Miren que cosa más chula. Y miren que odio la mayoría de los peluche (aunque tengo un babuino y un mamut, que me gustan a mi), pero estos son geniales.
Para regalar a ese pesado que se cree amigo intimo suyo en su cumpleaños, o a esa niña que es una demonia en el día de su comunión. Hay muchos, gripe, malaria, peste... de todo vamos
¡Que bueno!