Miren que cosa más chula. Y miren que odio la mayoría de los peluche (aunque tengo un babuino y un mamut, que me gustan a mi), pero estos son geniales.
Para regalar a ese pesado que se cree amigo intimo suyo en su cumpleaños, o a esa niña que es una demonia en el día de su comunión. Hay muchos, gripe, malaria, peste... de todo vamos
¡Que bueno!
1 comentario:
No he encontrado por ninguna parte un botijo de peluche. Quizás ha llegado la hora de perpretar otro montaje sobre el tema.
Gracias por la visita y el comentario. Ya pensaba que como a buen hombre invisible le correspondían sólo comentarios invisibles y por eso no tenía ninguno que llevarme al coleto.
Siga por ese camino y llegará lejos, Sr. Mameluco.
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