miércoles, 24 de junio de 2009

Por el pasado, llorarás


Si, es el título de una novela. Es de Chester Himes y va sobre la vida en la cárcel de un tipo en la época de la Gran Depresión. Pero lo escojo, le robo el título, para hablar de otras cosas que se me pasan por la mente a estas horas que mucha gente salta hogueras y toda la movida. En mi pueblo San Juan no se celebra para nada, así que yo lo único que hago es acordarme de cuando celebrábamos en el campo el santo de mi abuelo, que era todo un acontecimiento. Venía mi primo de Barcelona para quedarse todo el verano con nosotros. Era el día del primer baño en la piscina de la temporada. Como decía Michi Panero: ¡Éramos tan felices! Afortunadamente mi familia no era la familia Panero y si éramos realmente felices en aquella época.

Este post viene a colación de un post que he leído en lo de Clares, llamado Mi oscuro pasado, en el que nos confiesa que fue “margarita” de la Sección Femenina. No deja de ser una cosa graciosa y anecdótica. En el pasado, como he podido observar en los comentarios posteriores la gente ha hecho cosas muy raras, jejeje.

Yo, como he vivido toda mi vida en esta quasidemocracia que disfrutamos mis muertos en el armario no van más allá de que me gustaban Celtas Cortos cuando iba al instituto y poco más. Pero son cosas las que comenta Fuensanta que se olvidan con el tiempo. Yo no tengo oscuros pasados.

O si. No es por lo que fui sino por lo que hice. Hacer cosas mal, acordarte de cuando has tomado una decisión que cambió tu vida para mal o muy mal, es mucho peor que haber sido cualquier cosa de la que hoy reneguemos, la mayoría de las veces por razones obvias y otras porque cuando uno es niño no tiene una perspectiva de las cosas (por la falta de experiencia, que no por inteligencia). Lo malo es, como iba diciendo, cuando el pasado se aparece como un espectro por la noche, en la frontera del mundo onírico y el mundo vigil, y te remueve las entrañas. Insomnio, pesadillas, noches en vela. Acciones de tu pasado que son muy presentes y que determinan un futuro al que salir que no es lo que esperabas.

Aún recuerdo la noche fatídica en la que decidí cambiarme de plan de estudios. Eso marcó mi vida. Y fue una decisión de una noche, en una litera, en la calle Ribera del Beiro, 10 6º E, Granada (España). Y si digo que marcó mi vida es porque yo lo sé, y lo he sufrido. Así que antes de llamarme exagerado cuenten hasta 10. He cometido muchos errores más en mi vida. Otro del que no les voy a hablar, porque aquí solo hablo de mí, y porque algo me tendré que guardar, es en cuestión amatoria. ¿Por qué hice esto o aquello? ¿De verdad estaba tan mal como para permitir que mi vida se convirtiera en el erial asqueroso que fue durante un tiempo? Si, estaba mal. Estaba fatal. Pero me arrepiento todos los días de cosas que no hice, por considerarlas ocasiones perdidas de antemano. Eso son realmente los pasados terribles y trágicos. El tiempo y la medicación sanan poco a poco las heridas, que no he sabido lamer yo solo. Pero las cicatrices no se van de la mente, porque eso de resetear humanos aún no se ha conseguido con técnicas no invasivas.

Los muertos en los armarios se entierran, pero las cicatrices vivas en el recuerdo nos hacen llorar por el pasado.


Nota del autor: Escribo esto en una época bastante feliz de mi existencia, donde disfruto de las cosas, tengo un trabajito y tengo fuerzas para levantarme a las 8 menos cuarto para sacarme el carnet de conducir y no miro al futuro con demasiado temor. Pero todo lo dicho anteriormente es cierto.

13 comentarios:

La del Planeta dijo...

Como no nacemos con un manual pasa lo que pasa. Miremos el presente para que el futuro sea lo más agradable posible y no dejemos que el pasado nos atormente. Tremendo reto eh!

Mameluco dijo...

Yo no consigo ninguna de esas metas...
Quien tenga el libro de instrucciones que lo pase o que lo cuelgue en pdf en el Emule o algo...

Mobesse dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sarashina dijo...

Digan lo que digan, no hay libro de instrucciones. Cada uno de nosotros, el día último de su vida, tiene uno en mente, en positivo o en negativo, es decir, unos tendrán un libro de instrucciones y otros un libro de avisos, y algunos mitad y mitad. No hay instrucciones porque el ser humano es el ser más ambiguo de la creación y la construcción no es nunca definitiva. Estamos terminados cuando nos vamos y una vida no es nunca perfecta (en el sentido de acabada como un artista acaba una obra de arte) hasta que ya no estamos, así que son los demás los que juzgan de nuestra construcción. El camino mismo es la aventura, el riesgo continuo de la vida, pero también su valor. Para mí ese es el manual.
Me emociona haberte inspirado este post tan hermoso.

Mameluco dijo...

Mobesse el Google Chrone (el juguetito de la semana) me dice ¡Vaya! Parece que este enlace está roto.... No sé si era su proposito -creo que no- pero explica muy bien que los libros de instrucciones vienen escacharraos...
Clares yo tengo un post it hasta ahora que pone: Cosas que duelan no... pero es de los chinos y se despega.
Decir la verdad siempre es bonito, amiga mía. Y más inspirándose en más verdades.

Mobesse dijo...

http://http//www.youtube.com/watch?v=X7Q5BtuaITY/lkkkl/

Libro de instrucciones del carajo

Era mitad coña, mitad prueba a ver si sé cómo se hace.

Después de leer la contestación y el comentario de Clares tengo que decir que todo en el mundo es un libro de instrucciones, pero cuando te lo lees a algunos les hace reacción, a otros no, otros vomitan, etc.

Lo que es hablar por hablar, como iban ustedes diciendo

Mameluco dijo...

Por eso me gusta el método científico, por eso soy racionalista. No deja de ser un método obejtivo que puede aplicarse a todo el mundo... menos a uno mismo, porque ser investigador y sujeto debajo de la lupa no puede ser.
De todo se pueden sacar conclusiones, aunque la mayoría sean unas conclusiones de mierda.

Le fascina Krishnamurti, Mobesse. A mi siempre me ha parecido cosa exótica del oriente. Y el oriente no lo entiendo, aunque lo disfrute en sus películas y sus pinturas (sobre todo Japón). Pero nunca trataré de entenderlo. Hay cosas que me superan.
Hay muchos mundos pero algunos están en este, y alguno habrá más allá de la orilla del océano cósmico (la poética matemática si se me da mejor, jejeje, o emular a Carl Sagan)

Anónimo dijo...

Para San Juan concluían los alquileres y se producían los traslados de mobiliario y enseres. Lo que sobraba se quemaba, de ahí las hogueras. Ayer escuché de una mujer mayor que antiguamente en Castro, para San Juan los mozos arrojaban cubos de agua desde los balcones a las mocitas solteras.
Tambén comentaba que los niños quebrados se pasaban por los juncos del Guadajoz y se rezaba una jaculatoria. Esperemos que a nadie se le ocurra recuperar la tradición de arrojar cubos de agua a los solteros/as, si no Miguel te veo con chubasquero.

José Manuel Ubé González dijo...

Perder el libro de instrucciones (como en la serie de TV "El gran Héroe Americano) permite disfrutar y sufrir la vida. Vivirla, vaya. Si me ofrecen un manual completo de mi vida (cerrado), inmediatamente lo tiro al contenedor de papel.

Mameluco dijo...

La verdad es que muchas noches está apeteciendo lo de los cubazos de agua, porque calor hace para reventar.
En la víspera de San Juan estuvimos hablando de todas esas cosas.
Lo del fuego es muy anterior a lo de alquileres, creo yo. Eso tiene que venir del neolítico o por ahí, jejeje.
La cuestión es que en Castro ya no se hacen hogueras. Bueno, si, el día de la Candelaria, que este año sacábamos ascuas y poníamos allí unos chorizos y nos pusimos como el quico.

Usted como yo sabe, querido Invisibolman que a los libros de instrucciones se le hace el caso justo. Es como mirar una receta de cocina de Pollo al chilindrón... el pollo es seguro, el acompañamiento a lo mejor cambia por circunstancias -la mayoría de las veces elegidas-.

mochuELIn dijo...

y qué pasa si nos hemos equivocado? si nuestras decisiones nos llevaron aquí o allí... mira mame, yo siempre he tenido clara una cosa, mis metas son objetivos, pero el camino que recorro hasta ellas son realmente las cosas importantes de mi vida, que en ese camino he tropezado y retropezado, magullándome en muchos casos más de lo que era recomendable, sí, asumido queda, pero esos errores, esos pasos en flaso, ese sí cuando era un no, ese blanco cuando tocaba (y esperaban todos) un negro, me han cosntruido a mí, me han dado mi dentidad y mi caracter, me han enseñado y me han recordado que afortunadamente la perfección no existe.
Concéntrate en esas metas, recorre el camino hasta ellas y tómate tus ratos de rumiar, son recomendables y necesarios, pero te aseguro que por mucho que establezcas el aviso, por mucho que preveas lo que pueda pasar, vendrán más noches sanjuaneras a devolverte los rumios y los pensamientos.
y aquí estaremos nosotros para leerte.

P;

Mameluco dijo...

¿Qué que pasa si te has equivocado? pues que la cosa te pasa factura, porque todos no somos iguales de fuertes. Yo llevo ya 7 años de psiquiatra y va para largo, parece ser. A fuerza de trankimazin y litio veo como pasa la vida, y como decía la canción de Los Suaves,y aunque parezca que lo exponga todo, nadie se entera como mi vida pasa. Bueno, yo.
Las cosas importantes de la vida son muy particulares. Yo no me conformo con eso de pequeños momento. Bueno, me conformo porque no me queda otra, pero no lo veo sano. Yo, que soy de sentir tristeza y pereza, necesito realmente cosas fuertes para sentirme bien. La cotidianidad me gusta, pero no veo en ello la salvación.
Y claro que los errores nos hacen ser como somos, en mi caso una persona frágil, bastante desencantada y con frecuentes hartazgos de la vida.
Y por eso me tendrán permanentemente rumiando, porque ahora es imposible que deje de hacerlo. El día que sea mejor ya les aviso.

....... . ... . .... .. ... ... ... . . .. M or S e . . . . dijo...

A mi también me marco cambiar de plan de estudios , que gracia encontrar otra persona con tu misma decisión crucial, incomprensible aparentrmente

 
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