lunes, 28 de enero de 2008

Pues bien. Ya han leído el título. En realidad, cuando escribo esto, el título aún no existe. Bueno, solo en mi cabeza, porque es una cosa que hago a posteriori con el Fireworks. Ustedes me conocen como escritorzucho, o como montajista, o humoristilla. También alguno sabrá que soy geólogo y también aprendiz de tipógrafo e impresor. Aparte he sido guionista de cortos, actor en dichos cortos, en alguna obra de teatro y poeta mediocre. Diseñador gráfico de saldo, existencialista de baratillo y como ven, bastante egocéntrico. Pero es mi blog y pongo lo que quiero, como diría una de mis ídolas, la Arándanos.

Pero durante el primer cuarto de siglo de mi vida, durante esos cinco lustros, esas dos décadas y media yo solo quise ser una cosa: dibujante de tebeos. Mi máxima ilusión era dedicarme a dibujar con mis estilógrafos y mis plumillas. Desde que tengo memoria y leía los Mortadelos y los tebeos de la editorial Bruguera he querido ser dibujante. He sido el típico niño pelmazo que he ido a mi madre a preguntarle una y mil veces: ¿mamá, que dibujo ahora?, y no es porque no tuviese imaginación, es porque también es un reto dibujar cosas que te digan los demás. Desde que tenía 10 años hasta los 18 dibujaba todo el rato fuese donde fuese, en casa, en clase, en invierno y en verano. Pero desgraciadamente para mí, siempre fui un dibujante, pero no un narrador. Cuando intenté algo más serio, algo más cuidado, mejor narrado, me salía una chufa. Dibujaba mucho al principio de la carrera también, pero por avalanchas… me lo tomaba demasiado en serio. Lo que hubiese dado por dibujar para El Víbora, revista fetiche para mi en lo que a tebeos se refiere. Tuve varias crisis de ansiedad dibujando, porque no me salía lo que quería, así que lo dejé. Cuando tenía alrededor de 25 años. Y no lo he vuelto a retomar. Ni volveré, que son dos cosas. Dibujo cositas, sobre todo en servilletas en los bares y cuando espero algo, en mis libretas de escribir. No creo que el noveno arte haya perdido gran cosa. Veo fanzines y cosas hecha por gente que dibujan y guionizan mucho peor que yo, pero cada uno tiene su baremo, digo yo. Yo solo sé que no volveré a dibujar un cómic en serio en mi vida, porque no quiero sufrir más de lo que sufro.

Ahora solo soy lector, un buen lector. Y un defensor a ultranza del tebeo como género, a pesar de muchas cosas.

* La foto no tiene ningún efecto "guay". Simplemente no he encontrado la que estaba bien revelada y he tenido que escanear esta que está sin pasar por el fijador... Las cosas de revelar en casa.

viernes, 25 de enero de 2008


Yo me acuerdo de cuando cayó el muro de Berlín. Y cuando Boris Yelsin se subió a los tanques. El socialismo se desmoronó en cuestión de años. De unos cuantos años locos. Hoy lo hemos olvidados, pero durante 40 y tantos años el mundo fueron dos bloques, lo que pasa es que la historia se rescribe a un ritmo increíble. Personajes como Lenin o Marx, que antes eran como dioses hoy se dan como tangenciales protagonistas en la historia en alborotadas clases de la ESO. A Fidel lo conocen todos porque sale por la tele y no sabemos cuando se morirá. Personajillos como Hugo Chaves están adquiriendo más notoriedad que los verdaderos adalides de las auténticas revoluciones. Dentro de 100 años cuando todo haya pasado y vivamos en el paraíso neoliberal rodeado de muros infranqueables para nuestra protección nadie, algún estudioso quizá recuerde quien fue Troski o Stalin. Los derrotados, derrotados están y ya hay nuevos enemigos, ya sea Osama o cualquier otro arabesco loco. ¡Ah! bueno, se me olvidaba Korea del Norte… esos simpáticos muchachos que no dejan leer 1984 a sus adolescentes…¿por qué será?

A mi me gusta acordarme de ellos. Y de los anarquistas y de los auténticos socialistas. Incluso de los falangistas. Cosas anacrónicas. Son las cosas que tienen las ideas, que pasan de moda. Hoy solo importa el vil metal. La política no son ideales, son distintas formas de robar, distintas formas de repartos. Hoy se habla de diálogo, de consenso, de pavadas por el estilo. Todo para crear un status quo de estabilidad cimentada en la economía ultraliberal, en los bancos y en las multinacionales. En las empresas y en los holdings. Beneficios y dividendos. Me gustaría pensar que antes, en esos regímenes de fantasía, de utopía, las cosas no fueron así. Pero yerro. Eran también malas, porque el ser humano es corrupto por naturaleza y la falta de libertad se paga. Hoy gozamos de la libertad del tonto inofensivo. Yo porque diga esto aquí no pongo en peligro el sistema. Pues dilo. Una y mil veces, dirán ellos. Mientras se llenan el bolsillo, con el dinero de una maquinaria engrasada con la sangre y el sufrimiento del obrero y del ciudadano, del que paga sus impuestos y trabaja honradamente. Del que mantiene la estructura sin que salten las alarmas.

martes, 22 de enero de 2008


Ya antes era consciente de que no era muy capaz de hacer muchas cosas a la vez. Ahora se demuestra. No he sido capaz de hacer una rutina que llevo haciendo durante la tira de tiempo, porque tenía que preparar unas clases y por el nerviosismo que esto suponía. Bueno, me dirán tampoco es tan grave. No. No es grave. Solo me percato de que mi mente no puede asimilar muchos conocimientos a la vez. Pero ¿eso es compatible con mi eterna búsqueda patatera de la verdad? No. No, no lo es. Soy un patatero. Cero, cero patatero (decir con acento de Aznar haciéndose el gracioso, por favor). El otro día, el sábado, me levante tarde. Me levantó mi sobrino Juanito. Me levanté a duras penas y salí de la habitación con los ojos pegados y mis chanclas. Mi sobrino chico tiene dos años y medio, pero es observador y me preguntó: ¿te vas a la playa? Yo mire mis chanclas de verano Nike de color negro y me pregunto por qué soy tan inútil. Todo el mundo tiene zapatillas de andar por casa. Yo solo tengo preguntas existenciales de andar por casa. Para andar cuando me levanto tengo unas anacrónicas chanclas de verano en enero. No sé. Soy un desastre. Me duermo antes de comer en el sillón. Supongo que será la medicación y levantarme temprano cuando no estoy acostumbrado. Pero me duele dormirme por ahí. Me fastidia no controlarme. ¿Por qué le doy vueltas a las cosas para después acabar en una habitación que es un imán para las botellas de plástico? ¿Síndrome de Diógenes? ¿Perrera?

Siempre me ha costado mucho hacer las cosas y quizás, solo quizás, esa perrera, esa falta de ímpetu sea que siempre he sido así, pero no me daba cuenta. Cuando levantarme me cuenta horrores, cuando el simple hecho de pensar lo que hacer mañana es como sacarme una muela, cuando no quiero que haya futuro, no sé, supongo que querrá decir algo.

Habrá que ser positivos. Hoy dan House por la tele. Ya he visto todos los episodios, pero no pasa nada si los vemos otra vez, ¡je!

domingo, 20 de enero de 2008


Interrumpo mi tarde de preparativos de mi clase de mañana de Riesgos Geológicos, para contarles mi déjà vu. Estaba esperando a que se imprimiese una cosa para llevar de chuletilla (son 5 A4 con letra de cuerpo 20, no sé si considerarlo chuleta) bueno... apunte, y miraba las cosas que llevaba yo desde la mañana sin bichear por la internet. Pues echaba un vistazo al myspace cuando he mirado la pantalla, he vuelto la vista para las hojas ya impresas y he sentido la sensación más fuerte de mi vida de que esto ya lo había vivido yo antes. La sensación me ha durado al menos unos 10 segundos y me he dicho: esto tengo que contarlo, y así de paso les explico lo de las clases del C.A.P. Voy a dar clase por primera vez en mi vida y no me encuentro muy bien. No puedo aprenderme las cosas de memoria y me trabo. Tengo la cabeza llena de trankimazines y de riesgos. A ver como sale. Si eso, ya les cuento. Ya les cuento como hago el ridículo delante de unos adolescentes.

Buenas tardes de domingo. Domingo, ese día…

sábado, 19 de enero de 2008



Copiado del fotolog de Niunoiz

Imaginas que cada vez que entres en un edificio le tengas que pagar al arquitecto?
¿O que cada vez que pases un puente tengas que pagar a la familia del ingeniero que lo calculó?
¿O cada vez que montes en avión al aeronáutico que lo diseño?
¿Y que me cuentas del médico que salva la vida a un enfermo. ¿Le tendría que pagar el afortunado sanado un euro al día por cada nuevo sol que ve salir al doctor por haberle curado?

Todos hacemos nuestro trabajo y no pretendemos que el del mes pasado nos lo paguen todos los meses hasta la muerte, pero nuestros artistas parece ser que son especiales...

La SGAE , y compañeros (entre ellos Ramoncín, Ana Belén, Fernando Arbex...), van a hacer rentable convertirse en creador de canciones en España, y a los datos nos remitimos. El nuevo canon que se nos prepara es abusivo e injusto, y aquí van unos ejemplos:

1 ordenador con 160gb de disco duro - 22 EUR de canon
1 regrabadora de dvd's de ordenador - 16,67 EUR de canon
1 impresora multifunción - 10 EUR de canon
1 cámara de fotos con memoria para 200 fotos - 9 EUR de canon
1 reproductor de dvd de salón - 6,61 EUR de canon
1 Equipo de música de salón - 0,60 EUR canon
1 línea adsl 1 MB - 35 EUR canon anuales
200 cd's vírgenes para grabar diversos datos - 50 EUR de canon
100 dvd's vírgenes para grabar diversos datos (140 EUR de canon)

En definitiva, que cualquier familia española con un ordenador pagará unos 303 EUR de canon al año. Antes no se sabía que era lo del canon, pero ahora nos vamos a enterar de sobra. Señores esto no es para paliar los datos de la piratería. Que expliquen qué van a hacer con este dinero.

Lo más increíble es que pagarás oigas música o no. Si una empresa compra 10 ordenadores para un departamento comercial, Ramoncín hace caja aunque no hayas oído en tu vida una nota de su casposo producto denominado por algunos música. Lo mismo le pasará al hospital comarcal, al colegio de turno o al ayuntamiento de tu pueblo.

¿Se trata acaso de mantener su incompetencia artística de forma vitalicia, mientras no son capaces ni de hacer un directo en condiciones, con canciones que llevan más de 20 años interpretando (las mismas)? Mientras hacen play back en la tele en especiales pagados por la televisión pública (como Miguel Bose) desplazando a los nuevos creadores, con más talento y ganas de trabajar.

Si este dinero fuese dirigido a la creación de escuelas, museos, o cualquier otro destino realmente a favor del mantenimiento y promoción del arte, se podría comprender. Pero no, el dinero que recauden es para los inscritos en la lista de los guays, y el reparto se hará por nº de ventas. Es decir, de nuevo ganará mas el que más venda, esto es, el que más tenga.

Firma si no quieres pagar esta burrada. La ley está debatiéndose en el congreso y pronto vera la luz si no hacemos nada al respecto.

TU FIRMA SI ES IMPORTANTE


Necesitamos 1.500.000 firmas y ya hay mas de 200.000.

lunes, 14 de enero de 2008


Tengo que luchar contra el sueño. Las pastillas que tomo me hacen tener una sensación de muermo muy rara. Pero bueno, supongo que se pasará a medida que pasen los días. Hoy desayunando he visto empezar Cromwell. Para mi Cromwell siempre será Richard Harris chillando. Me fascina ese personaje. El único jefe de estado no monárquico en Inglaterra en todos los años de su historia. Un tipo severo de costumbres, puritano, fanático y austero. ¿Sería Richard Harris así?

Yo creo que no. Los hemos visto en otras películas como Mayor Dundee o Un hombre llamado Caballo y no daba esa impresión. O en Harry Potter sin irnos demasiado en el tiempo. Mató a un rey afectado y petulante. Mató a Sir Alec Guinnes que también será para mí siempre Carlos I de Inglaterra, aunque sea a la vez Obi Wan Kenobi. O sea, Cromwell y Darth Vader mataron a la misma persona. Estoy mezclando los términos, si.

Oliver Cromwell es para unos, regicida y mal nacido, y para otros, un titán de la libertad, lo cual nos conecta con lo que es la objetividad, la verdad o las verdades, que pueden ser muchas, variadas y mutables a través de la vida. Un amante de la libertad que machacó a los católicos irlandeses y utilizó estratagemas crueles incluso desde la óptica del siglo XVII. Un hombre lleno de contradicciones que pasó de campesino a jefe de naciones. Me interesan mucho las sectas protestantes, que han hecho que el mundo sea el que tenemos, en mucho mayor medida que la Iglesia Católica. Las sectas protestantes dominan el mundo junto a los judíos. Estamos hablando de poder económico y estratégico. Las multinacionales y los bancos, las agencias de información y secretas del mundo son protestantes, puritanas. O judías. Los católicos se llevan poco del pastel, y si se llevan algo es por la mafia italiana o los tejemanejes vaticanos.

Por que en este mundo las ideas que movieron a Oliver Cromwell siguen más en boga que las que desarrolló Darwin, por poner un ejemplo. Su puritanismo es lo que rige aún la nación más poderosa del mundo, y lo que determina sus políticas, lo que dicta que nosotros ayudemos a invadir países o busquemos armas imaginarias. Cromwell ganaría las primarias de cualquier estado americano. Era un tipo apuesto, le gustaban los soldaditos y eran un patriota. Y sus trajes. Sus trajes molaban un montón. Lástima que fuera inglés. Y que no se callara lo que opinaba tampoco. Y eso muy de político actual, no es.

viernes, 11 de enero de 2008


Sentado en la esquina del bar contemplaba la vida que pasaba sin armar ruido. Bueno, es un decir. La tele sonaba a toda voz y la máquina tragaperras cantaba premios sin que nadie echara ni una perra gorda. Fuera, en la calle, la gente miraba absorta hacía el cielo, pues parece que algún fenómeno meteorológico adverso se aproximaba por el horizonte. Nubes negras predije, cuando se encendió el alumbrado público. Las luces del bar también se encendieron. La gente entraba y salía sin dar demasiada importancia a mi presencia. Alguno me saludaba, eso es todo. Yo apenas ayer era uno de ellos, uno más de la marea humana que iba y venía, que no paraba quieto. Un organismo dinámico dentro de una sociedad de seres en movimiento. Hoy era diferente. Todo había cambiado. Bueno. En realidad, nada había cambiado. La vorágine humana seguía. Esa no pararía jamás, hasta que el sol explotase. Las hojas caían de los árboles pues era la estación que tocaba, y las gotas de lluvia empezaban a desplomarse sobre las aceras y los coches, sobre los tejados y los perros que corrían por las calles, en busca de cobijo. Pero yo si era diferente. Absorto miraba al frente incapaz de moverme. Nada me impulsaba a hacerlo, nada me reclamaba en ningún otro sitio. Solo yo, sentado en una silla con los codos apoyados en la mesa, un vaso de cacao instantáneo y un plato con un dulce de bollería industrial a medio roer. Las horas pasaban y la bulla decaía, igual que la prisa, igual que la luz, al contrario de la lluvia que arreciaba con la llegada de la tarde. Algo me impulso a levantarme. Quise pagar la consumición de algunas horas antes, y el camarero me dijo que no era nada, que invitaba la casa. No le iba a discutir. Ningún día hubiese merecido la pena y hoy menos. Me ofrecieron un paraguas y lo rechacé. Quería sentir la inclemencia, ser azotado por los elementos. No sé si me lo merecía, pero me apetecía. Salí del bar y me fui a casa dando rodeos por manzanas inexploradas.

Esa noche cuando el camarero barrió el bar. Aparte de colillas, sobrecillos de azúcar, servilletas usadas y otros deshechos, acumuló en su recogedor todo mi ímpetu, todas mis ilusiones y esperanzas, que fueron a parar a un container, con la demás basura. Cuando los basureros pasaron uno le dijo al otro, más joven:

- Aquí va otra vida deshecha.

- ¿Cómo lo sabes?

- Uno es viejo en este oficio.

miércoles, 9 de enero de 2008


El frío de la madrugada entra por las rendijas. Sé que he empezado a escribir más de una vez y de dos con esta frase. La madrugada está avanzando y es lo más llamativo la verdad. El sol se apagó hace ya mucho rato. Las luces del crepúsculo que apenas acariciaron los cerros durante unos minutos son ahora quizás solo el recuerdo de las lechuzas y de los animales del aire. Los animales en el campo estarán acurrucados en sus madrigueras, en sus nidos, en sus cubiles. Los humanos dormitan en nuestras franjas horarias esperando quizás que el día llegue, o que el día no llegue jamás. Yo espero sentado en mi silla naranja que el sueño químico llegue. No quiero dormirme. Si me duermo ya será mañana, y yo no quiero que sea mañana. ¿Me estaré convirtiendo en un reaccionario? No sé. No quiero que llegue el mañana. Puede ser mejor o peor, ya lo sé. Pero, ¿y si es peor? Y si definitivamente no reúno las suficientes ganas para echar el pie en tierra, y tener ese contacto duro, frío, amargo, con la realidad, de la que nos protegió las calientes sábanas y los pesados cobertores.

Mientras saboreo un caramelo de naranja de la cabalgata de los Reyes Magos de Oriente en su paso por mi calle, como todos los años, echo la vista atrás y pienso que cualquier tiempo pasado fue mejor. Y no es cuestión de juventud. Es cuestión de que las ganas hoy flojean. Y si no tienes ganas de vivir, hasta respirar es un reto.

Menos mal que es un acto reflejo del cuerpo.

Que si no…

martes, 8 de enero de 2008


Los mecanismos de escritura son diversos.

Supongo que cada uno escribe de lo que le motiva. Lo mío son mis bajones, los domingos, los momentos buenos, los libros que leo, mis sueños (actualizo: mis sueños de cuando duermo; yo ya no tengo sueños de soñador ñoño, jojojo) y las pequeñas vivencias que me ocurren a diario. No tengo grandes proezas que contar, no salvo vidas, ni almas, ni tan siquiera países, como el padre de un amigo mío pretendía. Estudiad mucho, que tenéis que salvar España. ¿De qué? –pregunté yo-. No me contestó Don Juan Moreno. Mis cotidianas aventuras son tan prosaicas y humildes que son incluso buenas para la escritura. Ir al video club a devolver películas y hablar sobre los cielos de los pintores flamencos de paso, hablar de cuando me poseyó el espíritu de Kafka porque trabajé en una oficina o de House, o de la Imprenta “La Gutenberg”. De mis noches de insomnio, de los camiones aparcados en mi calle, del dichoso tráfico, tan malo, imposible de regular por la desidia y la irregularidad de las multas de los agentes de la ley. He escrito también ficción, basándome en mi buen amigo Lovecraft. También últimamente en Orwell. Y de mi propia invención, que no es mala, pero que produce una literatura bastante mediocre. Y es que pienso que lo que me queda mejor es la realidad, la bitácora pura y dura. Las tonterías que me ocurren a mi. Quizá sea porque como buen depresivo soy egocéntrico, o porque me conozco bien o porque es una cosa original. Al final va a resultar que todos vamos a ser especiales, jejeje, como decía la mamá de Los increíbles. Yo no lo creo. Ustedes tampoco, creo. Y me olvidaba de la historia inconclusa del hombre cursi, que les prometo continuaré algún día, de verdad. Nos quedamos con el Inspector Pellicer luchando contra el crimen y contra el diablo. Era un buen hombre el Inspector Pellicer, teniendo en cuenta que era un inspector de tiempos de Franco, pero no olvidemos que en sus tiempos había sido mago, y que era un enfermo de amor. Y los enfermos de amor que han sido magos alguna vez en su vida no son mala gente del todo.

Y he hablado, como he dicho antes de mi mismo. Yo como tema central. Una excusa más para llenar renglones, párrafos y posts.

Espero no ser muy pesado. Espero que no se harten de leerme. Hay gente que parece que no, y que son fieles. Otros se van, es ley de vida. Pero a todos agradezco que se hayan pasado por aquí alguna vez. Todos han contribuido a que el blog de Mameluco. Un blog que ni es moderno, ni habla de cosas guays, ni de últimas novedades ni de nada de eso, pero que es al menos, y eso espero, tremendamente sincero, tremendamente personal. Y a veces, también espero que sea, divertido, que es de lo que se trata.

sábado, 5 de enero de 2008



Hemos estado hablando los últimos posts entre bromas del anarquismo burgués. Y he querido buscaros un textito de Bakunin como regalo de Reyes… Los marxistas siempre encuentran similitudes repugnantes entre el anarquismo y la burguesía, pues ambas posturas son profundamentes individualistas y enemigas de un estado fuerte, ya sea democrático occidental(pseudodemocracias neoliberales más o menos moderadas) o democrático popular (que bonito eufemismo de “terrible dictadura del proletariado”). Con él les dejo. Les advierto que se sentirán sobrecogidos cuando descubran cuanta razón lleva el hombre en ocasiones, jejeje…



En una palabra, rechazamos toda legislación, toda autoridad y toda influencia privilegiadas, patentadas, oficiales y legales, aunque salgan del sufragio universal, convencidos de que no podrán actuar sino en provecho de una minoría dominadora y explotadora, contra los intereses de la inmensa mayoría sometida.
He aquí en qué sentido somos realmente anarquistas.

...........

¿Se desprende de esto que rechazo toda autoridad?

Lejos de mí ese pensamiento. Cuando se trata de zapatos, prefiero la autoridad del zapatero; si se trata de una casa, de un canal o de un ferrocarril, consulto la del arquitecto o del ingeniero. Para esta o la otra, ciencia especial me dirijo a tal o cual sabio. Pero no dejo que se impongan a mí ni el zapatero, ni el arquitecto ni el sabio.

Les escucho libremente y con todo el respeto que merecen su inteligencia, su carácter, su saber, pero me reservo mi derecho incontestable de crítica y de control.

No me contento con consultar una sola autoridad especialista, consulto varias; comparo sus opiniones, y elijo la que me parece más justa. Pero no reconozco autoridad infalible, ni aun en cuestiones especiales; por consiguiente, no obstante el respeto que pueda tener hacia la honestidad y la sinceridad de tal o cual individuo, no tengo fe absoluta en nadie.

Una fe semejante sería fatal a mi razón, la libertad y al éxito mismo de mis empresas; me transformaría inmediatamente en un esclavo estúpido y en un instrumento de la voluntad y de los intereses ajenos.


Extracto del Trabajo, Dios y el Estado de Mijaíl Alexándrovich Bakunin (Михаил Александрович Бакунин) que como se darán cuenta es tocayo mío, que se llama Miguel. Le pongo el enlace de la Wiki en inglés que es más completo que en español.


YO ELIJO QUE SI, QUE BLOGEO... jejeje

jueves, 3 de enero de 2008


Vamos a ver. ¿The times they are a changing o Time are changin´ back? Bob Dylan Vs. Bob Roberts. Al cantante judio de Minnesotta lo conocemos todos. Su mensaje también. A Bob Roberts ya no lo conoce tanta gente. Entre otras cosas porque es un invento, un invento genial de Tim Robbins. Y es una dicotomía. ¡Oh! ¡que palabreja más engorrosa!


La cuestión es si el mundo está cambiando. Bueno, cambiar si cambia, ¿pero a peor o a mejor? La respuesta está en el viento o debajo de un tanque. Ambas cosas pueden ser verdad a la vez. Como el gato de Schrödinger puede estar vivo o muerto o vivo y muerto. El frente de los malos cada vez es mayor, más grande, más sólido y mejor pertrechado. Pero para lo que algunos es falta de libertad y atrocidad, para otros es libertad duradera y bonanza económica. Lo que les decía, el gato está vivo y muerto.

Volviendo a Bob Roberts - peli que recomiendo encarecidamente que obtengan de cualquier modo, sea legal o alegal - es el nuevo estilo de hacer política en el mundo occidental. Infundir el miedo. Está muy visto pero es así. Manipular hasta decir basta. El tal Bob es un político que se ha hecho millonario vendiendo bonos basura en la bolsa, y además es un cantante folk de éxito. Todo esto a principios de los 90, no lo olvidemos. Cogiendo las típicas tonadas de este estilo musical, las lleva a su terreno, el de la derecha ultraliberal americana, creando unos videos musicales y unas canciones patrioticas realmente geniales. Y se presenta a las elecciones. La película es un falso documental sobre los teje manejes de la campaña y es realmente espeluznante lo parecido a la realidad que debe de ser. No os destripo la película para que la veáis los que no lo hayáis hecho. Bueno, la cuestión es que esa visión ultraliberal del mundo es la que hoy nos invade. Viendo a cualquier ministro de Hacienda de un país occidental (sea del partido que sea), leyendo Libertad Digital o viendo documentales americanos en el Canal de Historia. Los pobres son pobres porque quieren. La libertad es lo mejor siempre que esté dentro de los parámetros que se ajusten a los que determinan dichos parámetros. Y así todo. Y yo creo que el mundo retrocede. Cuando las derechas (por así llamarlas) escuchan algo de sentido común (ya sea reparto equitativo de las riquezas naturales, ya sea evolución, ya sea sociedad laica) nos llaman radicales. Yo, que di por perdida la batalla hace ya tiempo, me indigno aún con las tornas neoliberales que está tomando la derecha española, que mezclado con su sabor a sacristía de siempre, están creando un cóctel explosivo. Ya no hay que decir eso del centro. Ahora se dice, soy de derechas ¿y qué?, lo cual me parece perfecto, porque así nos conocemos todos. Yo, que ya no corro el riesgo de que me digan que voy con Zapatitos, o con los comunistas trasnochados o con ninguno, porque ya me declaré, o casi, anarquista burgués el otro día, por decir algo, solo puedo decir que me dan asco. Los políticos en general, y los neoliberales-consevadores en particular. Que todos van a robar lo tengo asumido (la avaricia humana es lo normal), pero que vayan a robar asumiendo que es lo mejor para todos es el recopetín.

Lo mejor es ni mirarlos. Otro día hablaremos de estos socialistas que se llevan tan bien con los empresarios y con los jefes de las multinacionales, que ya les vale a esos “vendepatrias”.

Sé que he sido un poquito demagogo, pero me da igual. Que se vayan todos por donde amargan los pepinos.

 
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