Hoy he soñado que había una feria. Una feria religiosa. No sé como, pero todo empezaba en un río, cerca de casa. En un meandro abandonado, mujeres con vestidos de flores, autentica white trash, jugaban y decían discursos acerca de Jesús. Yo miraba absorto, y me dirigí hacía una nave que estaba llena de cosas. Pequeños stands destartalados con juegos de azar, libros y serpientes y otros animales. Había muchas serpientes, eso si estaba claro, y oía mal. Un par de rednecks tenían un juego para ganar una Biblia. Pero como ya hemos aprendido de las experiencias propias, y con los Simpsons, los feriantes son de armas tomar. Se suponía que una de las pequeñas piezas de alambre, que formaban una especie de puzzle, se tenía que levantar. Valía un euro la tirada. Ofrecí 50 y no me aceptaron la jugada. Había menos de 50 estructuras de alambre, y demostraría que todas estaban fijas. Les reproche que el libro que regalaban contemplaba el robo como pecado y se quedaron con una sonrisa estúpida. Rebuscando vi discos y no sé porque me compre uno de Bobby Darin. Cuando lo abrí era un circulo gordo, de pizarra, en excelente estado, con una galleta de llamativos colores. Después hubo una especie de reunión del cinturón de la Biblia y ya me acuerdo de poco más.
Los tiempos en los que se sueñan determina el mundo vigil. Tengo el recuerdo de todas estas cosas como si hubiesen pasado hace tiempo, pero que son de verdad en mi memoria. Supongo que a todos nos pasará lo mismo.
1 comentario:
Los sueños en general molan mazo.
Tus sueños en particular molan mazo mazote.
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