La vuelta de Kafka
Toda revolución se evapora y deja atrás sólo el limo de una nueva burocracia.
Kafka ha vuelto.
Me despierto por las mañanas con el ritmo acelerado de un corazón recubierto de masa muerta, o casi. ¿El sueño es como morirse? No creo. Durmiendo soñamos, pero a efectos prácticos de yo y mi cuerpo a las 7:30 de la mañana mi peso –enorme como una masa de sebo- apenas reacciona, aunque por dentro esté tan nervioso que la vida pasa ante mí en milisegundos. No mi vida. La vida en general. Siento dentro de mis carnes que el enjuto judío de mis entretelas, que ni siquiera es uno de mis literatos predilectos viene a pedir su cacho. ¿Por qué? ¿Por qué siempre que hago este trabajo acude a mí en mitad de la noche poca antes de comenzar?
Empecemos desde el principio. Hace años, cuando desarrollé un trabajo similar de oficinista, escribí una serie de posts acerca de mis contactos y desavenencias con nuestro amigo checo Franz. No nos llevábamos bien. No me convertí en insecto, sino en burócrata. Mis genes no se hallan preparados para tal inconveniente. A lo mejor si no tuviera tanto sueño no sería tedioso. El sueño es mi enemigo, es mi amigo, mi aliado y mi verdugo. Hay gente que no comprenderá. Bueno, no todos estamos hechos de la misma pasta. Algunos somos débiles. Y no es una excusa para no hacer bien las cosas, porque creo que aunque sin convicción ni gran apego la desarrollo dignamente. Demasiado para mis ideales de despego al trabajo y al sacrificio, pero es eso, se queda en ideal, en mera conjetura teórica, y es que ya lo decía Kafka al principio, la revolución se evapora (incluso la interior, anarquista y burguesa) y solo queda el limo, el sedimento fino que da alergia, de un nuevo papeleo sin fin.
La gente me felicita por tener trabajo, cosa esta rara en los tiempos que discurren, pero ¿se han parado a pensar que es una condena de 8 y pico a 3? Ahora podéis insultarme los desesperados, los proletarios, los que miran el mundo desde un punto de vista de producción. El mal de los sindicatos es sin duda el rollo ese de que tenemos que trabajar, perpetuando así un sistema capitalista cruel, ciego, sordo y mudo al desarrollo personal. No pongo en duda que hay gente que se realiza por su trabajo, pero eso es como a todo aquel que le gusta la tecnología porque no tiene hobbies. Kafka ha vuelto. Es viernes noche. Continúa creciendo en mi interior, como un muñón vestigial de lo que ha vuelto. Pronto me hablara de tú a tú, tendré miedo. Pero exorcizaré ese temor a base de pensar lo mínimo y dormir la siesta, auténticas armas letales contra la alienación.
Si aún no ha entendido lo que digo es que a lo mejor, y solo a lo mejor, yerra usted leyendo esto. Si es así, ponga el telediario y vea como va la campaña electoral. Lo que digo puede que sea mentira, pero no hago daño a nadie.
Los que salen en la tele vomitando porquería, si.
8 comentarios:
Además de lo malo que es el trabajo, no faltará nunca un cabrón que te haga cuquimonas por el escaparate.
Eso alegra el día, Cobito
Esta mañana paseando al perro he contemplado satisfactoriamente los efectos del temporal nocturno sobre la cartelería electoral colocada en las farolas. Mi alegra viene de que generará nuevos ingresos a los operarios encargados de su reposición: el fin social de una campaña electoral pasada por agua. ¡Que llueva! ¡Que llueva!...los pajaritos cantas las nubes se levantan.
Al abrir el correo advertí una curiosa oferta de empleo, que no desentona con la actual vorágine electoral:
OFERTA DE EMPLEO
SE NECESITAN DOS PERSONAS RESPONSABLES PARA RESOLVER LA CRISIS Y ARREGLAR EL PAIS.
UN ELECTRICISTA para quitar enchufes.
UN CURA para repartir hostias.
Candidatos colgados por las calles y encima mojados, jajaja...
Yo para arreglar la cosa solo necesito dinamita metafórica, querido Alberto.
¡Acracia y Mecanicismo!
En Barcelona caseta en plena Rambla de Catalunya de Vota a Hereu en un blanco prístino... un folio en blanco para que los ciudadanos concienciados dejen lo que opinan pintado en las paredes... es divertido, lo más democrático que he visto en toda la campaña. Cada mañana que paso por ella camino del trabajo es como leer el periódico. A ver cuanto la aguantan.
A veces, bastantes, se está mejor durmiendo que despierto... sobre todo si se sueña.
Cris
Cris lo más chungo del asunto es que eso es lo poco que nos queda. Decir cosas en papeles, en nuestros blogs o en las paredes. Las manifestaciones no sirven ya. La cera corrupta en los oídos de los próceres del país nos invita al desánimo. Yo estoy muy desencantado, la verdad y algo me dice que nunca más volveré a votar.
Siempre se apela a eso de los que lucharon por la libertad. Precisamente en Barcelona esos luchadores se echaban granadas entre ellos. La tradición, larga y fecunda, del anarquismo ibérico debe ser recuperada.
Son utopías, pero más vale utopías bonitas que distopías de Gran Hermano. ¿no?
Si, y mira que me divierte la política pero he de reconocer que es desanimante como dices. Por mi parte estoy a la espera de ver si finalmente se crea el partido del voto en blanco o el éste de Greenpeace finalmente forma un partido político y se presenta a las generales, o la gente de Attac... ya creo que es el único reducto de ir a votar sin que pienses que te están tomando el pelo.
Oye, que triste lo de los gorriones muertos, son mis pájaros favoritos.
Cris
Dan mucha pena los pequeños pollitos estampados. Yo también quiero a los gorriones. Son humildes, pero bonitos.
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