La vida es sueño
Llevo tanto tiempo fuera que no sé ni lo que escribir. Tranquilos, voy a hablar de oposiciones, para variar. De hecho, como tantas miles de veces no sé ni de que hablar, solo que siento la necesidad de churretear el blog con algunas palabras, decir idioteces, meter paja y si sale algo de provecho bien, y si no también.
Me iba a acostar ya, pero temo de nuevo a mis sueños. Hasta esta tarde después de la siesta estaba contento. Merezco estar contento al menos un día, ¿no?, aunque el calor sea terrible, este un poco resfriado (el eterno feedback) y mi barriga no ande como para echar cohetes. Pero los sueños en la siesta son traicioneros. Cuando quieres borrar algo de tu mente e increíblemente lo consigues, el dios Morfeo con sus largas zarpas perfumadas, por adormidera y lorazepam, te hace cosquillas en los recuerdos y pasa lo que pasa, que le das vueltas después a las cosas.
Ustedes saben que no me gusta el autoengaño, y para no tener que recurrir a él lo que hago es borrar del disco duro… bueno, hacerlo archivo oculto… pero en el sueño no existe lo oculto, claro y hacen fiestas en un extraño sitio para decirte la nota que has sacado en el examen del domingo. ¡Opsss! Les estoy hablando de oposiciones, pero se darán cuenta que no tengo la culpa, pues en estado vigil apenas hablo del asunto (solo cuando me preguntan).
Todo esto es un sinsentido, pero lo voy a subir igual, pues tengo la sensación de que les tengo abandonados (la verdad es que si), pero comprenda, me juego el pan de mis hijos. No tengo hijos, ya lo sé. Pero me juego mi pan y mi sal. Y ya me estoy volviendo a poner un poco triste.
¿Por qué siempre hay que luchar?
¿Qué hay del principio de la parsimonia?
¿Pido demasiado al pedir la nada?
Definitivamente, la vida (sea sueño o ilusión, una sombra, una ficción) es defectuosa o algo, y perjudica seriamente a la salud.
Buenas noches.