Es curioso como se nos quedan las cosas de pequeños. “Charolín y Mediasuela son dos botitas gemelas, su dueño se llama Tomín”. Eso es de un libro de texto de 1º de EGB (cuando existía, hace millardos de años), que no era ni mío, era de mi hermana. Pero lo leía una y otra vez, y por eso se quedó fijado de una manera indeleble. Ayer estuve en un recital de poesía. No suelo ir a esos sitios, je je, pero es que lo organizaba, y tocaba la guitarra, un amigo. Además mío era el diseño de los carteles. Intenté imitar el estilo de mis ancestros en esto de la creación de propaganda (así es como se llamaba a la actual publicidad). Mi padre, y mi abuelo antes de mi padre, eran tipógrafos. La imprenta “La Gutenberg” fue fundada en 1929 por Miguel Morales, que vino de Montilla a Castro para trabajar en otra, “La Cervantina”. Cuando se vio preparado, pidió un préstamo (creo que fue así), y puso la suya propia. Y es así como he pensado que las cosas que tenemos impresas en nuestros recuerdos afloran de forma inexorable. El olor a tinta y a gasolina. El aspecto austero de los tipos de plomo, y el sonido de las máquinas, que decían lo que tú querías oír. Eran artefactos manuales (una minerva y una Boston), pues la electricidad no llegó hasta los años 90 con una Heildelberg. Y ahora, aquí, rememorando las máquinas de la imprenta, los poemas de Machado que ayer oí, los libros de texto, creo que, como siempre se dice, la patria de cada uno es la infancia. Algunos no la superamos nunca. Las personas de infancias desgraciadas, que han sabido encausar su vida (siempre me acuerdo del alter ego de Truffaut, el maestro de “La Piel Dura”), recuerdan su niñez como un obstáculo a superar. Yo, sin embargo, no imagino ahora piratas, tesoros, locomotoras o en indios y vaqueros. Pienso, concentrándome levemente, en cuando yo era ese niño que se ensimismaba con cualquier cosa que le gustara. Y ese es el proceso que hago siempre al escribir. Es inconsciente, claro, pero es que a lo mejor sé innatamente que mis melindres, que mis reparos a la hora de imaginar, son derrotados por una mente infantil. Y es que yo voy soñando caminos de la tarde, ya sea con Jim Botón, secuestrando burros o viendo como los Budas gigantes que jalonan el camino me saludan son su impertérrita sonrisa.
9 comentarios:
Mira que somos sentimentales en el fondo...eh?.Rascamos un poquito...y ala, ahí está.
Ains..........
La infancia es poderosa. Durante la adolescencia (adolecemos de todo en esa época) al olvidamos pero pronto regresa con toda su fuerza, con lo bueno y lo malo, los olores, los colores... Créame, Señor Mameluco, que le entiendo porque yo también estoy invadido de infancia.
Dankon!
me gusta cómo escribe, y que se considere impopular y rancio con alegría. yo volví a la infancia con el blog, de ahí el nombre. me ha gustado encontrarme a Jim aquí, y no se me moleste pero me recuerda ud. a un personaje que estoy conociendo estos días...
:**
saludossss
k.
Buenos días:
No sigo este blog y de he hecho hoy ha sido la primera vez que lo he visto, pero solo comentarle al autor cómo he llegado aquí. Puse en Google una frase que, de cuando en cuando recordaba, y que he buscado pues no sé, una vez al año, o cada dos años, o no sé. La frase ha sido:
"Charolín y Mediasuela son dos botitas gemelas su amo se llama Tomín".
Yo sí tuve este libro de texto y es curioso cómo se nos ha grabado exactamente la misma frase (lo único que, además recuerdo del libro es una historia con unos piconeros en Sierra Morena). En fin, que de vez en cuando he buscado este libro por un ratillo, sin ningún resultado y me ha encantado ver a una persona que tiene un recuerdo grabado igual al mío. Totalmente de acuerdo en que ahora en lo que pienso son en los recuerdos de mi niñez. Un saludo, seguiré mi búsqueda de vez en cuando
"Charolín y Mediasuela son dos botitas gemelas. Su dueño se llama Tomín. Tomín se pone las botitas todos los días. También los domingos. Con ellas juega y va al colegio. Pero..."
Es increible como puedo recordar toda esta parrafada sin ningún esfuerzo y me da gusto comprobar que no soy la única que después de haber pasado casi 30 años lo recuerda con tanto cariño y claridad.
Recuerdo que una noche las botitas se aburren y que salen por la ventana subidas a un rayo de luna. Quieren ir... creo que a "Zapatolandia". Recuerdo que caen de la luna a un bosque (la luna iba muy rápida y creo que unas nubes soplaron muy fuerte). Están perdidas y ahí comienzan toda una serie de aventuras, creo que había un mago.
Bueno, no aburro más. Era una historia fascinante.
Por cierto, yo tampoco tengo el libro.
"Charolín y Mediasuela son dos botitas gemelas. Su dueño se llama Tomín. Tomín se pone las botitas todos los días. También los domingos. Con ellas juega y va al colegio. Pero..."
Es increible como puedo recordar toda esta parrafada sin ningún esfuerzo y me da gusto comprobar que no soy la única que después de haber pasado casi 30 años lo recuerda con tanto cariño y claridad.
Recuerdo que una noche las botitas se aburren y que salen por la ventana subidas a un rayo de luna. Quieren ir... creo que a "Zapatolandia". Recuerdo que caen de la luna a un bosque (la luna iba muy rápida y creo que unas nubes soplaron muy fuerte). Están perdidas y ahí comienzan toda una serie de aventuras, creo que había un mago.
Bueno, no aburro más. Era una historia fascinante.
Por cierto, yo tampoco tengo el libro.
"Charolín y Mediasuela son dos botitas gemelas. Su dueño se llama Tomín. Tomín se pone las botitas todos los días. También los domingos. Con ellas juega y va al colegio. Pero..."
Es increible como puedo recordar toda esta parrafada sin ningún esfuerzo y me da gusto comprobar que no soy la única que después de haber pasado casi 30 años lo recuerda con tanto cariño y claridad.
Recuerdo que una noche las botitas se aburren y que salen por la ventana subidas a un rayo de luna. Quieren ir... creo que a "Zapatolandia". Recuerdo que caen de la luna a un bosque (la luna iba muy rápida y creo que unas nubes soplaron muy fuerte). Están perdidas y ahí comienzan toda una serie de aventuras, creo que había un mago.
Bueno, no aburro más. Era una historia fascinante.
Por cierto, yo tampoco tengo el libro.
"Charolín y Mediasuela son dos botitas gemelas. Su dueño se llama Tomín. Tomín se pone las botitas todos los días. También los domingos. Con ellas juega y va al colegio. Pero..."
Es increible como puedo recordar toda esta parrafada sin ningún esfuerzo y me da gusto comprobar que no soy la única que después de haber pasado casi 30 años lo recuerda con tanto cariño y claridad.
Recuerdo que una noche las botitas se aburren y que salen por la ventana subidas a un rayo de luna. Quieren ir... creo que a "Zapatolandia". Recuerdo que caen de la luna a un bosque (la luna iba muy rápida y creo que unas nubes soplaron muy fuerte). Están perdidas y ahí comienzan toda una serie de aventuras, creo que había un mago.
Bueno, no aburro más. Era una historia fascinante.
Por cierto, yo tampoco tengo el libro.
"Charolín y Mediasuela son dos botitas gemelas. Su dueño se llama Tomín. Tomín se pone las botitas todos los días. También los domingos. Con ellas juega y va al colegio. Pero..."
Es increible como puedo recordar toda esta parrafada sin ningún esfuerzo y me da gusto comprobar que no soy la única que después de haber pasado casi 30 años lo recuerda con tanto cariño y claridad.
Recuerdo que una noche las botitas se aburren y que salen por la ventana subidas a un rayo de luna. Quieren ir... creo que a "Zapatolandia". Recuerdo que caen de la luna a un bosque (la luna iba muy rápida y creo que unas nubes soplaron muy fuerte). Están perdidas y ahí comienzan toda una serie de aventuras, creo que había un mago.
Bueno, no aburro más. Era una historia fascinante.
Por cierto, yo tampoco tengo el libro.
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