Hoy el mundo se puede desmoronar y mañana no moverse en miríadas de años. Eso es algo que ocurre. ¿Es contrario al principio del actualismo o del uniformismo? ¿es mero catastrofismo? Pues al final parece que no. Las cosas ocurren a diferentes ritmos esa es la verdad. Ocurren en el pasado como ocurren ahora. De forma gradual. Nuestra vida es igual. Está llena de pequeños sustos que olvidamos en cuestión de minutos. Pequeñas traiciones, pequeños placeres, pequeñas desazones. Cuando uno está enfermo magnifica todo, como si su cabeza fuera la casa de Gran Hermano. Y algunas cosas que nos causan verdaderos traumas. Lo que ocurre es que lo que causa los traumas puede ser como la gota de agua en el cráneo del reo, o el meteorito que extingue a los dinosaurios. La frustración perpetua es versión gota de agua. Un día pasa y otro. No consigues lo que te propones. Lo intentas de verás. Lo juraría por algo, pero nada es sagrado para mí. Lo juro por los plásticos más duros, por Neil Young, por Pio Baroja. Hago lo que puedo. Lo prometo. Palabra de Mameluco. Pero aún así estoy a años luz de cumplir mis objetivos. Mis ritmos son diferentes a los indicados en la receta del triunfo. Soy un actualista avocado a la catástrofe. Mis biorritmos son lentos, parsimoniosos, no diré que metódicos, pero si rutinarios. Algunos días los doy por perdidos porque sé que mi cabeza no va a funcionar. Aún así, me digo a mi mismo: he de intentarlo. Peor el remedio que la enfermedad. Es un caos, una hemorragia de melancolía incorrectamente dirigida. Otros días me tiro horas delante, muy concentrado, pero mi cabeza es lenta de reflejos y doy vueltas sobre mi eje herrumbroso. ¿Por qué tanto dolor, por qué tanto esfuerzo? No me acuerdo de nada en absoluto.
Mi cabeza está permanentemente en la mierda de oposición. Solo pienso en un aula llena de nervios. Pienso en la mañana temprano. Odio madrugar. Odio las clases llenas de ilusiones que se desvanecerán, tan vanas como las avellanas. ¿Qué será de las quimeras perdidas en esas estancias abancadas llenas de seres nerviosos, malencarados y tristes? Mirar el lado positivo de la vida. La típica cantinela ¡Y una mierda!
El lado positivo de la vida es la molicie, vaguear debajo de una parra sin avispas, a las 12 de la mañana en verano, leyendo el periódico esperando a comer almendras con Coca Cola. Lo bueno de la vida es mirar el fuego somnoliento sin esperar nada. Leer un libro que no quieres que acabe. Escribir una cosa que te provoque risas mientras la escribes. Lo mejor de la vida es cocinar para otros que tienen hambre y esperan. No es estudiar temas, hacer oposiciones, levantarte temprano, ser explotado, alienado, engañado y encima que te digan que en el trabajo te hace digno. Los nazis decían “Arbeit Mach Frei” (El trabajo hace libre). Los nazis eran muy malos. Uno que era más bueno que ellos, aunque no existiera – al menos como Dios- dijo una vez “La verdad os hará libres”. En eso estamos de acuerdo el Chus y yo.
Al menos en mi fuero interno soy libre. Libre de pensar que esta vida es un asco. Al menos la mía en estos momentos.
7 comentarios:
"Animo hombre" que diría un optimisma. Digo yo que lo tuyo parece complicadísimo y el mundo una mierda (lo es), pero incluso quejarse es peor que quedarse inmovil. Si así hicieses, serías un caracol.
Así que ánimo, que diría un optimista, porque siempre se puede estar mejor.
Madre mía, Mameluko! cuánta alegría y optimismo!
Creo que todo esto se debe al proceso oposicionil en el que nos encontramos sumergidos, porque yo también tengo días así. Así que quiero pensar que cuando hayamos acabado veremos la vida desde otra perspectiva.
Ánimo!!! que tienes muchas cosas que valen la pena!!!
Que curioso. Sería un caracol. Precisamente ese era el motivo de mi fotolog de ayer, jajajaja.
Quejarse es mi vía de escape. Si no me quejará estaría el doble de mal, compréndando, Nahuel y otros, yo soy así. Y soy un organismo sésil.
Como un coral del arrecife. Pero tomo sus ánimos con gratitud, se lo puedo asegurar.
Querida Vane tiene que tener en cuenta que yo ya era así de antes. Me explico. Tengo depresión desde hace algunos años. Solo decirle que voy al psiquiatra desde hace 5 años y medio, y me medico desde entonces (esa medicación me ayuda a mantenerme en la cordura, pero me perjudica para estudiar y concentrarme)
Como me dicen los médicos siempre, la depresión se cura, el pesimismo no, eso tienes que asumirlo ya. Pues no tengo cura, ya ve.
Los nazis camaleónicos ahora ocupan los puestos directivos en las compañías telefónicas y de electricidad. El mensaje actual es "El móvil os hará libres" (pagando) "Tenemos derecho a internet" (pagando), "nuestra energía es limpia y está con el medio ambiente" (está con el medio ambiente, sucia-sucia y acabando con él, of course)
¿Y que me dice de los bancos y los promotores de viviendas?
Por no hablar de una cosa que usted no conocerá -ni falta que hace- que son las empresas de geotecnia...
Las empresas nos venden lo que nosotros mismos producimos. Es la leche, ¿que no?
No me quiero tensar que estoy haciendo un descanso del estudio...
pero es que GRRRRRRR!!!!
Me pongo atómico, Señor Invisible
Para qué te voy a decir ánimo... ánimo para cuando uno tiene algo por delante y se dispone a hacerlo, pero en los momentos bajos, lo único que se puede desear es que pasen pronto, Son inevitables como la vida misma.
Lo que me ha emocionado mucho es ese juramento por Baroja... mi padre literario, espiritual y viajero. Los pijos juraban antes por Snoopy. Me has dado una idea. Dakí palante, a jurar por don Pío.
Ahora tengo algo por delante y me dispongo a hacerlo... la oposición... ¡puafff! ay!!
Pero bueno, la perspectiva de los de después es algo que me agrada. Un verano de descanso (pase lo que pase) con don Pío (me esperan 5 libros suyos sin leer) y otros más.
Jurar por Baroja es porque es algo cerca de mi elenco de idolatrías. No me gusta eso de deificar a nadie, pero es que don Pío es mucho don Pío...
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