rollo a ustedes. Machaconamente. Yo creía hasta hace unos instantes que la polémica Lynn Margulis y otro del que nunca me acuerdo habían dividido los seres vivos en cinco reinos subdivididos
en dos: procariotas (algunos de ustedes, los más viejunos los conocerán por moneras) y eucariotas. Los eucariotas somos los protistas, los hongos, las plantas y los animales. ¡Pero que error, que error! La escala de los seres de verdad es otra. Es, a saber: piedra, planta, animal, hombre y ángel.
Que sí, que viene en un libro. Y el libro se llama “Unidades Didácticas”. Y las U.D. entran en las oposiciones para ser maestros o profesores. Así que dudo que mientan sobre una cosa tan seria. ¡Que de martillazos le habré dado dado yo a esos seres llamados piedras! Hay piedras de muchas clases, hay chinos, cantos, granito y mármol. El mármol es el que se pone en las cocinas de las casas y son seres, que lo pone el libro. Es de la Editorial Miñon, y fue aprobado por el Ministerio de Educación el 30 de Marzo de 1967. Yo aún no había nacido. Las plantas coincide con lo que yo ya sabía, y los animales también. Yo, hasta ahora, creía que el hombre era un animal, pero parece ser que no, que estamos por un peldaño superior que los perros, que si son animales, aunque sean nuestros mejores amigos. Hombre, según que casos. Hay veces que te pegan bocaos o pisas una mierda suya y ya lo de la amistad como que es menos amistad y da más rabia. Lo que difiere el libro y lo que yo sabía es en lo de las procariotas y los protistas. Bueno, la verdad es que tampoco se ven demasiado. Son microbios, y como dice la propia palabra, que viene del griego es vida pequeña o sea, despreciable. Pero no despreciable de vil o infame, sino de no tenerlos en cuenta, no se me vayan a molestar, que al fin de al cabo son bacterias y cosas chungas que te dan enfermedades como las paperas o el sarampión, y uno no está ya para según que cosas. El libro si incluye, sin embargo, a los ángeles, que son otros seres, que con todos mis respetos, yo tampoco veo por ningún lado. Bueno, en las iglesias se ven, pero son estatuas, no son de verdad. Pero si ellos lo dicen, créolo como si viéselo, como se decía en el Catecismo antiguo. Una cosa que me tiene un poco mosca son los hongos. Porque hoy he ido a Córdoba y he comido en un chino. Terneras con setas y bambú. Ternera es animal, bambú es vegetal y ¿las setas? Las setas son hongos. Yo creo que las voy a englobar con las plantas. Salen del suelo y no se mueven. Los hongos son plantas y no hay más que hablar. Al final va a resultar que yo no tenía razón en afirmar que unos seres vienen de otros inferiores, y que los escaños no se pueden saltar de oca a oca y tiro porque me toca. Dios lo dispuso así y así se quedará para los restos. Amén.
Bueno, si el propósito de San Juan José, el de Blog Job para el 2009 era hacerse de derechas, el mío con este post era hacerme creacionista al menos durante la media horilla que estado escribiendo esta payasada.
Fue divertido mientras duró.

miércoles, 21 de enero de 2009

La mentira


Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad

Principio de orquestación de Joseph Goebbels


Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres

Jesús de Nazaret


La ignorancia genera confianza más frecuentemente que el conocimiento, son aquellos que saben poco, y no esos que saben más, quienes tan positivamente afirman que este o aquel problema nunca será resuelto por la ciencia

Charles Darwin


Habrá quien se pregunte porque junto a estos tres en las citas por las que últimamente comienzo mis escritos. Primero cito al jefe de la propaganda nazi porque sentó las bases de lo que podemos llamar publicidad moderna, aunque algunos ya la utilizaron desde muy antiguo. Segundo pongo a ese hombre que cambió el mundo sin el saberlo, el iluminado que ni siquiera sabemos cuando, donde ni como nació, pero que tanta repercusión ha tenido en la historia de nuestra civilización. Y si lo dijo él, tenía más razón que un santo. Bueno, Él es el megasanto. Es Uno y Trino. Después les pongo la de uno de mis preferidos, acerca de lo que la ignorancia crea. Darwin hablaría de su teoría de la evolución, pero es aplicable en cualquier caso a las más distintas materias.

La mentira gana terreno en el mundo. Los más optimistas pensaban que en el año 2000 íbamos a estar en la Luna y almorzando pastillas con sabor a vichyssoise, con todos los males del mundo resueltos y con paz entre los países. Parece ser que no es así. Orwell y Huxley iban más encaminados. La mentira ronda por todos sitios hasta el último resquicio a fuerza de ser repetida mil veces. ¿Que digo mil? Millones. La mentira según el diccionario es

1. f. Expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa.

Ya me dirán ustedes si no estamos rodeados de mentira. La publicidad miente. ¿Cómo va a ser el caldo en tetrabrik tan bueno como el de una abuela? ¿Acaso tener un coche tal te va a dar una vida perfecta? No. Son idealizaciones. La idealización es una mentira como otra cualquiera. Los políticos mienten. ¡Vaya un descubrimiento, Mameluco, dirás ustedes! Si, soy el rey de las obviedades. Las religiones nos mienten. La base de la fe ya es una mentira en si misma. Creer en Dios, en la Serpiente Emplumada, o en el mito esquimal de la creación del mundo, con el Cuervo y todo eso, es cuestión de fe. Te lo crees si o no. Si es que no vas al infierno, cosa que muchos por la cosa cultural temen más que una vara verde. Otros por cuestiones de ser “gente de bien”. La gente de bien tiene un sistema de creencia basada en algo que alguien escribió ni se sabe cuando porque cualquier viejo le dijo que era así. Si se repite a través de las épocas será verdad. O sea, tenemos el mismo fundamento para creer que Jesús exorcizó al endemoniado de Cafarnaúm, como para creer que Caperucita Roja hablaba con un lobo malo que se disfrazaba de su abuela y la mongólica de la niña no se daba cuenta del engaño.

Los economistas nos mienten, porque básicamente la economía se sustenta en cosas inventadas por el hombre, que pueden ser manipuladas por el. Los listos del lugar siempre están ricos. Por algo será.

Entonces ¿estamos rodeados de mentirosos? Puede ser. Yo todavía le doy algo de crédito a la ciencia. Sé que la hacen humanos, corruptibles como cualquiera, pero es una forma bastante aséptica de llegar a pequeñas verdades. El método científico está para algo, aunque después haya errores y mequetrefes, pero hay controles y envidiosos para hacer pruebas de los descubrimientos. Hay un diálogo.

También hay verdad en las personas normales que van por la vida intentando pasarla como buenamente pueden.

Hay verdad en ustedes.

lunes, 19 de enero de 2009

Todos los bienes del mundo


La vida es, supongo, una carrera de fondo. Todos somos pues, corredores. Me desagrada la idea. Los deportes y yo no nos hemos llevado bien nunca. El mero hecho de pensar en él me pone nervioso. Pero tomémoslo como metáfora. Había una película inglesa que se llamaba “La soledad del corredor de fondo” y es por eso que me viene al pelo. Yo soy una persona más o menos solitaria. Ser solitario no significa que no estés con gente. Pero el defecto de los que pensamos en exceso nos hace, si no estamos en una animada conversación, pensar en otras cosas. La vida es además una carrera campo a través, con baches, obstáculos, piedras en el camino y zancadillas que te van poniendo las circunstancias. Muchas veces esa soledad hace que tú mismo te pongas las trabas de las que hablo. En fin, que bebiendo Acuarius no se va el marrón. La mayoría de las personas recurre a métodos, a trucos, para pasar esos escollos. Ignorarlos está bien. Te dejas las espinillas, pero haces como que no te duele. Otros flotan sobre ellos en una alfombra mágica llamada confianza unas veces y ser un cabrón otras. No es lo mismo, que conste en acta. La confianza es un arma que no tiene por que dejar cadáveres de congéneres en el camino.

Los inadaptados, los poco aptos, aparte de pensar demasiado en los obstáculos, nos marcamos unas metas que algunas veces no coinciden con la senda que hemos elegido para caminar. Si, es de tontos. Nadie dijo que fuéramos genios. La no consecución de una metas llevan al fracaso y a la frustración. Muchas veces, lo peor es que sentimos estás dos cosas sin haber elegido una meta en concreto. Yo en particular he tenido una meta tantos años en mi cabeza, que cuando la conseguí no sentí nada, solo vacío. Un poco de alivio, alegría al principio, pero luego nada. No sentir nada. La eterna nada. Vaya cosa más aburrida. Se asume el rol de perdedor. Les contaré algo. De pequeño y no tan pequeño, los sábados por la tarde eran momentos melancólicos para mí. Me subía a la azotea y miraba el horizonte de cerros y olivos. Me preguntaba que sería de mí en el futuro. Sabía que algo no andaba bien por aquí arriba. Me temía que acabaría mal. Bien no estoy, pero tampoco es como yo me imaginaba. Ser abstemio me habrá ayudado, supongo. Si me hubiese gustado la bebida, hubiese ahogado mis penas en el alcohol, como todo hijo de vecino, pero hasta para eso era, soy, raro. Me ha gustado siempre ser consciente de mi sufrimiento. Cuando era insoportable me echaba en la cama y dormía, rendido por el dolor. Hoy aún me cuesta dormir. Creo que asocio dormir con estar así. Eran los sueños más reparadores que nunca he tenido. Te levantabas levitando. Las pastillas habían hecho su efecto durante el sueño y ahora ya estabas listo para un nuevo obstáculo, para una nueva mala racha, ya no tenías vergüenza de salir a la calle.

Ya no siento esas cosas. Solo alguna ansiedad, algún bache pasajero. Pero sigo estando frustrado porque no soy como debería ser. No para nadie, sino para mí mismo. No soy ambicioso. Solo quiero hacer algo de lo que sentirme orgulloso, pero eso tan ansiado no llega nunca. Lo que me hará ser famoso no llega. Recuerden la fama a la que me refiero. La fama de Jorge Manrique, esa fama de Juan del Enzina, todos los bienes del mundo pasan presto y su memoria / salvo la fama y la gloria. Si, soy un ingenuo. Aún peor, un pesimista ingenuo. Los hay que no tenemos remedio.

sábado, 17 de enero de 2009

Siga los Goyas en el ABC


No, no es que me haya vuelto "gente de bien". Lo que pasa es que siempre me gusta hacer publicidad a los amiguitos blogger. Ramón "Socioapatía" es becario en el ABC. En el periódico digital, y ahora contribuye en el blog

Por supuesto aquí está su colega para hacerle propaganda. A ver lo que nos cuenta.
A mi el cine español, con perdón, me importan una mierda, con contadísimas excepciones. Las décadas de oro ya pasaron y ahora nos toca vivir la agonizante experiencia de vivir las tonterías que hacen nuestros paisanos. Hubo un tiempo que yo defendía al cine español, no se crean. Pero me planteé ¿estoy siendo racional? La respuesta fue: NO. Y dejé de hacerlo. Tenemos buenos actores y buenos profesionales técnicos. Fallan las ideas. Y sobra tanta Guerra Civil. O falta ¿Para cuando una de acción de la Guerra Civíl? Esto es una idea que se tuvo con el que escribe el el blog este, existente gracias a Torcuato Luca de Tena. Por favor, hagan una y contraten a Bruce Willis para la versión americana. Yo PAGARíA por verla.


Si no quieres ser como ellos, lee



Antes había subversión en la televisión. Ante este slogan a los niños nos desmontaban en La Bola de Cristal. Ponían a políticos, a rebaños de ovejas, y después nos decían esto. Si no quieres ser como ellos, lee. Eran otros tiempos.
Muchas veces he hablado de lo sobrevalorada que está la lectura entre las personas. Entre las personas que no leen. Lo ven como algo misterioso, para lo que hay que ser como un mega nerd de increíbles proporciones o un Einstein. Leer es leer, ni más ni menos. Pero reflexionando sobre mi filia por los libros me doy cuenta que si, que los libros me han hecho diferentes a ellos. No sé a que ellos me refiero, pero si, a ellos. Lo cual, vuelvo a insistir, objetivamente no es bueno ni es malo. Puede ser como decía antes un poco subversivo, pues nos saltamos el lugar común y las corrientes de pensamiento único (en este país son dos, ya saben ustedes, una pallá y otra pacá). Lo divertido de ser un poco subversivo es que se puede ser tocapelotas. Si nos quedamos en ese estadio larvario de subversivo seriote y crispado, y acabas pensando que algunos asquerosos dictadores son guays y hay conspiraciones por todos sitios, es un rollazo. No, bajo mi punto de vista, meter los dedos en las llagas (si nos echamos sal fina y limón en los dedos aún mejor) debe ser un acto liberador para nosotros, y si sirve para alguien, pues que lo aproveche. Volvemos a lo mismo que lo de leer. Leer es buenísimo. Lo dicen todos los programas de estudios y todas las mierdas de leyes que sacan todos los gobiernos. Leer es chachi. Por eso les mando a los alumnos que se lean el Quijote con 15 años, para que le vaya cogiendo el gusto. ¿Qué se consigue? Personas iletradas que no leerán jamás. Menos subversivos. A lo mejor perdemos a alguno que leería “Mein Kampf” o “Los diarios de Turner”. Pero se quedan sin leer “Benito Cereno” o “1984”. ¿Pero que vamos a esperar de esta juventud? Es exactamente igual que todas las juventudes. Ustedes, los mayores me dirán que estaban más comprometidos y tal. Nosotros hemos tenido “libertad”, no hemos tenido que ganarla de ninguna forma. Además, ¿Cuánto de pose y cuanto de realidad había en las luchas? Se me viene a la mente el Cojo Manteca… ¿Cuántos de esos que eran maoistas son hoy ejecutivos en bancos? El otro día hablábamos de la coherencia, pues eso.
Leer es bueno si te gusta. Si no te gusta es un rollo, y si te obligan más. Yo pondría de libros a los chavales los relatos de Bukowski, y se aficionaban todos a la lectura en un plis plas.
Muchachada que improbablemente leen esto. Si han llegado hasta aquí es que saben leer. Lean lo que les apetezca. Por que si no quieren ser como ellos, leer es una de las posibles soluciones. Pero no mierdas, que si no estamos en las mismas.

viernes, 16 de enero de 2009

Córdoba: burocracia y librerías

Levantarse temprano es una cosa inaudita para mí. No, no lo digo para darles envidia, no es para que sus dientes rayen el pavimento (¡Dios! ¡Que dentera!). Es un hecho. Siguiendo la línea de esto los últimos días, es verdad. Pero el miércoles me puse el despertador bien temprano para ir hasta la capital. La capital en mi caso es Córdoba. O sea, la capital de provincia. Tenía que entregar unas solicitudes de trabajo en el Csic. Burocracia. Solicité unos empleos extrañísimos. Copio y pego, porque ya les digo que no son tornero fresador o maestro. Uno es esto: Investigación, control y desarrollo para postproceso de datos geofísicos. Software específico de procesado e interpretación de datos geofísicos, de datos sísmicos: PROMAX, SIOSEIS, RADEXPRO, KINGDOM SUITE LYNX, GMT, Estaciones de trabajo en entorno UNIX, LINUX, SOLARIS, WINDOWS 2000, WINDOWS XP. Manejo y mantenimiento de Bases de Datos geofísicos. Administración de redes. Microinformática y es el INSTO. ANDALUZ DE CIENCIAS DE LA TIERRA en GRANADA. Otro es Trabajos analíticos y de ensayos para la caracterización de materiales, desde la separación y purificación de muestras y el proceso analítico. Labores de control de calidad de los laboratorios y es en el INSTO. DE GEOLOGÍA ECONOMICA en MADRID. El último es Conservación, catalogación e informatización de la Colección de Geología, en el MUSEO NACIONAL DE CIENCIAS NATURALES en MADRID (si me dan este les juro que me compro un traje de tweed e iré vestido como un miembro del Club Diógenes). Son trabajos que no voy a conseguir a no ser que los planetas se alineen en una rara combinación, y que haya una rarísima y mortal enfermedad que solo afecte a geólogos aspirantes a dichos puestos, y yo salga indemne por tener un blog verde manzana. No tengo ningún mérito. Y no es lo de siempre que me autocompadezca. Es que no tengo cursos, ni tesis, ni publicaciones, ni un expediente especialmente brillante. Solo lo mínimo. El título y el certificado de notas, ser español o comunitario, o dominar el idioma y pare usted de contar. O sea, que como el año pasado me van a mandar a freír espárragos. Pero bueno.

Hacía frío cruzando el puente. Desde el puente se ve lo más característico de Córdoba, la Mezquita y sus alrededores. Lo que sale en los cordobanes con el emblema de la ciudad. La burocracia me llevo 10 minutos. No me puedo quejar del señor tan amable que me atendió superrápidamente y que me sugirió que hiciera fotocopias de una cosa.

Después con un frío que ya no pelaba tanto, pues iba avanzando el día recorrí el camino directo al centro. Pasé por donde nací, como tantas otras miles de veces, la Cruz Roja. Esta en frente de la Puerta de Almodóvar. Los que hayan ido por allí sabrán que es una de las entradas a la Judería. Yo no reparé en esas cosas, claro, seguí mi camino hacía las librerías. Di vueltas alrededor del Gran Teatro porque siempre quiero buscar atajos para llegar a los sitios, y lo que hago es andar más. Llegué a la librería por callejuelas y entré. Eso ya es igual que en todos sitios, supongo. Me compré cuatro libros estando al calentito mi media hora larga. Tener tantos libros a mi disposición, y con dineros en los bolsillos, me aturulla. No sé que comprarme. Al final siempre salgo con cosas que no tenía pensadas. Y lo que tenía pensado se me olvida ante el maremagnun de volúmenes.

Los libros que cayeron en la saca: Edición conmemorativa de "El Origen de las Especies" 150 años de Austral, "Moby Dick" de Alianza (que empecé ayer), "El Color de España y Otros Ensayos" de G.K. Chesterton en una cuidada edición de Ediciones Espuela de Plata y "El valle del gusano y otros relatos de horror sobrenatural" de Robert. E. Howard, del Club Diógenes de Valdemar
Después fui a otra librería, pero a buscar un encargo que llevaba de mi amigo Manolín. 3 libracos de oposiciones de Bomberos que no se los saltaba un galgo. Como pude los metí como pude en mi minúscula mochila de “Locos por el Surf” de motivos hawaianos y colores azules que me regaló mi tía este verano porque se lo habían dado en EL PAÍS. Y allá que me dirigí a la librería Totem. La librería Totem es la que me proporcionó los primeros tebeos de mi colección allá por los primeros noventa, cuando iba al Conservatorio. Daba las clases de trompeta a las 5, cogía las Tendillas, bajaba por Claudio Marcelo a todo gas y compraba esos tebeos de Bernet, de Otomo o de Spirit, que hoy forman parte de mi colección. A las 7:30 estaba en la antigua estación de Carrera. Pues fui allí, cargado como un mulo, y no había nada que me interesase. O más bien, me miraron con rareza los dependientes (no eran los de mi época, después he ido y siempre me han conocido, incluso en las Ferias del Disco en Granada), preguntándome ¿te podemos ayudar en algo? No, solo quiero mirar. Miré, estaba todo muy mal organizado y me fui. Por esa vuelta que hicé tuve la brillante idea de trochar por la parte antigua, bajando por la calle La Feria… Me hice un lío, como siempre que voy. Callejuelas estrechas. Paz. Quietud. Y yo como un sherpa, dando un rodeo de narices. Pasé cerca de la Plaza del Potro, por la calle Julio Romero de Torres. Casi no había ni turistas cuando pasé por la Mezquita. A los que les guste pasear se lo hubiesen pasado bien. A mi, en otras condiciones a lo mejor, pero es que salió el sol y me había dejado las gafas en casa. Pasé como un rayo por algo del obispado que hay por allí, donde está la Biblioteca y empecé a subir de nuevo. Para quien sea de Córdoba aclarar que no estaba borracho, y que mi orientación suele ser buena, pero siempre que voy por allí me pasa lo mismo. Bueno, me iba a volver con un amigo, Pedro, y me dirigí a su casa que se encontraba lejos aún. Se suponía que en su casa estaría su compañero de piso, Manolo Cobos, pero cabía la posibilidad de que saliese un momento a comprar útiles para esa tarea tan ingrata de imprimir trabajos con una impresora inkjet. Así fue, no estaba. Pero, no problema, como diría Parker Lewis. Viven al lado de uno de los bares más fabulosos de la tierra, el Moriles. Eran ya las 1 del día. Una Coca Cola y una tapa de riñones, dije yo. Enseguida dijo el dirigente camarero. Estaba sediento. Otra Coca Cola ¡Y pagar solo 4 € por una tapa grandecita de riñones con patatas fritas caseras!) Cargar libros, andar, y sin cámara de fotos. ¡Maldita sea! La cámara de fotos tenía que estar sin batería. La eché de menos un montón. Vi varias cosas curiosas que ya se perderán entre tanto dato en mi memoria. Pero bueno. Volvimos a Castro y ese fue mi mañana en Córdoba.

miércoles, 14 de enero de 2009

And the winner is...

Hoy he estado en Córdoba, ya os contaré.
Ahora voy a proceder a decir las soluciones del concurso. Y las respuestas de los concursantes. De los 2 únicos concursantes.
Ana Chévere y Ramón (Socioapatía)

1. A una aldea llega la familia Batavic y como les gusta tanto, deciden quedarse. ¿Cómo se llama el prota y la serie –tienen el mismo nombre-?

Era el osito Misha, que se llama como yo, su éxito como mascota de los JJ.OO. de Moscú 80 (yo tenía una medalla –las regalaban con el Cola Cao-) fue tal que los rusos se aliaron a la potencia anime japonesa para desarrollar la serie de dibujos de resultados surrealistas y con una canción que invitaba a todos a ir a la Gran Patria Socialista.

Ramón dijo: 1-El osito Misha
Ana dijo: 1.- El osito Misha. Yo no la recuerdo, pero mi pareja era fan, creo que tuvo hasta un peluche. Con las pistas que ha dado (nombres rusos y logo de las olimpiadas) sólo puede tratarse del osito de marras.

Dos aciertos. ¡Hurra!

Osismo-leninismo

2. Esto lo dice un personaje de la serie: “Un crimen aquí no es un suceso más. Aquí una muerte afecta a todos, porque aquí cada vida tiene sentido, Es una forma de vida que yo creía perdida…” ¿Cómo se llama la mente creadora de tan descolocadoras situaciones?

Es David Lynch el que tuvo a media España intentando saber quien mató a Laura Palmer y preguntándose porque salían enanos en fondos raros.

Ramón dijo: 2-Twin Peaks (¿Cuántas veces le dicen en los exámenes: lean bien los enunciados? Jejeje.
Ana dijo: 2.- ¿David Lynch?. La frase no me dice nada, pero si hay un crimen, el autor de la serie "descoloca" y ese decorado es una pista... apostaría por el David Lynch de Twin Peaks.

Otra vez dos aciertos. ¡Bien por los muchachos! Doy por bueno el Twin Peaks de Ramón, porque eso se llama despiste, no desconocimiento. Y así somos más de uno.

Por allí viene el agente Cooper, David

3. En un castillo viven en régimen de pensión completa forzosa unos POW que solo tienen una idea en la cabeza: huir. ¿Cómo se llama tan escapista serie?

Esta serie se llamaba La Fuga de Colditz, y parece ser que soy el único que la veía los sábados por la tarde en la Primera. Fue emitida en los 80, a pesar de haber sido rodada en los 70. Para mí el actor que puse en la foto, David McCallum, será para siempre el de esta serie, porque ahí es donde lo vi por primera vez. Los participantes han contestado en la versión original.

Ramón dijo: 3- Colditz
Ana dijo: 3.- Colditz, 1972. Reconozco que he tirado de IMDB pero, como curiosidad, ahora se vende un juego de mesa que se llama "La fuga de Colditz".

Y es una lástima que se conozca más el juego que la serie, que era muy buena. Es como pasa con Los Mitos de Cthulhu y sus roleros. Grrr. Los dos van empatando en buena lid.

Metiéndotelos en un castillo el III Reich se ahorraba material

4. Uno de los programas más veteranos de las mañanas de los domingos. Solo lo ven “gentes de bien”. Que misterioso espacio se esconde en tan siniestra premisa?

Ramón dijo: 4-Pueblo de Dios
Ana dijo: 4.- Pueblo de Dios. ¿A que sí? No sé cuántos años lleva emitiéndose, pero puede que ya existiera antes de que inventaran la televisión xD. Yo habría preferido una sesión dominical de La bola de cristal, pero bueno.

La solución era muy obvia. La Santa Misa (hoy llamada eufemísticamente Día del Señor). Se emite desde que TVE es TVE, y es un programa que tiene cabecera y títulos de crédito al final. Pueblo de Dios tiene 25 años. La Santa Misa tiene más, los mismos que el propio Ente. Pero lo dejaré en el correcto. Si los dos han dicho lo mismo, será porque mis pistas apuntaban hacía allí. Miren que bueno soy siendo tan ateo, ergo ruin, como soy. Jejeje.

En el libro de Mateo 19:14

5. La vida de dos aspirantes a actrices. En la vida real ,una de ellas acabaría haciendo “Braindead. Tu madre se ha comido a mi perro”. ¿Cómo se llamaba la serie de tan irritante banda sonora?

La irritante comedia madrileña de Colomo llevaba a la pequeña pantalla. A principios de los 90. ¿Que más decir? Las chicas de hoy en día Una mezcla entre la Expo (por Diana Peñalver que hacía de sevillana arsa mi arma) y los Juegos Olimpicos (por Carmen Conesa de barcelonesa moderniqui). Hoy puede ser enmarcado en los libros de historia televisiva como “últimos coletazos de la pseudomovida”

Ramón dijo: 5-Las chicas de hoy en día
Ana dijo: 5.- Chicas de hoy en día. La recuerdo. Y, lo que es peor, me gustaba. Todo el mundo tiene un pasado.

Si, todos tenemos un pasado. A mi me gustaban las películas de Bud Spencer y Terence Hill. ¡Vaya… si me siguen gustando, jajajaja! A mi me gustaba, ya en serio (bueno, lo de Bud y Terence lo es) Media Naranja con Iñaki Miramon y Amparo Larrañaga. No sé si me gustaría hoy. Pero con 12 años me gustaba… Correcto los dos.

Fernando Colomo ¿hay que reirse?


6. Antes de ser bandolero en Curro Jiménez, Sancho Gracia tuvo otro oficio más de bar de menú… ¿cuál?

Era camionero.
Yo la vi en reposición a mediados de los noventa. Me gusto la serie. Era sencilla, franca, de aventuras de andar por casa, de bares de carretera. Y con un Sancho Gracia formidable al volante de un Barreiros o de lo que fuera. Mario Camus estaba al frente del proyecto como en Curro Jiménez (esta última, entre muchos otros).

Ramón dijo: 6-Los camioneros
Ana dijo: 6.- Los camioneros, supongo. Aunque he visto un trocito por intenné y la música no me ha parecido inolvidable. De hecho creo que la he olvidado ya...

Acertaron también. La música del gran Antón García Abril era para acordarse si se ha visto la serie. Cuando se vuelve a escuchar algo familiar surge, y se acuerda uno de esos motores dando vueltas.


Lo que les digo, el motor se mueve

7. ¿Cuál es mi serie preferida de los 80, desde el punto de vista de niño? Si buscan, encuentran.

La respuesta era El Equipo A. Pero era una cosa totalmente subjetiva.

Ramón dijo: 7-El equipo A (iba sobreseguro)
Ana dijo: 7.- Stephen J. Cannel fue productor ejecutivo de El equipo A. Participó en infinidad de series más, pero no se me ocurre otra que nos hiciera tan felices a los críos de los 80. Murdock forever.

Efectivamente, Ana. Ha acertado. Pero arriesgándose. Conozco a muchos que su serie preferida de crío era El Gran Héroe Americano y es tan Cannell (él creó al Equipo A y al torpe superhéroe profe de secundaria) como los de la furgo negra con la raya roja. De hecho en mi caso es una opción que tomé siendo mayor, cuando volví a ver la serie enterita con los 20 ya bien cumplidos. Una cosa tan absurda es tan maravillosa que a la fuerza tiene que ser una cosa preferida. Sigue el empate.Lo de si buscan encuentran, se refiere a esto.

Son como críos

8. Seguimos en los 80, ¿en que serie de la BBC a medida que pasaban las temporadas (y cambiando de época), el protagonista (siempre de la misma familia) iba ganando en astucia, pero perdiendo en rango social?

Ramón dijo: 8- La Víbora Negra
Ana dijo: 8.- The black adder. No pongo el título en inglés para deslumbrar a nadie con mi erudición, sino porque aquí la veíamos en catalán y la conocemos como L'escurçó negre. No estoy segura de cómo la tradujeron al castellano (¿La víbora negra?). Rowan Atkins en un papel aún más mezquino que el de Mr. Bean.

Correcto. Black Adder es muy correcto porque así se llama el personaje central, Edmund Blackadder. Pero ahora me pongo yo sibarita y si pueden verla en inglés es lo mejor.

Hasta la guerra de trincheras puede ser divertida con el Capitan Blackadder

9. ¿Que hicieron en Médico de Familia para parecerse a Verano Azul sin conseguirlo una mierda?

Querían una muerte que marcase a una generación y no lo consiguieron una mierda, repito. En el penúltimo capítulo se cargan a Marcial y nos dio a todos igual. Cuando se murió Chanquete España lloró a moco tendido.

Ramón falló esta.
Ana dijo: 9.- No veía Médico de familia pero según San Google, el personaje de Jorge Roelas, Marcial, la diñaba en los últimos capítulos, como Chanquete. Ambos eran tipos entrañables que habían superado ya la mediana edad, y por lo visto ambas muertes traumatizaron al personal, aunque yo diría que la de Chanquete sigue siendo más mítica.


Ana se coloca en primera posición. La muerte de Marcial no traumatizó a nadie. El día que murió Marcial, lo siguiente que salió en Telecinco fue Jorge Roelas en ¡¡¡Crónicas Marcianas!!! Pongo exclamaciones no por CM, que estaba aún en su buena época, sino que si se muere y a los cinco minutos lo ves andando… yo que sé… pierde la cosa.

Como para fiarse del diagnóstico del señor de la Sexta...

10. ¿Que programa de cine presento Wyoming en la Segunda Cadena cuando la 2 se llamaba así?

Ramón dijo: 10-Silencio, se juega
Ana dijo: 10.- Silencio, se juega. Ni idea de que Paula Gardoqui fuera una conexión entre Wyoming y Torrebruno, pero sí recuerdo La guagua. Incluso tuve un disco de Torrebruno con la canción de La guagua. A Wyoming confieso que no lo descubrí hasta Caiga Quien Caiga (el antiguo, el que valía la pena).


Correcto ambos. Este programa del 84, me permitió ver a los 8 añitos mis primeros clásicos del cine. El concurso del cine posterior llevado por el Gran Wyoming y la Gardoqui era absurdo (por lo tanto ,divertidísimo). Preguntaban cosas de la peli, pero igual quien era el director, como de que color llevaba el jersey el protagonista en la escena de la playa… Obviamente, no duró mucho.Y o recuerdo a Wyoming desde ahi. Después, y hablo de memoria, hizo el tonto con Moncho Alpuente en "Que noche la de aquel año" y presentó el mítico programa entre míticos "El peor programa de la semana", que vetaron por entrevistar a Quim Monzó, que días antes se había metido con el Rey (era 1994 o por ahí y no es como ahora que había barra libre).

José Miguel Monzón lleva mogollón en televisión

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Bueno, pues ha estado reñida la cosa. La ganadora es Ana Chévere. Es la Blogger del Mes. A ver si este humilde premio le anima a escribir un poco, que nos tiene abandonados últimamente. Pero siempre pueden disfrutar de sus entradas antiguas.
Ramón no se puede quejar que ya ha sido dos veces honrado. Y también es otro que debería escribir más.

martes, 13 de enero de 2009

LA VERDAD


“En una época de mentira universal, decir la verdad constituye un acto revolucionario”


1984

George Orwell


El calor de la estufa de aire es un calor falso, cansino. Pero cualquiera la apaga. Es como millones de cosas que nos ofrece la modernidad 2.0. Son aquellos sucedáneos de los que nos hablaba Poch en aquella canción. No es fuego. No puedo hacer fuego en mi habitación. Se prendería todo, me quedaría sin oxígeno, y olería a morcilla ahumada.

En la adolescencia se persigue aquello que se cree auténtico, que nos hace sentir únicos. El problema surge que tenemos muchos la misma idea a la vez, y que cogemos esa autenticidad, esa “realidad más verdadera”. La revolución como paradigma de un nuevo yo. Lo del yo, el super yo, el infra yo, el mega yo y el yo yo nunca lo he entendido. Freud no haría carrera conmigo. Buscamos la verdad en ideologías políticas (el tipo ese de la barba y la boina con la estrellita es muy popular entre los jóvenes), en la religión (menos popular, aunque con algo de tirón es otro tío con barba y túnica blanca) o en la televisión, donde todo lo que dicen es mentira, menos en el Diario de Patricia (ahora El Diario), que sorprendentemente la mayoría de los casos, y pongo la mano en el fuego, son tan ridículos que a la fuerza tienen que ser verdaderos. La verdad, oh si, la verdad. Como decía Joaquín Reyes en una de sus charlas ”la gente dice que le gusta la gente que va de frente, que le dice las cosas a la cara… yo no quiero a esa gente, yo quiero que me mientan”. Yo soy de los que prefiere la verdad. O si hay que escuchar algo lerdo, the sound of silence, que cantaban el bajito y el de los pelos rizados. Hoy en día uno debe intentar, repito INTENTAR, ser coherente con lo que piensa, o reducir sus pensamientos u opiniones al mínimo común múltiplo. Si es que quiere ser uno coherente. Hay multitud de personas que ni se lo plantea. No hablo sobre ellos. Si uno encuentra un resquicio de verdad debe asirlo y mimarlo como si fuera la mismísima foquita Seaberg o un clavo ardiendo en el abismo del infierno. Eso lo hacemos todos. Si creemos tener razón. Yo estoy seguro de muchas cosas, de otras a medias y de algunas solo intuyo que pudieran ser así, como si viera las proyecciones de sombras chinescas metido en una caverna platónica. Lo bueno (lo de bueno es una forma de hablar) es que las sombras son de las cosas más cercanas. Son mis cosas, confusas, cambiantes. Como si el destino (como si éste existiese, que tontería) jugara conmigo a la gallinita ciega. Las cosas sobre la que apostaría todo al rojo par son cosas generales, universales, de sobras conocidas por ustedes que me leen. Las cosas que ni fu ni fa son cosas que en realidad no me importan. Opiniones creadas de cosas que no me afectan. Malditos datos ocupando disco duro.

Pero las sombras son perennes sobre mí. No veo el camino, es como el poema de Machado, que decía, si no recuerdo mal, y el camino que serpea y débilmente blanquea, se enturbia y desaparece. Aguda espina dorada, quien te volviera a tener en el corazón clavada. Porque cuando ya incluso el dolor se disipa, no sabe uno si está vivo o está muerto. El dolor es verdad.

Al menos, eso si.

 
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