Esta mañana cuando he encendido el ordenador me he encontrado con que mi primo me había mandado un artículo sobre Panero. Panero, Panero.
Panero está más cuerdo que loco. Está chiflado, eso sí, pero su eterna rebeldía (muchas veces inducida por la paranoia) es un acicate para el poeta, para el escritor, sea bueno o malo, conocido o ignoto en el más remoto de los anonimatos. Yo descubrí a Panero por el mismo que hoy me manda el link de El País. La poesía de Panero es sugerente. A mucha gente le atrae más la persona. Y en mí se mezclan ambas cosas. Sus versos son milimétricos, buscando el afán gongorino de la palabra exacta. Más que lo que cuenta, lo que escribe. Y su prosa es desquiciada y referencial, pomposa y loca, pero no la locura de manicomio y electroshock; es loca por el torrente de datos, por los temas, por la crudeza y por el dolor. Yo no soy crítico, ni lingüista, ni filólogo, es más, suspendí el examen de lengua en selectividad, pero creo que a Panero, el personaje, le superan sus libros. Es muy interesante, y todo aquel que haya visto “El Desencanto” sabe por qué. Los que lo hemos seguido por sus peculiares entrevistas en los periódicos hemos visto su deterioro, y el de sus hermanos, hijos malditos del laurel ya caduco de un padre muy español y poeta. Y ahora nos cuenta que le sigue persiguiendo la CIA y que los viandantes le mandan mensajes telepáticos. La muchachada gafapasta le adora, claro. Igual que adoran a Bukowski (que a Panero aburre solemnemente por lo que antes he dicho de su momento Góngora). Porque les encanta el hechopizco que escribe y tiene una vida fusilada por las circunstancias. Pero creo que hay que ir más allá. Y no me refiero a la persona, que no deja de ser un pobre viejo, loco a ratos, destruido física y moralmente. Lo importante es su obra. Es con lo que nos tenemos que quedar.
Nos atraen los desterrados. Buk es un borracho que pegaba a las mujeres de la vida. Que guay. Pero ese Charles Bukowski con su Mac y sus carreras de caballos, el que se preocupa por las bibliotecas, y el que escucha música clásica es también Bukowski, y es igual de bueno, malo o regular. ¿Deja de ser mejor “La Conjura de los Necios” porque John Kennedy Toole se suicidara con monóxido de carbono? No lo creo. Las cosas que nos pasan determinan lo que escribimos y hacemos, y ciertas cosas escabrosas nos dan más temas a los que agarrarnos. La locura, el alcoholismo o el ostracismo no hacen buenos escritores, simplemente hacen que muchas veces lo único que quede es la literatura. Y entonces se juntan las hambres con las ganas de comer.
Y a Leopoldo, cuando muera le llevará la ministra de cultura un ramos de flores, como la gente tararea “Walk on the wild side” en los supermercados.
Articulo de EL PAÍS
UN LOCO TOCADO DE LA MALDICIÓN DEL CIELO
Un loco tocado de la maldición del cielo
canta humillado en una esquina sus canciones hablan de ángeles
y cosas que cuestan la vida al ojo humano la vida se pudre a sus pies como una rosa y ya cerca de la tumba, pasa junto a él
una princesa.
Poemas del manicomio de Mondragón"
UN LOCO TOCADO DE LA MALDICIÓN DEL CIELO
Un loco tocado de la maldición del cielo
canta humillado en una esquina sus canciones hablan de ángeles
y cosas que cuestan la vida al ojo humano la vida se pudre a sus pies como una rosa y ya cerca de la tumba, pasa junto a él
una princesa.
Poemas del manicomio de Mondragón"
3 comentarios:
Tiene usted, señor mameluco, un pequeño homenaje del señor botijo esperándole ansioso.
Panero me gusta especialmente, pero no por lo que quieren hacer de él, sino por sus poemas. Lo vi en Huesca, en un salón lleno a rebosar (realmente estaba en la puerta de entrada y había en los pasillos dos televisiones para ver el acto de homenaje), y no puedo saber la cantidad de veces que se levantó directamente y según sus palabras: "Me voy a mear". Claro que es lo de menos, porque tiene, no hay duda, mucho gancho.
También me he encontrado hoy con Panero al abrir el periódico y la verdad es que todo lo que tiene que ver con él y con sus historias siempre me impresiona y/o conmueve...
Escribe muy bien pero no había oído nunca la palabra "hechopizco" jajajaj
Puesto ya lo tengo a usted a los pies de mi señora, en el saloncito azul, junto a la biblioteca, como una piel de oso sintético junto a la chimenea. Todas las visitas y los visitos disfrutan viéndole con su figura colosal e irrepetible llenando el suelo de mármol como si tal cosa.
Küss die Hand! que dicen en las Alpujarras y en el nuevo lander de Majorka.
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