Continuando con temas patrios. Hoy hablar de España es hablar de fútbol, y hablar de fútbol es hablar de deportes.
Cuando uno habla mal del fútbol enseguida se le tacha de muchas cosas. Y si encima se encuentra en juego la hombría española en el terreno de juego, más. Para empezar eres un intelectual de izquierdas (siempre de izquierdas) amargado y resentido que odias lo que le gusta a la masa. Nadie se para a ver tu trayectoria vital o las tonterías que te gustan.
Retrocedamos en el tiempo. Lo he hecho muchas veces. Casi siempre. Soy un repetitivo, ya lo saben. En mi más tierna infancia yo era un niño feliz. Lo he escrito muchas veces. Aún recuerdo los dibujos que hice en la inauguración del Mundial 82 y mi colección de cromos de Naranjito. Mis padres me recuerdan como yo gritaba en el Mundial del 78: Argentina, Argentina con apenas dos años. Me acuerdo de todos los mundiales de fútbol, por sus mascotas o por cualquier otra cosa. Son cosas de la infancia que se quedan para los restos, igual que las chapas que tenían caras de ciclistas. Pero eso si se dan cuenta es casi todo porque lo daban por la tele, lo regalaban con los yogures o en las botellas de Fanta de naranja. Nunca coleccioné cromos de los jugadores de la liga, y si de las series de la tele (Comando G, Willy Fogg, Don Quijote) o las pegatinas de V de la Teleindiscreta.
Desde pequeño he sentido una pereza innata hacía todo lo físico, hacia el deporte en general. A saber, yo era el típico niño que era el último en ser elegido para jugar el partido en gimnasia. Y no digo en el recreo, porque en el recreo yo pasaba de jugar al fútbol. Les hablo de 8 ó 9 años. Las clases de educación física eran un suplicio. Recuerdo esas pruebas terribles, correr el kilómetro, hacer abdominales o saltar cosas, como torturas ideadas por algún gerifalte nazi que se aburría en alguna habitación del colegio. En E.G.B. (Enseñanza General Básica, para lo de los planes nuevos) solo suspendí un trimestre de una asignatura en mi brillante expediente: la gimnasia. Entre tanto Sobre y Notable, el Sufi raspao y un Insuficiente en la primera evaluación de Octavo. Para mi Don Julián era el enemigo. No comprendía porque no había otras asignaturas de cosas que me gustasen y si de deportes. Como ven, mi resquemor a los deportes en general, y al fútbol en particular, no es una posición de ir de guays, es una cosa que viene de antiguo, cuando uno no se plantea ir de moderno por la vida. Cuando pase al Instituto yo ya pesaba 103 kilos y medía 1,70. El baloncesto me gustaba algo. La NBA sobre todo, pero era por el espectáculo más que nada. En seguida se me pasó. Las clases de E.F. continuaron siendo un verdadero rollazo. No comprendía porque había que ir a clase y sudar como un pollo, y que tenía que ver aquello con la educación. Nunca fui bueno en matemáticas pero comprendo que se den. En inglés era bueno, hasta que fui malo, pero es normal que en una educación integral aprendamos idiomas. Pero ¿Gimnasia? ¿Dos horas a la semana que suponen? Correr 1000 metros dos veces al año. Yo iba andando. Empecé en 5 minutos y pico en 7º de E.G.B. y acabe en 18 minutos en 3º de B.U.P. (Bachillerato Unificado Polivalente). Se supone que a quien le guste el atletismo que lo practique y así con todo, pero eso de mens sana in corpore sano no lo entendí jamás. Ahora tengo la mente loca en un cuerpo que da pena, pero yo lo elegí así, o mi subconsciente, o algo. Básicamente porque la gente a la que admiro no hace mucho deporte. Eso debe ser. ¿Por qué no había en mi instituto clases de cine o de fotografía? No las había. Y eso era lo que me interesaba a mí.
Por otra parte está esa manía de buscar ídolos e identidades comunes para sentirnos un todo. Yo, un guiñapo de persona, gruñon y cascarrabias, que optó por el individualismo más rastrero hace ya tiempo, no necesito héroes. Y hay bastante gente a la que admiro. Pero no me hacen que pegue gritos, ¿que le vamos a hacer? Mi entusiasmo es muy limitado.
Y no soy de los que dicen que es una barbaridad que los futbolistas ganen lo que ganan y cosas así. Si se lo dan hacen bien en cogerlo. Yo también lo haría. Haces lo que te gusta (y a veces lo que les gusta es irse de juerga) y encima te llevas un pastizabal. Ole por ellos. Ahí si les digo Oleeeeee.
Pero si la gente es feliz, así que lo sea. Yo he dicho muchas veces aquí, y en multitud de sitios, que ojalá me gustara el fútbol. No sería de los que se les desbordaría la pasión tampoco. Pero estaría siempre entretenido. A mi me gusta la F1 (que creo que no es un deporte, que es más tecnología que otra cosa), como ya he contado otras veces, por mero aburrimiento, los domingos al mediodía, y me da igual que gane Alonso, Raikkonen o Kubika. Yo lo que quiero es que sea todo muy emocionante, que haya muchas salidas, accidentes, y que sea todo muy espectacular. Pero por muchos partidos que vea (y son muchos, créanme, que la Eurocopa pilla siempre en exámenes y los pisos de estudiantes hierven ante tamaños acontecimientos, y cualquier excusa es válida para no estudiar) no logro aficionarme.
Si estoy solo no veo un partido de fútbol jamás de los jamases. Y contra mí no se puede aplicar eso de lo de las masas (no te gusta nada que le guste a mucha gente y tal), que soy teleadicto y he visto ediciones enteras de GH y Supervivientes, aparte de festivales de Eurovisión, telediarios de Antena 3, algunas películas basadas en hechos reales de después de comer e incluso algún desfile de ropa interior de Noche de Fiesta. ¡Ahí es nada! ¡Que vengan ahora los gafapastas a retarme!
11 comentarios:
a lo de ayer le veo grandes ventajas:
igual por haber ganado este campeonato descienden esta semana los "puertohurraquismos" y las palizas a mujeres, quien sabe.
Algo de pan y circo tiene, pero aquí no hay muertos. El que pierde se va para su palacio con sus millones de euros, su mujer top model y su colección de Ferraris; no como los gladiadores que se dejaban los sesos por la arena.
¿Y toda la filosofía que encierra el futbol?. Los italianos son rateros, los alemanes siempre fiables, los brasileños alegres, los argentinos pasionales, ... y desde ayer los españoles somos elegantes. Esa lucha de estilos le da al fútbol una dimensión a mi gusto entretenidísima.
Lo que de crío te entra dentro nunca más sale y mis primeros recuerdos de niño fueron los tebeos de Mortadelo y Astérix, la Bola de Crsital, los vinilos de los Beatles y la Motown y ese gran Mundial de Futbol de Mexico 86 en el que fuimos los mejores y caímos por penaltys contra unos belgas que lo más redondo que habían visto en su vida había sido una sandía. Ese complejo de inferioridad tan ibérico se fue ayer a la porra 22 años después.
Yo también le sigo, compadre. Pero no sé que decir en los posts tristes ...
Un abrazo,
Hombre, yo me he ceñido a mis recuerdos ligado a los deportes. Mi vida han sido tebeos, libros y televisión.
El fútbol era una cosa que le gustaba mucho a mi abuelo (de él he heredado mi afición a la primitica, a las quinielas, etc.) y a lo que mi padre me llevaba algunos domingos para ver al Athlético Castreño...
El concepto de italiano marrullero es mi preferido, porque es que es verdad. En el fútbol y en la vida, jajajaja...
Ya he dicho lo que opino del deporte. Es algo que he sufrido en mis carnes lorzescas por obligación con resignación. Aún querrán que me guste.
Y si no es opio para el pueblo, panes et circensis que venga el Papa de Roma y lo vea. Pero es otro opio más. Yo tengo otros opios, tan aberrantes o más, que el propio balompié.
Pero el fútbol si genera violencia. Los hinchas se matan entre si, y siempre pilla uno que pasaba por allí. Cosa no achacable a la tele que yo veo consumo (no veo corazón, así que no pueden echarme la culpa de la muerte de Lady Di, jajaja)...
hombre, pero es que esos burros aprovechan la minima excusa para matar a alguien. De aquí a poco no te extrañe un triunficidio entre fans de OT.
El estilo italiano lo trago en la vida cotidiana. Me hacen hasta gracia sus perrerías. Pero en el futbol me dan asco, soy un purista (soy del Madrid jaja).
Hola. Comparto con Mameluco lo de los deportes, aunque tuve un tiempo juvenil en que hasta hice pesas y me puse cuadrada. De pronto comprendí que aquello era una locura más y lo dejé. Creo que desde entonces soy más persona y hasta mejor. En el último año he empezado a hacer tai chi, y me sienta estupendamente, pero no lo tomo como un deporte, aunque el coreano que me enseña dice que lo es, que es como el tae kwon do, pero en lento. Él sabrá.
Sí estoy de acuerdo del todo en lo del fútbol como lucha pacífica entre naciones. No había más que ver la cara de Angela Merkel anoche, que no parecia que hubiera perdido un partido, sino la guerra total. Nunca me ha gustado el fútbol, me aburre y no lo entiendo. Siempre me parece que estoy viendo un futbolín. Por lo demás, como dice raskolnikoff, mejor esto que la guerra, incluso si algunos descerebrados sacan a relucir su violencia después de algunos partidos. Siempre será menos que lo otro. No sé si esta displicencia por el fútbol es por ser mujer o por ser hija de mi padre, que no sabía nada de fútbol ni le interesaba.
Totalmente de acuerdo, el futbol es otro opio del pueblo más.
Jamás he visto un partido entero, me aburre sobremanera también, i aunque pueda parecer mentira odio el deporte. A mí me gusta la bici, i viajar con la bici, pero de ahí a hacer deporte no.
No me gusta el deporte cansa, estoi mejor en el sofá.
Y qué haya ganado ezpaña pues me alegra pero no tanto como para hacer el cafre i pegar pitorrasos con el coche por ahí.
Amiga Clarés lo de la mujer ya no tiene nada que ver, pues ahora hay muchas mujeres a las que gusta el fútbol. Es ya elección personal.
He olvidado, a colación de lo que ha comentado, que yo soy cinturon verde-naranja de Tae kwon do (Tae=pie, kwon=puño, do= vía,camino, espíritu, el camino de utilizar los pies y los puños eficazmente... esto era pregunta de examen, jajaja, y todavía me acuerdo) Mi madre me obligaba como niño gordo a ir a un gimnasio. Y al de artes marciales iba mejor, pero como iba obligado me harté en un par de años. Es curioso, porque a la misma vez me apuntaron a Solfeo y estuve 9 años dando clases de música...
Cada uno toma su DO (re la mi si)
Y Aparte si darse esos hinchones de bicicleta (esas i latinas te delatan) no es hacer deporte que baje Alá y lo vea.
A mí me parecen bien que cada uno tenga sus gustos, yo no te dije que fueras de guay porque no te gustara el fútbol.
No me apetece escribir una teoría sobre esto, cada uno es libre. A mí el futbol no me da la vida, me gusta la Eurocopa por el tema internacional y porque estamos todos juntos y porque es divertido y porque han jugado bien y ha molado, también eso importa.
Lo que me aburre es que me vengan con teorias sobre por que el futbol es una meirda. Mira, que ne digan que no les gusta el futbol, me parece de puta madre. Pero em cansa la moralina: "no voy a ver a mi hermano jugar un partido, ¿pq voy a ver a once que no conozco?", "¿y que me llevo yo si gana España?", "el fútbol es el opio del pueblo"... Todos ellos son ejemplos reales.
Pero vamos, que yo una vez que ganamos la eurocopa y paso la noche de festejarla, pues ya me la sopla cantidad. Ya se pasó, el fútbol no es mi vida, ha sido la excusa para pasarlo bien unas semanas. Y ha molado.
No lo decía por tí, Ana.
Ya decía en mi texto, que ojalá me gustase el fútbol que estaría todo el rato entretenido.
Pero no es así.
El fútbol si es un opio del pueblo, como lo son la tele, las religiones, el corazón o escuchar la radio, que lo que hacen es marear la perdiz. Pero todos caemos, porque sino sería todo demasiado triste.
Pero también es triste que salga gente en el telediario ayer diciendo: "Hoy es el mejor día de mi vida" por eso de la selección. Hasta yo, que soy como soy, he tenido muy buenos momentos -felicísimos- disfrutando del amor, de los amigos y de la vida, de mi vida.
Y lo malo es que hay gente que solo vive para eso, ya sea para un club de fútbol o una ideología política. Que cada cual es libre, si. Pero a mi al menos me parece una tontería, y como soy libre, lo expreso así.
Y me parece fantástico que la gente busque cualquier excusa para tener juerga y pasarlo bien. Eso ya te lo puse en el primer comentario que te hice acerca de la rojigualda.
Lo que pasa que eso no va con mi carácter. Eso es todo.
No es por dármelas de chico estupendo, pero yo era de sobresalientes y sobresalientes hasta que llegué al dichoso BUP y tuve el primer examen de Educación Física. Sin haber tocado una antes en mi vida, tuve que coger aquel enorme balón de baloncesto e intentar meter tres canastas si no quería suspender. Evidentemente fallé las tres. Fue mi primer suspenso. Cosas de instituto español, oh yeah!
YO TAMBIÉN ERA UN PAQUETE EN GIMNASIA, JAJAJA.
Menos en abdominales, ahí las fundía a todas (y a muchos).
A mi seguro. Yo haría 3 en el medio minuto o por ahí...
Yo era el experto en la pelota esa medicinal... Muy alto y muy gordo... Mandaba la mierda de bola a tomar viento...
Publicar un comentario