Aparte de eso, como le decía al fotologger antes llamado niunoiz el otro día, tiene un par de docena de películas memorables, que no es poco. Un actor sólido, brillante, que pasó por el gran cine de superproducciones de los 50 al cine de catástrofes de los 70 sin perder nunca la credibilidad, la actitud escéptica de sus personajes preferidos para mi y un prototipo de macho super heterosexual muy interesante.
Nena, en el futuro un par de sacacuartos
se fijaran de mi chupa y mi sombrero
para forrarse en las taquillas
El Secreto de los Incas (Secrets of the incas)
de Jerry Hooper (1954)
Solo por ver a nuestro recién fallecido homenajeado vestido de Indy merece ver la película. Vemos donde se basaron Spielberg y Lucas para montar al simpar personaje que tantas y tantas veces nos ha hecho gozar…
Venid, hormigas, venid,
que tengo un machete, un revolver,
una chati y un carisma que vale su peso en oro
Cuando ruge la mababunta (The naked jungle)
de Byron Haskin (1954)
El joven Charlton interpreta a un rudo hombre de campo (bueno, dueño de plantaciones en el trópico) que se casa por poderes con un ligue que se echa no me acuerdo como (entonces no había Messenger). La cuestión es que los toscos modales del hombretón no le gustan mucho a la dama, hasta que descubre que es un peazo de heroe, cuando la salva a ella y a la plantación de unas peligrosas hormigas asesinas que se comen todo lo que encuentran a su paso. ¡Que bonito es el amor y los insectos!
- Aqui hay un pergamino, Bigotitos. Algo huele a podrido en Dinamarca.
- Eso le pasa por elegir la casa sorpresa, Orson,
y recuerde que esto no es una peli de Shakespeare.
Sed de mal (Touch of Evil)
de Orson Welles (1958)
En cuanto llegue Gregori Pi le inflo a ostias,
por la gloria de mi madre
Horizontes de Grandeza (The Big Country)
de Wlillian Willer (1958)
Haciendo de gañan de rancho, Charlton se enfrenta en esta imperecedera obra maestra a un Gregory Peck en estado de gracia. Hace de pérfido y se pega de mamporros con nuestro Greg, un capitán de barco en medio del oeste. Y hasta aquí puedo leer. Esta película es soberbía, véanla si no lo han hecho aún. Es de esos filmes que duran 3 horas y pico y cuando acaba te da mucha pena porque tienes ganas de más…
Poneos guapos para la caratula de la peli.
Hay de todo, caballos, indios, amorios, tramperos
y hombres, hombres de honor, de los que ya no quedan
Mayor Dundee (Major Dundee)
de Sam Peckinpah (1965)
Otra de esas interpretaciones que te dejan con la boca abierta haciendo de personaje que no sabes si es bueno o es malo. Es una mezcla, como todo el mundo, supongo. Es que Peckinpah es un experto en estas movidas de ambivalencias. Como partener un Richard Harris haciendo de caballero del sur que tambien se las trae el muchacho. Que gran presencia en una pantalla, vive Dios.
Monos de mierda, ya os daré yo vuestro merecido, ya...
El Planeta de los Simios (The Planet of the Apes)
de Franklin J. Schaffner (1968)
¡Ay! zagala, que suerte tienes que yo sea el último hombre vivo
y no uno de esos metrosexuales que salen en las tertulias de la tele.
El último hombre vivo (The Omega Man)
de Boris Sagal (1971)
Si les digo que el último hombre del mundo mundial es Charlton es para cagarse. Pues así es. Vive en una casa donde lleva vida de sibarita rodeado de lujos. Los demás son zombis. ¿o son infectados? Lo que sea. Menos mal que es un tipo valiente y sabe mucho porque es científico, pero bueno, se siente solo, hasta que encuentra a un grupo de supervivientes con una atractiva afroamericana a la que beneficiarse… no le cuento más. No es que la película sea para echar cohetes (o bien es más mala que un dolor), pero tiene un encanto irresistible.
3 comentarios:
Jejeje, charlton: me encantaban sus piernas en ben hur. Menudo macho, sí señor. Me han gustado los cartelitos de las pelis, bigotitos :P
No me gustó nada lo de Michael Moore sobre Heston. Me pareció vil. Manipulado.
De acuerdo completamente, Adrian.
A mi me gusta Michael Moore (¿para qué negarlo?), su demagogia me parece entretenida, e incluso útil en un país como los U.S.A., donde se esconde todo bajo un patrioterio silencio, pero coger a un señor con una demencia y acusarle de unos crímenes, solo por el hecho de ser de una asociación que es como en España defender a los toros (creo que es una comparación si no muy afinada no muy lejos de la realidad), me pareció desagradable.
Si es que en los EEUU les gustan las pistolitas... ¿que le vamos a hacer?
Publicar un comentario