martes, 29 de junio de 2010

La vida es sueño


Llevo tanto tiempo fuera que no sé ni lo que escribir. Tranquilos, voy a hablar de oposiciones, para variar. De hecho, como tantas miles de veces no sé ni de que hablar, solo que siento la necesidad de churretear el blog con algunas palabras, decir idioteces, meter paja y si sale algo de provecho bien, y si no también.

Me iba a acostar ya, pero temo de nuevo a mis sueños. Hasta esta tarde después de la siesta estaba contento. Merezco estar contento al menos un día, ¿no?, aunque el calor sea terrible, este un poco resfriado (el eterno feedback) y mi barriga no ande como para echar cohetes. Pero los sueños en la siesta son traicioneros. Cuando quieres borrar algo de tu mente e increíblemente lo consigues, el dios Morfeo con sus largas zarpas perfumadas, por adormidera y lorazepam, te hace cosquillas en los recuerdos y pasa lo que pasa, que le das vueltas después a las cosas.

Ustedes saben que no me gusta el autoengaño, y para no tener que recurrir a él lo que hago es borrar del disco duro… bueno, hacerlo archivo oculto… pero en el sueño no existe lo oculto, claro y hacen fiestas en un extraño sitio para decirte la nota que has sacado en el examen del domingo. ¡Opsss! Les estoy hablando de oposiciones, pero se darán cuenta que no tengo la culpa, pues en estado vigil apenas hablo del asunto (solo cuando me preguntan).

Todo esto es un sinsentido, pero lo voy a subir igual, pues tengo la sensación de que les tengo abandonados (la verdad es que si), pero comprenda, me juego el pan de mis hijos. No tengo hijos, ya lo sé. Pero me juego mi pan y mi sal. Y ya me estoy volviendo a poner un poco triste.

¿Por qué siempre hay que luchar?

¿Qué hay del principio de la parsimonia?

¿Pido demasiado al pedir la nada?

Definitivamente, la vida (sea sueño o ilusión, una sombra, una ficción) es defectuosa o algo, y perjudica seriamente a la salud.


Buenas noches.

6 comentarios:

Diego Luis Urbano Mármol dijo...

Decía, hace tiempo !uno! de una culebra algo así:
Y teniendo yo más vida tengo menos libertad.
SAlu2.

Mameluco dijo...

¡Segismundo semos tós!

PMM dijo...

Yo me he preguntado muchas veces lo mismo ¿por qué siempre hay que luchar? Pues porque sí, porque no hay otra ¿Será por eso de que nos ganaríamos el pan con el sudor de la frente? Ay, la culpa de todo al final va a ser cierto que la tenga Eva.
Pero hoy entre todas las perlas que has soltado, me quedo con que el dios Morfeo te hace cosquillas en los recuerdos.

ALBERTO GAY HEREDIA dijo...

No soy muy amigo de las disquisiciones filosofales(me provocan rebeldia).Me atreveré en este caso:si asimilamos lucha a inconformismo, mas que necesaria, la considero imprescindible.Siempre hay que intentar, al menos, cambiar aquello de nuestro entorno inmediato que no nos gusta. No siempre se consigue, las circunstancias nos sobrepasan, nos determinan, nos condicionan...hay que arrojar la toalla. No se trata de claudicación, ni de resignación, mas bién de adaptación.
El trabajo remunerado no deja de ser una necesidad puramente alimentaria, que nos resta mucho tiempo para hacer lo que relmente nos gustaría. Adaptemonos pues, no nos queda mas remedio que seguir luchando por ese sabroso plato hondo de habichelas con testuzo regado por unos vasos de vino de la tierra. Si no te conformas con eso y aspiras a un suntuoso apartamento a orilla de playa, terminaras hecho un cabrón el resto de tu vida.

Mameluco dijo...

PMM, como no me creo lo de la manzana y la expulsión del paraíso y lo del sudor de la frente, creo que el trabajo es una maldición al hombre del hombre mismo.

No, Alberto me refería a la lucha contra los elementos -del tipo que sean, jajaja-, no a la lucha esa que dicen siempre los políticos de las supuestas izquierdas.
Estoy totalmente de acuerdo contigo en todo lo que dices. Eso es más o menos mi ideario medio de bromas del ABM (Anarquismo Burgués Mameluco).
Yo solo quiero vivir dignamente, sin lujos asiáticos ni apartamentos, ¡sin hipotecarme!, pero teniendo como dices tiempo. El tiempo es fundamental, aunque solo sea para perderlo.
A mí que no me gusta el patriotismo ni las naciones ni las banderas, me considero mejor español deseando ver el Banco Santander en llamas que animando a los que corren detrás del balón por una pasta gansa.
Ellos han destruido todo. Sus avarientas fauces y sus trajes caros que no ocultan sus fofas carnes blancas.
Es más difícil escapar del dinero que de la policía... jajaja... te paso un artículo muy divertido por correo sobre el tío que dijo esto.

Humanito dijo...

Mameluco
Sí, el tiempo para perderlo, !que magnífica ocupación!
Gracias

 
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