jueves, 10 de diciembre de 2009

Tonterías variopintas


Los días son largos y cortos. Ya sé lo que piensan, nos va a dar la murga del tiempo otra vez. No sé si habrán acertado, cuando empiezo a escribir no sé donde voy a llegar. Cortos porque es otoño con viso de invierno. Largo, porque se hace largo como jornada sin pan. Será porque las circunstancias me niegan el pan y la sal. Soy un redicho metafórico, porque desayuno pan con aceite y sal todos los días. Estoy regular, ¿saben? No me siento especialmente infeliz, pero si muy cansado. ¿Cansado de vivir? No. Cansado de hacer cosas que en realidad no son tan importantes, pero que hay que hacerlas porque hay que hacerlas. Las esclavitudes voluntarias como el trompeta.

Yo antes creía en los adultos. Cuando uno es adulto cree en los niños, aún sabiendo que son unos seres perniciosos para la salud mental de cualquiera que esté delicado de lo suyo. Yo pienso también en los adolescentes (nadie cree en los teenagers porque son lo peor de lo peor) por mi unidad didáctica esta. Cometo el error de pensar que todos son como yo era, un friki que hacía poco, pero era enormemente curioso. La curiosidad debería ser la norma en la juventud, pero solo se ven desiertos de languidez estúpida y tonterías de tamaño medio/grande. Hay oasis, pero son pocos y más secos de lo que se espera. Lo peor de no haber sido adolescente nunca, es que la adolescencia surge cuando menos te lo esperas, y algunos comportamientos cretinos que tengo pueden ser consecuencia directa o indirecta de esa etapa no resuelta. Cuando uno ya es un adulto (con 33 años me considero población adulta, porque tengo la edad de Cristo y la edad de tener chiquillos sin que chirríe a los demás) piensa en esas cosas y le entra un leve fastidio. Ser adulto es una mierda. Pagar impuestos y tener responsabilidades es algo que yo al menos no disfruto; pero que ni una pizca. Yo he sido adulto y autónomo, por lo que sé lo que estar en una escala social bastante precaria. El sistema de castas me pone por debajo de las cajeras de supermercados, aún siendo licenciado. No, no es que tenga nada contra las cajeras (aparte de algunos peinados que se ven), pero describo las cosas como son. Las cosas como son. O sea, una mierda.

Yo, retomando lo de antes, creía en los adultos. Pensaba que la edad te da raciocinio, saber estar, cordura, sabiduría y equilibrio. Parece que tenía un poco idealizado a los mayores, que serían en mi mente clones de Confucio. La verdad es que los adultos en su mayoría son unos mentecatos que sobreviven como pueden y no saben ni las cuatro reglas, como diría un cura que conozco. Unos cretinos. Quien nace lechón, muere cochino. Pues eso. Los imbéciles son, a no ser que cambien por traumas, locura o iluminación, perennes e impertérritos. Lo malo de mucha gente es que no es consciente de lo payasa que es. Yo, al menos, sé aproximadamente como soy. Cretino impertérrito, pero para empeorar las cosas con estudios. Un imbécil adulterado por el estudio es un pedante, y algo de eso hay por ahí. Por eso este tufo de superioridad quasifascista. Pero dicho por un mameluco que tiene depreciación de la propia imagen es como decir: yo seré tonto, pero ¡TÚ MÁS!.

Me enrollo como una persiana de las antiguas. No tengo mucho que decir ya. Solo que estoy cansado, aunque estoy repitiéndome. Otra cosa que no es novedad. Yo hablando de las mismas cosas de siempre. Ombliguismo rutinario. ¡Vaya papeleta!

10 comentarios:

José Manuel Ubé González dijo...

Su ombligo en un desierto intelectual perseguido por cajeras despeinadas gritando como adolescentes, mientras los relojes caen del cielo con saetas amenazantes y los inspectores de hacienda vigilan todas las puertas de salida...

Vaya pesadilla. Me suena. Las cosas como son.

Sarashina dijo...

Pero cómo eres, mameluco, cómo eres. Cansados estamos todos, hasta los pelotones superiores una servidora, pero eso se arregla con unos días de papar moscas.
Yo creo que se es adulto cuando se puede sobrevivir sin nadie que te dé dinero, punto uno, o cuando se toma la decisión de sobrevivir como sea, incluso sin autonomía económica. O sea, una mezcla de trabajo o rentas y decisiones personales. Todo se arregla bastante con una nómina más o menos segura, y si es completamente segura, más. Un amigo de mis padres decía que el dinero no da la felicidad, pero calma los nervios. Eso ya es mucho para tener un medio pasar por esta vida.

Mameluco dijo...

Pesadillas antes de Navidad Invisible.

Clares ¿Cómo soy? Como siempre. Yo hablo por mí, y no por los demás, aunque los demás también estén cansados, cosa que no dudo.
Una persona es adulta por los años que tiene, tenga o no tenga rentas. Eso es lo malo (siempre hablo en términos bastante biológicos). Yo no quiero ser adulto, y no es por Síndrome de Peter Pan, sino porque todo es demasiado ridículo y complicado. Pero me tendré que aguantar, y punto.
Sobrevivir es otra mierda. No somos náufragos. Somos seres vivos, ergo, vivimos. Eso de sobrevivir me suena mal.

Anónimo dijo...

En verda esto de la juventud y ser mayor lo pienso a veces. Y es ahora cuando pienso mas por estar en un momento de ser joven y mayor a la vez. Ni una cosa ni otra, o las dos. O quizás sea lo que las circunstancias del alrededor a veces te hacen ser. Mis carteles que?
jejejejej

Antonio Cabrera dijo...

Por mucho que te pese a tí (i a mí) esos adultos a los que nombras, no se levantarán del banco.

sixto camara dijo...

Miguel a mi si que se me hacen los dias largo no largo sino kilometrico y mas largo que un dia sin pan que viendo el camino que estos dias estan llegando no tendremos ni para el pan ahora eso si aceite si tendremos que eso no quiers decir que perdamos aceite por aquellos de que son muy largo los dias y Miguel que decimos de las noche no son largas y ademas triste triste noche que solo existe cuando te nombra yo soñaba con un caballito nuevo en esos dias largo de otoño ya se nos viene el invierno pero no el ruso ese invierno largo de Siberia aquella de la pelicula del doctor Chivago ahi si que eran los dias largo y entretenido con la nieve y con su revolucion caliente y con sus largos dias y no se aburrian Miguel este es mi pensamiento de los dias ygual que todos aburrido Miguel hasta otro dia.

Sarashina dijo...

Lo que tú dices, habrá que resignarse, porque crecer, crecemos, queramos o no, y eso lo sabes tú por la biologia, pero ya me entenderás algún día y dirás, como siempre dicen los adultos a los críos, qué razón tenía mi abuela o quien sea. De todos modos, siempre tenemos que conservar algo de la infancia y de la juventud, por salud mental.

Sarashina dijo...

Y lo de cómo eres, que lo sepas, lo digo con muchísimo cariño, porque me encanta cómo eres y merece la pena que haya muchas personas como tú, y si no puede ser muchas, al menos unas cuantas.

Mameluco dijo...

Querido explotador anónimo ser mayor y menor es para usted bastante fácil. Sus "carteles" han pasado la prueba del algodón y están en Librería La Tercia haciéndose. Llámeme para recibir más instrucciones.

Cabrera si ser adulto significa ser como los que no se levantan del banco me tiro por un puente a un tren cargado de residuos nucleares. ¡Valiente gentuza! El peor, el que usted y yo sabemos.

Sixto Prefiero esos largos días que lo de los rusos. Las revoluciones son cosa del pasado. Ahora todo se basa en la húmeda. Y yo hablar sé, pero luchar no.

Aquí siempre habrá pan y aceite, se lo puedo asegurar, aunque haya que ir con hoces al campo, en vez de cosechadoras. ¿o cree usted que ya no somos un pueblo de jornaleros? Yo no lo soy, la verdad, porque soy burgués, y los burgueses no hacemos esas cosas, jajajaja. Yo como mucho le hago un cartel.

Mameluco dijo...

Ay, Clares, perdone que esté susceptible por las cosas que pasan a mi alrededor (lo cual se reduce a una habitación y pocas ganas de hacer las cosas que tengo que hacer)... Soy como soy, ni mejor ni peor.

Lo de la edad mental nunca me ha convencido mucho, estimada Fuensanta. Casi todo el mundo se vuelve viejuno con los años, y se creen que estar joven es ir a los viajes del Inserso a bailar pasodobles. No creo que sea su caso, porque la esperanza rejuvenece o algo, pero yo, que soy viejo desde los 15, solo puedo ir a la vejez con dignidad, jajaja...

 
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