jueves, 31 de diciembre de 2009

Diamantes de sangre en Kukuanalandia

Llueve fuera. ¡Vaya noticia! Bueno, la noticia es que haya llovido y lo siga haciendo, pero nada sé yo del tiempo y sus vericuetos. Hoy vengo a hablarles de mi libro.Bueno, es mío porque lo compré por 3 euros en una miniferia del libro. El que lo escribió fue un señor que se llamaba Henry Rider Haggard, un señor muy victoriano. Ya lo he acabado. Las minas del Rey Salomón. Ustedes, como yo antes de leer la novela, se imaginan a Steward Granger con un sombrero de Coronel Tapioca y un rifle. Pues si, pero no. La película poco tiene que ver con la novela. Para empezar Deborah Kerr no sale por ningún sitio. Claro, dirán. Lo que quiero decir es que las únicas mujeres que salen en la trama son una hechicera desdentada y una diosa de ébano, ésta última como por casualidad. O sea, todos son machos, hombretones por África, haciendo cosas de muchachos(fumar en pipa y comer mierdas). He de decir que para los cánones actuales la historia sería un poco machista y un poco racista, pero es una novela victoriana no un folleto del Ministerio de Igualdad. Pero como no, hay matices. El héroe se define como un cobarde, cosa que llama la atención (para ser un héroe, vaya). Sus compinches son un negro misterioso, un señorito inglés con pinta de vikingo y un oficial de la Royal Navy que se pasa media novela en calzoncillos y con media barba afeitada. Tanto el autor como los personajes se toman muy en serio a sí mismos –dentro de lo que cabe-, pero a mí me parecen una especie de Equipo A en Sudáfrica buscando el oro de Hanoi, en este caso los diamantes del Rey Salomón. Por cierto, que las minas de dicho rey bíblico tenían que ser de oro, no de diamantes, pero eso son las cosas de la ficción, amén. El tal Quatermain, el protagonista, es un personaje llamativo. Es el primer action hero victoriano en África, parece ser. Si han leído El Corazón de la Tinieblas, al principio, Conrad define los formadores del Imperio Británico. Son unos seres estrambóticos, de extrañas costumbres, cuanto menos peculiares. Este cazador de elefantes, buscador de marfil, es uno de ellos. El autor también lo fue. Forjadores de Imperio. Del último gran imperio antiguo, el británico. Aventureros y funcionarios que se tomaban el té de las 5 aunque estuvieran en el desierto o en la jungla. El Imperio Americano es otra cosa, ya me entienden. No mandan gente, mandan franquicias y películas. La verdad es que cuando los americanos mandan gente es para acongojarse un pelín. Seguro que no traman nada bueno.

A mi el libro me ha gustado, que quieren que les diga. Es divertido, pasan cosas pintorescas, hay emoción, reyes, batallas y grandes momentos de amistad varonil (pero sin mariconadas… ¿o si?). Ideal para no pensar en cosas malas como las oposiciones, el año que viene o lo poco que me queda en el banco y Valcárcel que no me paga un ochavo.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Cancion Triste de Navidad


Hay gente que odia la Navidad. A pesar de mi misantropía galopante y mi evidente falta de fe en el cumpleaños de Jesús -ito de mi vida, eres niño como yo- no odio estas fiestas, no es que me disloquen como antaño, pero bueno, son pasables. Llueve estos días, hace una buena temperatura para mantenerme espabilado y esas cosas altamente recomendables para estudiar. Pero ¿saben qué? Estoy tristón esta noche. No sabría explicar el por qué, y tampoco quiero explicarles lo que intuyo que es, pues hasta los exhibicionistas emocionales como yo tenemos un límite. Es el espíritu de las Navidades Pasadas que susurra al oído cosas que enterré en mi memoria, cual un Scrooge cualquiera, como un rácano de los sentimientos, que al final en su frío pecho atolondrado, nota que bombea otra vez sangre el corazón dormido, y activa las sinapsis que alguna vez funcionaron e hibernaban. O acaso me autoengaño (el peor de los delitos, penado en mi caso con la muerte en vida) y la primavera agostada, cubierta por el otoño gris y el blanco invierno, es my real me, la cosa loca que soy, anda, deglute y defeca. Me da cosa ya hablar de mis cosas, de mis auténticas cosas, en este blog verde manzana de mis entretelas, pues quizá tiene demasiada difusión a mi alrededor… Yo aquí quiero ser Mameluco y no Miguel, siendo el mismo y no siéndolo. Un espejo de feria que alarga los defectos y adelgaza las gracias, incluso las grasas, a golpe de Fireworks.

Lo agradable me rasga como si fueran cristales machacados en un trago de cicuta. El pasado que tenía férrea pátina ha recibido el Netol del recuerdo, y lo contundente de los vestigios han licuado mi espíritu navideño, entre ensoñaciones y pesadillas.

No, espectro de las Navidades Futuras, no quiero ver la fría losa con mi nombre tallado en letra Sütterlin por el mismo Oskar Matzerath Bromski, ya crecido. Ni ver que la vida que no tenía sentido, efectivamente no lo tenía. Fantasma del Presente llévame de tu mano al sueño y guíame por la senda de la predestinación. En mi caso, una cuerda floja, de tela de araña vieja, vieja la tela y vieja la araña, con un colchón de riscos puntiagudos esperando abajo. Pero condúceme bien y llévame por la sombra. Haz que solo vea como un borrico, lo recto. No me disipes en recuerdos estériles, en retazos grapados a mis vísceras. ¡Oh, ectoplásmico ser de la Tinieblas, haz que todo siga como hasta ahora, pues si me encuentro piedras en el camino, por muy pequeñas que sean, descarrilaré…!

To be continued.

martes, 22 de diciembre de 2009

El impuesto sobre la ilusión


Siempre me ha gustado la frase Estar más mosqueao que un pavo en Navidad. Los corderos y besugos también son animales de Dios, como los langostinos o los cerdos que nos dan el jamón, imprescindible (para casi todos) en estas fiestas de atiborrarse de cosas ricas. Estoy esperando a que Rouco Varela diga que comer caviar es como matar a pequeños esturiones potenciales, pero como seguro que a él le gusta, y también los huevos fritos, no caerá esa breva.

Las pascuas empiezan cuando es el día de la Lotería. Ni antes ni después, por más que nos digan El Corte Inglés o las luces de las calles (tema ya comentado en este estrado). Yo tenía un profesor de matemáticas que se llamaba Paco. Aparte de ser un personaje peculiar y de meterse mucho con Bush, era musulmán. Tenía un acento granaíno que pa qué y además era de un pueblo de cerca de la ciudad alhambreña (la de la Cervezas Alhambra, vaya). Era pues, converso. Decía que la lotería era el impuesto sobre la ilusión, y yo, al menos en eso (y en lo de Bush) estoy de acuerdo con él. Pero no, amiguitos/as (soy el rey de la coeducación, jejeje), no esperen que yo despanzurre sin piedad a la Lotería de Navidad. Es un impuesto, pero se paga con gusto por tener la ilusión. Si alguna pega pongo a esta lotería, es que se gana una mierda gastándose 20 euros. Yo prefiero la Euromillones y la Primitiva, donde va a parar. Por un euro o dos te puedes convertir en el rey del mundo (como Leo DiCaprio a bordo del Titanic antes de convertirse en un producto ultracongelado). Me acusarán de materialista. Bueno, yo soy materialista, porque solo creo en la materia, pero las disquisiciones filosóficas las dejamos para el año que viene. El dinero no da la felicidad, pero quita los temblores que le decía Fofó a José María Iñigo en una entrevista rancia. La Lotería de Navidad ilusiona sobre manera a las gentes “porque está muy repartida”. ¡Qué dechado de bondad! Yo al menos, los premios de los Sorteos y Apuestas del Estado los quiero todo para mí. I want it all and I want it now. ¡Mi tesssssoro! -que diría Gollum-. Ya repartiré cosas con 56 millones de euros en el bolsillo. Porque yo soy dadiboso, lo saben quienes me conocen. Pero si no tengo no puedo dar. Aparte del dinero te llevas el tiempo. Si, el tiempo. Comprar el tiempo es difícil, pero tenerlo en tus manos es la repera. Con tanto dinero se puede uno dedicar a lo que le gusta. A mi me gustaría no trabajar, y dedicarme a mis labores. A algunos de ustedes les gustaría ir a Cancún y a otros comprarse una isla. Mandar a los jefes a hacer gárgaras y a los compañeros de trabajo coñazo más lejos aún. Darle envidia a ese ponzoñoso vecino o callarle la boca de una vez a tu cuñado, el que tiene el Mercedes.

Yo solo quiero tranquilidad. Ni exámenes ni apuntes ni nada. Solo horas del días y de noche, libros y cosas así. Ains… la vida es dura si se sueña despierto. Pero más dura es si no se sueña.

Yo pago el impuesto de la ilusión, sale más barato que ser autónomo y además puedes invitar a tus amigos si cae algo.


A LA LOTERÍA JUEGA TODO EL MUNDO...







miércoles, 16 de diciembre de 2009

Post en cuatro movimientos


Preludio en Control C # Mayor
Soy consciente de lo que me puedo llegar a quejar. Es normal, soy un pupas, sin ser del Athleti ni nada. Este poco ambicioso, cuasiderrengado blog, es la oda continua a mi ineficacia. Y a la de los demás, claro. Pero también sé que aportar cosas curiosas y locas es lo mío, por eso es mejor reír que llorar.
La risa, como decían en el Reader´s Digest, es remedio infalible, pero a veces la risa ni siquiera te salva. Un poner, el sábado tengo que exponer una unidad didáctica y va a haber risas en plan Club de la Comedia, pero hasta que no pase el mal trago no estaré tranquilo. Me da igual que se rían de mi (y conmigo), pero al menos quiero saberme lo mío, lo haga peor o mejor. Y por eso me pongo serio, y yo serio pierdo mucho.

Andante con moto URL Rusticana en F10 menor
Hace frío fuera. Habré puesto esta frase un montón de veces. Esta ultima frase también, así que paro porque no quiero entrar en un bucle infinito de tontuna. Este año no hay iluminación de Navidad en mi pueblo. Hace que las cosas sean más antiguas. Huele a leña quemada y a frio que te hace llorar, pero las chillonas luces que anuncian las Fiestas no han llegado este año. La crisis, ¿me oyen? Navidades en crisis. Dice el señor alcalde que con el gasto este se van a contratar a dos personas todo el año en el Ayuntamiento. Si esto se llega a hacer me parece bien, sobre todo porque en mi balcón colgaba una de estas festivas luces, que no me dejaban dormir demasiado bien.

Vivace Neoliberal en @ bemol mayor
Hace un tiempo me llamaron estalinista por mi particular forma de entender y defender mis opiniones (el radicalismo humorístico a no todo el mundo le gusta). Ayer en Raza Becaria me llamaron liberal. Me tachaban de tener aversión al marxismo. Con lo que me va el marxismo al menda. El marxismo, solo dije, es una cosa obsoleta. Pero hay muchas cosas obsoletas que me gustan. El marxismo como sistema político ha demostrado su ineficacia en muchos sitios, pero eso es otro cantar. No soy marxista, que conste en acta, pero menos capitalista soy. Lo malo del capitalismo, como siempre digo es que funciona, pues se basa en la crueldad y en la avaricia, cosas de las que en este mundo andamos bastante sobrados. Pero aclaro para mis amigos lectores que solo veo Intereconomía para crisparme por otras cosas que no sean yo mismo y mis circunstancias.

Fandarria Bloguera en :) Mayor
Pues con esto y un bizcocho, les dejo que he quedao. Bueno, tengo una cita conmigo mismo para leer antes de dormir. He estado una semana sin lámparita, así que llevo retraso. Mi viejo flexo de pinza color rojo, que lleva conmigo al menos 20 años (o más) murió hace una semana y he buscado un sustituto, pero claro, no será el mismo con el que estudiaba en el instituto o para Selectividad. El mismo con el que me he leido cientos de libros. No será, por tanto, mi amada luz que se ponía más caliente que el cenicero de un bingo y que a trancas y barrancas me ha acompañado muchísimos años de mi vida. Pero es como todo, renovarse o morir. Me dan tristeza los objetos nimios. Hecho de menos cosas diminutas a las que guardo cariño y no sé donde están. Por eso tengo algo de acumulador. Lo de mi Síndrome de Diógenes es por amor, al final. Al final seré un materialista. Pero dialéctico, oigan.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Tonterías variopintas


Los días son largos y cortos. Ya sé lo que piensan, nos va a dar la murga del tiempo otra vez. No sé si habrán acertado, cuando empiezo a escribir no sé donde voy a llegar. Cortos porque es otoño con viso de invierno. Largo, porque se hace largo como jornada sin pan. Será porque las circunstancias me niegan el pan y la sal. Soy un redicho metafórico, porque desayuno pan con aceite y sal todos los días. Estoy regular, ¿saben? No me siento especialmente infeliz, pero si muy cansado. ¿Cansado de vivir? No. Cansado de hacer cosas que en realidad no son tan importantes, pero que hay que hacerlas porque hay que hacerlas. Las esclavitudes voluntarias como el trompeta.

Yo antes creía en los adultos. Cuando uno es adulto cree en los niños, aún sabiendo que son unos seres perniciosos para la salud mental de cualquiera que esté delicado de lo suyo. Yo pienso también en los adolescentes (nadie cree en los teenagers porque son lo peor de lo peor) por mi unidad didáctica esta. Cometo el error de pensar que todos son como yo era, un friki que hacía poco, pero era enormemente curioso. La curiosidad debería ser la norma en la juventud, pero solo se ven desiertos de languidez estúpida y tonterías de tamaño medio/grande. Hay oasis, pero son pocos y más secos de lo que se espera. Lo peor de no haber sido adolescente nunca, es que la adolescencia surge cuando menos te lo esperas, y algunos comportamientos cretinos que tengo pueden ser consecuencia directa o indirecta de esa etapa no resuelta. Cuando uno ya es un adulto (con 33 años me considero población adulta, porque tengo la edad de Cristo y la edad de tener chiquillos sin que chirríe a los demás) piensa en esas cosas y le entra un leve fastidio. Ser adulto es una mierda. Pagar impuestos y tener responsabilidades es algo que yo al menos no disfruto; pero que ni una pizca. Yo he sido adulto y autónomo, por lo que sé lo que estar en una escala social bastante precaria. El sistema de castas me pone por debajo de las cajeras de supermercados, aún siendo licenciado. No, no es que tenga nada contra las cajeras (aparte de algunos peinados que se ven), pero describo las cosas como son. Las cosas como son. O sea, una mierda.

Yo, retomando lo de antes, creía en los adultos. Pensaba que la edad te da raciocinio, saber estar, cordura, sabiduría y equilibrio. Parece que tenía un poco idealizado a los mayores, que serían en mi mente clones de Confucio. La verdad es que los adultos en su mayoría son unos mentecatos que sobreviven como pueden y no saben ni las cuatro reglas, como diría un cura que conozco. Unos cretinos. Quien nace lechón, muere cochino. Pues eso. Los imbéciles son, a no ser que cambien por traumas, locura o iluminación, perennes e impertérritos. Lo malo de mucha gente es que no es consciente de lo payasa que es. Yo, al menos, sé aproximadamente como soy. Cretino impertérrito, pero para empeorar las cosas con estudios. Un imbécil adulterado por el estudio es un pedante, y algo de eso hay por ahí. Por eso este tufo de superioridad quasifascista. Pero dicho por un mameluco que tiene depreciación de la propia imagen es como decir: yo seré tonto, pero ¡TÚ MÁS!.

Me enrollo como una persiana de las antiguas. No tengo mucho que decir ya. Solo que estoy cansado, aunque estoy repitiéndome. Otra cosa que no es novedad. Yo hablando de las mismas cosas de siempre. Ombliguismo rutinario. ¡Vaya papeleta!

jueves, 3 de diciembre de 2009

Los pedos son graciosos


La cautividad en libertad se parece a la resaca. Está ahí por algo. Ser esclavo de su propio destino es duro para el hombre. Según quien lo diga, o Dios nos condenó a esta paparrucha con el libre albedrío (tecnicismo para ver cuan poco actúa la deidad en nosotros), o estamos jodidos, vaya. Pero aparte de eso, los pedos son graciosos. Si, aunque la libertad sea una meta gloriosa, lo prosaico de la ventosidad, el sonido del metano, la sutileza de fragancias hace que la escatología, o el humor gaseoso de WC, sea como un bálsamo en este erial llamado vida. Una cosa va relacionada con otra, no se crean. Vamos como el culo. Y he preferido lo liviano a los asuntos de más peso (ejem). Reza el epitafio a la falta de la libertad de la flatulencia: Por aguantar un peo, aquí me veo. Tumba entre cipreses que acumula acículas de pino y casa de arañas, al que un día se aguantó y el colapso funcional llegó como el que se pasaba por allí. Nada que ver con la del soldado desconocido o a los mártires del marxismo. Esto es como decía más prosaico, más llano, pues no todo el mundo es soldado, ni cura acribillado por los rojos, pero quien más y quien menos acude a la técnica, cual globo aerostático para descender, de rebajar presión y deslizar entre el orbicular esfínter ora un sonoro cuesco, ora un descalzo, sigiloso pero letal, ataque químico en forma de pedo espía. Y ¿por qué hablo de esto? No sé. Iba a hablar de la internet y de la ministra Sinde (coro ni vergüenza), de Ramoncín y sus mechas que le salen con la edad, pero para hablar de esas cosas, de rebajarnos a la altura de meros consumidores y no de bucaneros de la red, prefiero hablar de pedos. Pues ya decía el Niño de las Pesetas, un señor de mi pueblo, que: El que va a mear y no se pee, es como el que va a la escuela y no lee. La guarrería inherente a los movimientos intestinales es una cosa bastante más lógica que el mundo de podredumbre que nos rodea. Los sujetos se enrancian como el tocino, pero el tocino no puede hacer otra cosa, pero la gente si. Y esta gente, enemigo de los vacíos legales, de la libertad de ir y venir, quieren ponernos impuestos por todo. Llegará el momento que por peernos como niños chiquitos nos cobren el canon, pues la pedorreta se parecía sospechosa y flatulénticamente a una canción de Presuntos Implicados. Yo no estoy en contra de unos impuestos para hacer carreteras o pagar médicos (o por ejemplo, y lo digo al azar, para que la Junta de Andalucía saque 1200 plaza para Biología y Geología de Secundaria este año…), pero pagarles a unos señores que van en limusina y solo tienen que pensar en recortar libertades personales es un apañuzco muy pero que muy feo. Por eso a lo mío, a los pedos. Porque son graciosísimos.

Y no como otros.


Manifiesto En defensa de los derechos fundamentales en internet


Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:

  • Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
  • La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
  • La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
  • La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
  • Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
  • Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
  • Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
  • Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
  • Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
  • En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

 
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