martes, 15 de marzo de 2011

Tsunami de ignorancia


La ignorancia, y créanme lo que les digo, es muy osada. Hablar de lo que no se sabe es lícito, normal y hasta cierto punto enriquecedor, si es que te da ocasión de aprender o comprender cosas que desconoces. Pero de la ignorancia a la tontería hay una línea muy delgada. Secante.
Yo cada día estoy más desinformado de todo. No leo los periódicos casi nada y telediarios veo los justos, y porque están puesto a la hora de comer o en la cena. No diré si es bueno o es malo, pero mi principal herramienta informativa es el Facebook, jojojo. Como para fiarse.
Ahora el show está en Japón. Antes fue Haití. Hace algunos años Sumatra. A la gente le gusta mirar como llegan las olas gigantes y mueven barcos y coches como si fueran de juguete. Y la central nuclear. ¿Cuántos muertos van? ¡Ay, pobres! ¡Mira ese montado en un tejao! Esto es horrible.
No sé si es porque seré un tipo frío (creo que no lo soy), miro las catástrofes naturales como un handicap de la Humanidad. Están ahí y de vez en cuando toca. No es que no sienta que las gentes pierdan sus casas, la vida o su familia, pero el golpe es asumible. Parezco un banquero haciendo balance, pero nada más lejos de mi propósito. Yo, por estudios, sé y acepto los riesgos que corremos por vivir en un mundo activo y cambiante. Bien es verdad, que aunque haya mentecatos que lo nieguen, el cambio climático hace que huracanes, tifones e inundaciones se den con más frecuencia. Pero vengo oyendo, quizás con demasiada recurrencia, así en plan sentencioso que nos estamos cargando el planeta y por eso pasa lo que pasa. O sea, dan a entender que el terremoto y el posterior tsunami es porque nos estamos portando mal con la Tierra. Si, se que me habrán leído ya muchas veces esto, pero… ¡es una pamplina tan grande! Lo que pasa en los bordes de placas tectónicas son asuntos no humanos. Nuestro planeta tiene sus ritmos, sus movimientos, su dinámica propia. El ser humano se puede cargar una playa, construyendo como el culo (sobran ejemplos), puede contaminar ríos, mares, montañas y suelos, pero les aseguro que no bajan al centro de la Tierra a pegar patadas al núcleo terrestre. Vamos a ver. Los tsunamis se llaman tsunamis por algo. Si se diese mucho en España se llamaría olón, olaza, ola del copetín o lo que a ustedes se les pueda ocurrir, pero viene del del japonés tsu (津): ‘puerto’ o ‘bahía’, y nami (波): ‘ola’; literalmente significa ‘ola de puerto’. Lo que viene a ser un maremoto. O sea que el mar se mete en los puertos (que suelen estar poblados, claro) y arman la de Dios es Cristo en un quíteme allá esos grados Richter. Pero el hombre puede ser culpable de vivir al lado del mar, y de poco más, en estas ocasiones.
Después están los imbéciles ya redomados, radicales y soplagaitas que dicen que la Tierra es un ser vivo (Gaia) y que así muestra su frustración ante los humanos, de malos que somos con ella. Los volcanes son las lágrimas de la Tierra, y así sucesivamente.
Remontemos atrás en el tiempo. Imagínense un sitio desolado, más negro que el sobaco de un grillo, inerte. Eso era nuestro planeta hace miles de millones de años. Lo que había era lava solidificada. ¿Por qué lloraba la Tierra en aquellos tiempos en el que ni siquiera existía la vida? ¿De encontrarse sola? Si tenía a la Luna y a los demás astros de comparsa. No sé. Creo que digo perogrulladas tan grandes que les estaré aburriendo, pero a lo mejor no es tan así. Los procesos volcánicos siempre han existido en la Tierra, e incluso se presentan fuera de nuestro pequeño punto azul pálido. Hay volcanes de hielo en Europa, la gélida luna de Júpiter, el monte más alto del Sistema Solar es un volcán apagado llamado Olimpo, que está en Marte. ¿Esos planetas también lloran por la civilización? Terremotos ha habido, hay y los habrá, hasta que eso que llamamos los geólogos tectónica de placas se pare, cosa ésta que parece que no va a suceder en próximos tiempos.
¿Por qué no dejan de decir idioteces? Yo apenas se nada de literatura china. Pues me callo. Pero como es tema de conversación morboso allá que nos ponemos a darle a la sinhueso a tumba abierta.
Japón es un país fuerte, que puede soportar la catástrofe. No es Haití, cuyo terremoto fue la culminación de una serie de desgracias de todo tipo.
Cualquier guerra es más espantosa que esto. Hombres contra hombres por intereses cicateros. Eso si es para echarse las manos a la cabeza. Pero ante la pertubadora fuerza de la naturaleza tan sólo cabe el asombro y la admiración. Nos demuestra lo frágiles que somos, que somos unos mierdas, que nos creemos los amos y sólo somos unos que pasamos por aquí.
Y que por H o por B sucumbiremos tarde o temprano.

6 comentarios:

Ster dijo...

muy interesante y muy cierto lo que dice usted, señor Mameluco.

Tengo interés en esto de la tectónica de placas, puede recomendarme alguna lectura (fácil)? O algún artículo colgado en la red..

Además de esto que dice usted, de la ignorancia del ser humano, y de lo fácil que resulta quedarse mirando el morbo de la tele (ay, es que el otro día se me ocurrió ver el telediario de Antena 3... )
Pues como le digo, además del morbo que produce esto, me permito realizar un apunte.

Aprovechando el morbo que desprende y con total intención de desviar la atención, nos bombardean con información e imágenes del Tsunami y ya nadie se acuerda de que en la antigua Cartago hay un auténtico problemón, que nos va a costar muchísimo más caro que un Tsunami, y del que se informa mucho menos.

Qué suerte va a tener el señor Gadafi y sus secuaces (políticos de alto nivel y gentes de gran poder) de que no nos enteremos de cómo, nuevamente, se van a crear nuevas relaciones de alta política y relaciones comerciales nuevas, que taparán nuevamente (como ya ocurrió en los 80) todo lo que allí está pasando.

Me permito hacer este apunte a colación del evocador título de su post. Tsunami de IGNORANCIA. Ignorancia de todos, querida por muchos y aceptada por todos.

Y perdóneme la intromisión, son las cinco de la mañana, no puedo dormir, y me tengo que levantar temprano.

Diego Luis Urbano Mármol dijo...

Si, si. Usted dirá lo que quiera, pero esto tiene que ver más con lo divino que con cualquier teoriucha de tres al cuarto.

Mameluco dijo...

Ster no sé que libro recomendarla para ver todo esto, y que no sea muy técnico. Seguro que los habrá, pero no los conozco.

Cuando digo que desconecto y no veo informativos, también lo hago de los problemas de los países árabes, que tampoco me importan demasiado. Perdone mi franqueza, pero el siguiente comentario al que tengo que comentar me ha puesto de muy mal café.
Que se informe quien quiera, hay muchos medios hoy, querida Ster para estar informada de todo lo que se quiera.
También en eso se cae en el morbo y en la instantaneidad del evento.
Yo solo veo el problema de que seguirán siendo musulmanes, y los imanes seguirán mandando.

Yo acepto la ignorancia. No acepto la pseudociencia. Cada uno a lo suyo.

Diego Luis sabe como hacer daño en el sitio donde soy más vulnerable. Es mi blog, y soy dueño y señor de todo esto.
Su comentario me parece desacertado, denigrante para la ciencia, puesto solo para ponerme de mala baba, cosa que ha conseguido con creces. Gracias por amargarme el día.
Es, como el título del post, un tsunami de ignorancia.

Ni siquiera sé si es su opinión de verdad. Espero que no, que solo sea para quemarme la sangre. Me la ha hecho sangre frita, que lo sepa. Y con mis fluidos no nos vamos a ir de perol.

Diego Luis Urbano Mármol dijo...

Lo que tenía que haber hecho usted Sñr Miguel, si tanto le ha molestado, es tirar el comentario a la papelera.
Y la próxima vez ponga usted que se abstengan los “no aduladores” y los creyentes en “los Dioses”.

Diego Luis Urbano Mármol dijo...

Le he respondido la primera vez porque después de leer su comentario pensé que era necesario. Lo he escrito en el mismo tono y al hilo del primero. He tardado, no piense que era por no saber lo que poner, sino por falta de tiempo. Cuando he podido, he escrito lo que la mente me ha dictado en ese momento. No piense que es parte de un plan.
Es y era una respuesta con cinismo a otra teoría que uno no puede negar que existe y que por supuesto no tengo interés ni en este blog ni en otros discutirlas, pues yo y obligado a posicionarme en cosas de dioses y no de religiones soy bastante particular y ambiguo.
Y de nuevo me veo en la obligación de escribir cuatro cosillas.
No es mi intención el enfrentarme a usted con la pluma, pues parto en una posición manifiestamente inferior, ni siquiera con la espada (FB), pero como nunca he sido falto de ideas (otra cuestión seria si son acertadas) intentaré plasmarlas.
Si usted piensa que yo por la mañana echo las redes haber quien cae para mofarme de él, está usted más que equivocado. Así que si usted piensa que yo lo utilizo como blanco y lo veo como usted dice (Yo seré un payaso (usted me ve así, diana de mofas y chanzas hasta el infinito y más). Vuelve a estar equivocado
No he sido yo, ni antes ni ahora, el que ha trasportado este tema al Facebook.
Se yo muy bien, cual es el sitio de las cosas. De hecho no quise entrar en discusión por este tema, solo lo justito y abandoné.
Yo, que también soy una personita, tengo otras manías. Yo soy bastante dado a la flagelación, cosa que no se va producir esta vez y menos por este tema.
No señor Miguel, no se pierden los amigos como se pierden las canicas, y le puedo asegurar que soy el mismo que antes de hacer el comentario.
Procuraré en los próximo post que no sean de narrativa en su blog y que sean de cuestiones físicas o éticas abstenerme.
No será así en Facebook, pues pienso no ha sido afectado este medio. Usted dirá.

Mameluco dijo...

La cuestión Diego, es que a mí me afecta. Y te lo digo de verdad.
Me veo en ese papel de payaso al que todos le dan, pero quizá ese problema es mío, no tuyo.
Yo no quiero cuartar la libertad a nadie, pero tampoco quiero que cuando diga yo para, se siga. Y cuando digo para es porque por cualquier cosa me molesto -aunque no sea culpa nada más que mí- y hay que ser un poco clemente conmigo en esos momentos. El problema es que después de leer algunos comentarios y contestar, yo ya no soy el mismo -porque no estoy demasiado bien-.
Sigue siendo asunto mío, claro.

Tienes vía libre para ser cínico vaya. Pero es por mí, como favor personal, porque lo paso mal.

El el facebook dígame lo que quiera. No le tengo tanto cariño como a este espacio verde manzana.

Yo es que ni siquiera me enfado, solo me da ansiedad, un cabreo pasajero y tristeza, mucha tristeza.

Espero que sepas comprenderme. Si me he pasado en algo perdona. Pero es que estoy pasando momentos delicados.

 
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