miércoles, 17 de junio de 2009

Extraterrestres en la piscina


Hoy, tras pasar una tarde por Córdoba, volviendo a demostrar mi evidente descoordinación entre pies, manos y cerebro, he ido a bañarme en la piscina con mis padres (perdona Perico si lees esto y no avisarte, pero ha sido una entrada por salida). Limpiando la superficie del líquido elemento con el galapán he visto como una especie de bicho monstruoso en el fondo, y con más maña que al volante del Seat Ibiza, lo he atrapado. Era como una larva de algo indeterminado con más patas que en el Gran Concurso Internacional de Jugar a la Oca (no sé si existirá tal evento, pero sabiendo como somos los seres humanos, seguro que si). Eso me hizo plantearme que casi siempre que vemos extraterrestres en la pantalla tienen características entomológicas. Que parecen bichos, vaya. Me he planteado un universo sin extraterrestres feos. Pierde el encanto, pero no he podido dejar de acordarme de los Ewoks, la versión Star Wars de los Osos Amorosos. Si, ya sé, eran enanos con traje de peluche, pero hagamos como nos animaba siempre nuestro querido Ed Wood Jr. suspensión de la realidad. Me he imaginado seres esponjosos como hechos de nubecitas de golosina y seres de belleza por encima de la media de lo que se ve por las playas en verano. Como ven recoger insectos flotantes de una piscina a las 9 de la noche, desarrolla mi capacidad imaginativa.


Lagartonas del espacio exterior

Yo sé positivamente que los extraterrestres existen. Serán microorganismos en su mayoría, pero el universo, aunque desértico tiene seguro pequeños oasis de cuerpecillos que nacen, crecen, se reproducen y vaya usted a saber lo que ocurre después. Se supone que si es por división celular, una bacteria puede ser a nuestro nivel temporal, inmortal. Pero bueno, eso no me preocupa demasiado. Me dan más miedo las cucarachas que las criaturas del ominoso espacio interestelar. Básicamente porque están aquí con nosotros, seguro que son insectos –repugnantes- y aparecen cuando menos te lo esperas.

Mucho se ha hablado del proyecto SETI, y me parece maravilloso eso de buscar secuencias de números primos, señales de radio y cosas así. De una cosa estoy seguro al 100%. Hay muchos mundos, pero están en este. Palabrita del niño Jesús.

8 comentarios:

Sarashina dijo...

De acuerdo, totalmente de acuerdo. He visto reportajes de peces abisales y bichos rarísimos de sitios incógnitos que no tienen nada que envidiar a cualquier fantasía sobre extraterrestres. Da cosa. Pero las cucarachas y otros bichos vivientes y malolientes, aún más. Siempre me ha gustado la ciencia-ficción, aunque ahora la tengo un poco abandonada.
En mi balsilla para crios del campo encuentro otro tipo de bichuchos, mosquitos y arañujas y cosas así. A lo mejor cuando me haga una piscina de verdad encuentro cosas más interesantes.

Mameluco dijo...

No, Clares, los mismos bichos repugnantes que pululan por ahí son los que flotan en la piscina. No va a encontrar nada interesante.

Los peces abisales siempre han sido de mis animales preferidos. Hay un calamar, el vampiroteutis que me gusta mucho "de" verlo en los documentales de la 2.

Yo defiendo en mi post lo contrario, que a lo mejor los seres de otros mundos son muy bonitos, cosa que parece que a pocos se le ha pasado por la cabeza, jejeje.

José Manuel Ubé González dijo...

V (UBE, en lenguaje Leuretino), mi serie por razones evidentes. No ha habido mala más mala del espacio exterior más guapas que ellas, en especial la morena.

ayyyyyy

los calores del verano (y las cervezas para apagarlos) me afectan sobre manera, don Miguel.

¿Y si esos pequeños bichos de la piscina fueran en realidad extraterrestres? ¿Por qué tienen que medir dos metros y no ser minúsculos? Seguimos siendo el ombligo, la medida de todas las cosas, uf..

Mameluco dijo...

Señor V¿que parte de Yo sé positivamente que los extraterrestres existen. Serán microorganismos en su mayoría,... no ha entendido?, jajaja...
No me los imagino yo gigantes, pero hemos de admitir que nuestra mente es antropocéntrica, más que en dimensión en forma...

Diana era la lagartona más mala y más guapetona ochentera del universo.

José Manuel Ubé González dijo...

Si es que no leo. Me he acostumbrado a la lectura rápida y me pierdo los mejores momentos de nuestra vida (ese maravilloso programa de captación de vainas extraterrestres).

Acepte mis disculpas, don Miguel. No se volverá a repetir... hasta que pase de nuevo.

Ah, y dió en la diana con Diana.

Sarashina dijo...

Jo, Mameluco, qué calamar tan estrambótico. Ese no me lo comería yo ni a la plancha. Qué horror, pero qué guapo es dentro de lo horroroso.
¿Te acuerdas de un libro de Arthur Clark, espero acordarme de escribir el nombre bien, el mismo de 2001, que se llamaba "El fin de la infancia"? No te digo lo que eran los extraterrestres por si no lo has leido y te animas a leerlo.

Mameluco dijo...

No he leído nada de Clarke, así que no me cuente lo que eran los extraterrestres. Aunque si creemos en la teoría de la panspermia todos somos del espacio exterior de manera indirecta...

Mameluco dijo...

Ay! que no he respondido al V...
Leer en diagonal es lo más normal para personas formadas (para leer en diagonal hay que haber leído mucho), dignas y un poco vagas (entre las cuales nos incluimos ambos)...
No se preocupe, a todos nos pasa.

 
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