miércoles, 6 de enero de 2010

Noche de Reyes


Dicen que nació en Bethlehem y hasta allí llegaron a adorarle de Oriente unos astrólogos, que serían tres o diecisiete, quien sabe. Eso es lo que dicen.

Hoy 2009 años después aún vuelven una vez al año a traer regalos a los niños católicos.

Yo fui un niño. Cualquiera lo diría, pensarán, este Mame siempre ha sido un viejo. Pues si, yo fui un niño hasta antes de ayer. Luego está eso de que siempre seré un niño si me tratas con cariño, lo de la edad mental y que todos tenemos un niño dentro (creo que eso solo pasa con las preñadas). Y el niño sentía algo dentro hoy, en estos instantes, en el tránsito del 5 al 6 de enero. El niño mutó en joven (me salté la adolescencia porque tengo mucho saber estar ¡ja!), y al joven siguió con un hormigueo por la magia y por el afán de los regalos. El joven dejó de creer en los Reyes hacía tiempo. No creía ni en el mismísimo Rey de los Judíos, que por orden del señor cura, es uno y trino. Pero daba igual. Sonrisas en la Noche de Reyes. A medida que pasaba el tiempo el amargor y la hiel ocuparon el nicho ecológico de la ilusión y el deseo. No deseaba cosas concretas, solo salir de situaciones límite que la vida nos regala todo el año. El budismo nos dice que la ausencia de deseo es la liberación. Yo creo que es más bien la muerte. O la depresión, que es una pequeña muerte, sin el toque picante de los franceses.

Aún me acuerdo cuando emocionado abrí el barco pirata de los clicks de Playmobil hace ya muchos años. Sabía que lo traerían, pero eso daba igual. Es de los momentos más felices de mi vida, y tenía, tiene, que ver con el deseo. Cuando uno desea cosas que aparecen por arte de magia al lado de los zapatos es genial. Ya he dejado de ser ese niño. Deseo –sin demasiadas ganas- cosas tan prosaicas y mugrientas que me doy asco a mi mismo. Aprobar unas oposiciones y que Valcárcel me pague. Nada es mágico en esta terrible coyuntura. Que me toque la lotería es, yo que sé, cuestión de azar. Y no he pedido nada para hoy. Mis deseos, mis auténticos deseos son a día de hoy imposibles. No hablo de aprobar oposiciones o de loterías, sino de otras cosas. Ser feliz es una misión imposible para mí, eso es todo. Y entelequias no se traen desde Oriente. El cuento de disfrutar con las cosas pequeñas de la vida no se lo cree ni Cristo que lo fundó, que sigue siendo uno y trino. Y es que mi mente es más intrincada que el misterio de la Santísima Trinidad.

Eso si. Yo existo. Cogito ergo sum, que decía el cartesiano René. Y precisamente por pensar soy ese niño que creció sin remedio, y que ya no tiene juguetes cuando los Reyes llegan con sus camellos y pajes.

9 comentarios:

Sarashina dijo...

Sí, sí, pero a lo concreto, ¿qué te han traído los Reyes? Es que nos enredamos, como yo hago también, que si no deseo nada, que si yo soy más puro que el agua cristalina, que el deseo no es nada, etcéteras mil, y luego resulta que lo que uno quiere es un maletín de maquillaje de la señorita pepis o un barco pirata.
Ayer mismo comentábamos mis hermanos y yo los diferentes barcos piratas de playmobil que habíamos tenido que montar para nuestra desesperación, porque había que ayudar a los niños ilusionados a montarlo, y aquello no tenía fin. Mi hermano empezó diciendo que era algo muy relajante y terminó tomando tila, porque no le encajaban los mil aparejos del barco.
A ver si nos vemos pronto y nos damos un abrazote.

Mameluco dijo...

Los reyes me han traido perras y ¡un barco pirata!...

Sarashina dijo...

Joer, qué suerte, a mi no me han traído nada, al contrario, yo he tenido que poner perras para ellos. Qué envidia lo del barco pirata. El año próximo me pido un maletín de la señorita pepis, a ver si cuela.

sixto camara dijo...

Era un niño que soñaba con un caballo de carton, pero cuando el niño se hizo grande el caballo se perdio, eso me paso a mi yo cuando niño creia que los reyes eran de verdad, con el tiempo me di cuenta que ni eran reyes ni magos ni la madre que los pario era un cuento pero de verdad producto del corte ingles y galeria preciado de mi epoca, mi infancia son recuerdo de un patio de cordoba y mi ilusion en aquella epoca era primero existir que ya era algo no como Descarte sino yo ,a este señor nunca estube con el dice que dijo luego existo, seria buen tio y enrrollado por que existia en esto tiempo cuando solo hay persona que existen en las grades colas del paro, amigo Miguel a lo que vamos yo por mi condicion por que soy una persona muy mala y estoy en las lista negra de este pais monarquicos los reyes ficticios a mi no me han traido nada voy a intentar que ya este año sea mas bueno y obediente y para las proximas me traigan un buen regalo la Republica y que nadie se moleste las encuesta del gobierno la del C.S.I tu ya sabe dicen que somos mas de un 25 por ciento de españoles que quieren un sistema republicano, tu no te asuste con republica o sin republica ya no vamos a tener regalo, se que no te agrada esta mia reflexion pero es mia y digo como dijo ese artista pienso luego estoy en el mundo Miguel año nuevo vida nueva construyamos el edificio del gran maestro viva el compa y la plomada hermano.

Mameluco dijo...

He estado disfrutando como un enano montándolo esta tarde, la verdad, Clares. A ver si el maletín de la Señorita Pepis cae el año que viene...jejeje.

Amigo Sixto si los Reyes Majos nos traen la república para el año que viene no se vería mal en este blog ni en la mayoría de sus lectores, así que creo que aquí eso no ofende, jejeje, más bien somos unos republicanos casi todos (si es que sondeo bien a la audiencia que me escribe).
No creo que lo de los regalos sea un invento en Reyes sea un invento del Corte Inglés. Lo inventaron otros más antiguos, pero no por ello mejores, jeje. Pero lo que hablaba de la ilusión se puede compartir o no, pero hay gente (mucha) que la tiene.

Yo no podría ser masón, porque ese gran arquitecto es Dios, y eso es más invento todavía que los Rayes Magos, fíjese usted, jajaja.

PMM dijo...

Pues a mi es la noche que más me gusta, sobre todo desde que soy la paje oficial en mi casa de los Reyes Magos. Aunque pensándolo bien, a lo mejor es por el Roscón. Vaya usted a saber!

Mameluco dijo...

A mi me tocó el Rey... o sea, coronado para todo el año.

Es por el Roscón, sin lugar a dudas, jajaja...

José Manuel Ubé González dijo...

Recuerdo el día de Reyes del año que ya sabía quiénes eran realmente. Y cuando "me trajeron" unos calzoncillos y calcetines (además de dinero). Ese día perdí buena parte de mi infancia. O quizás la perdieron mis padres. No sé, no sé. Me gusta la magia, pero no la obligación mercantilista en que se ha convertido la fiesta monárquica. Por cierto, ¿para cuándo los tres presidentes magos?

Mameluco dijo...

Presidentes magos hay demasiados ya en el mundo, jajaja. Se sacan de las mangas unos ases algunos que pa qué...

Yo veo que ahora tienen los niños demasiados regalos, pero eso es todo. Les hace ilusión todavía eso de los Reyes, aunque después se entretengan más con el cartón de las cajas y los plásticos de burbujas.

 
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