CHI de chinorri
Yo ser inculto hombre blanco. Mi no comprender enigmático Oriente. No tener ni pajolera idea de lo que ser “chi”.
Bueno, por “chi” empieza chistorra, chirimía, chiste, chistera y chinorris, que son a los que no comprendo en eso del "chi". No sé, a lo mejor soy un zoquete, o a lo mejor, y solo a lo mejor, eso del “chi” no deja de ser una pamplina como un templo, como un templo Shaolin, pero como un templo en definitiva. Es que esta noche, entre embelesados y riendo a carcajadas, veíamos un documental sobre el CHI. Han salido unos ancianos haciendo chigon (hacían movimientos extraños y daban muchas voces) y tai chi (kung fú tai chi) y después unas monjas y monjes que explicaban que su vida era de contemplación y arte marcial para salirse de las reencarnaciones y salir de este valle de lágrimas de una vez por todas. Hacía muy bien todos los movimientos y tenían un kung fú (o gongfú que parece ser lo mismo) que te quedabas flipao. Pero aparte de eso han salido un médico haciendo imposición de manos (haciendo movimientos entre Carlos Jesús y Chiquito de la Calzada) en busca del dichoso “chi”. Un chinorri con gafas con pinta de friki versión geek explicaba que eso del “chi” eran flujos de energía y que teníamos meridianos en el cuerpo. Una monja decía lo mismo. Esta monja no hacía dulce. Pegaba patadas y meditaba de formas raras. Tenía una foto de Mao en su celda. El pseudomédico decía que la ciencia no había podido demostrar la existencia de todo esto, pero que funcionaba. No sé yo. O es que no soy chino, o esto me huele a efecto placebo a nivel nacional chinorri.
Yo no entiendo de medicina, pero si creo en el método científico. Soy así. Como dice el refrán: muy amigos, pero el borrico a la linde. Me gustan las pelis de kung fu. Me gustan los guerreros de Xian y leer frases de Confucio. Pero de ahí a que me crea todo eso, va un trecho. Porque es que básicamente soy escéptico con todo lo que no se toca o se demuestra empíricamente. Otra cosa son el arte y el gusto por lo imaginario. De eso tengo yo mucho. Soy fantasioso. Me invento cosas. Algunas hasta me las he llegado a creer un poquito. Pero no es el caso del “chi”. Aunque como dijo Homer, mi personaje preferido de ficción es Dios. Fíjense lo enrevesado del asunto.
Bueno, por “chi” empieza chistorra, chirimía, chiste, chistera y chinorris, que son a los que no comprendo en eso del "chi". No sé, a lo mejor soy un zoquete, o a lo mejor, y solo a lo mejor, eso del “chi” no deja de ser una pamplina como un templo, como un templo Shaolin, pero como un templo en definitiva. Es que esta noche, entre embelesados y riendo a carcajadas, veíamos un documental sobre el CHI. Han salido unos ancianos haciendo chigon (hacían movimientos extraños y daban muchas voces) y tai chi (kung fú tai chi) y después unas monjas y monjes que explicaban que su vida era de contemplación y arte marcial para salirse de las reencarnaciones y salir de este valle de lágrimas de una vez por todas. Hacía muy bien todos los movimientos y tenían un kung fú (o gongfú que parece ser lo mismo) que te quedabas flipao. Pero aparte de eso han salido un médico haciendo imposición de manos (haciendo movimientos entre Carlos Jesús y Chiquito de la Calzada) en busca del dichoso “chi”. Un chinorri con gafas con pinta de friki versión geek explicaba que eso del “chi” eran flujos de energía y que teníamos meridianos en el cuerpo. Una monja decía lo mismo. Esta monja no hacía dulce. Pegaba patadas y meditaba de formas raras. Tenía una foto de Mao en su celda. El pseudomédico decía que la ciencia no había podido demostrar la existencia de todo esto, pero que funcionaba. No sé yo. O es que no soy chino, o esto me huele a efecto placebo a nivel nacional chinorri.
Los chinorris viejunos por la mañana no miran las obras ni escuchan la COPE ni ven el programa de BE. Hacen Tai Chi.
No preguntaron a nadie que dijera: esto es una tonteria. Pero seguro que lo hay. Escépticos los hay en todos sitios. Lo que pasa que la medicina china tiene 3000 años de antigüedad y sus potingues de hierbas los toma todo el mundo. Pero eso no significa que no hagan trasplantes en China. De hecho han tenido que poner freno a través de leyes a una red de tráfico de órganos de ejecutados y niños. ¡Ay! Lo que no hagan los chinos por dineros, y eso que son comunistas… Aparte en más de 600 hospitales de toda China se hacen este tipo de transplantes de forma legal, según la agencia estatal Xinhuanet. Supongo que también se harán operaciones de apendicitis. Lo que si es cierto es que las dos medicinas coexisten en el país sin fricciones, al parecer. Aquí en España afortunadamente los santones y los que imponen manos todavía están fuera de la Seguridad Social, aunque la Generalitat de Catalunya habría puesto un feo precedente sobre la regulación de la homeopatía hace un par de años, cosa que parece que se paró, afortunadamente. Y es que cuando me tocan los “chis” es que me pongo atómico.Yo no entiendo de medicina, pero si creo en el método científico. Soy así. Como dice el refrán: muy amigos, pero el borrico a la linde. Me gustan las pelis de kung fu. Me gustan los guerreros de Xian y leer frases de Confucio. Pero de ahí a que me crea todo eso, va un trecho. Porque es que básicamente soy escéptico con todo lo que no se toca o se demuestra empíricamente. Otra cosa son el arte y el gusto por lo imaginario. De eso tengo yo mucho. Soy fantasioso. Me invento cosas. Algunas hasta me las he llegado a creer un poquito. Pero no es el caso del “chi”. Aunque como dijo Homer, mi personaje preferido de ficción es Dios. Fíjense lo enrevesado del asunto.
4 comentarios:
Desde hace un año y tres meses, dos tardes a la semana, durante una hora u hora y media, voy a hacer tai chi. El maestro es un coreano campeón de tae kwon do de religión evangelista, creo, o anabaptista o no sé qué engendro de estos. Además, es un poco facha y creacionista. Lo mejor es que enseña muy bien; como profesional lo digo. Y no mezcla ningún tipo de misticismo ni explicación del chi con los ejercicios que enseña. A mí me va bien, un ejercicio físico moderado y tranquilo, excepto en la rama chen, muy cercano a las artes marciales, que me mantiene ágil y calmada. No hay que pedir más. Lo de la medicina china, no entra en mi constelación cultural. Yo qué sé. A mi madre le va fenomenal la acupuntura para sus dolores de huesos y todos sus achaques, no sé si por sugestión. Yo sólo sé que si me pasa algo me voy al médico, y me tomo lo que me dice, casi siempre. También me va bien, aunque tengo que reconocer que tengo buena salud hasta el momento y voy muy poco.
Lo que me gusta es que conviva en China la medicina tradicional con la moderna. No es mala idea, la verdad. Una amiga mía marroquí, bióloga, ante las pócimas de encantamiento de las mujeres marroquíes, decía que ella no creía en la magia, pero si en la química. Conocer las hierbas del campo da mucho juego, ya se sabe.
Yo soy cinturón naranja-verde de Tae kwon do ( el camino de usar los pies y los puños eficazmente), pero de cuando era pequeño.
Si eligiera algún ejercicio que hacer (ya sabe, soy muy vago) elegiría un arte marcial. Pero como dice usted, sin misticismos. A ellos le viene de su cultura, pero a nosotros, y valga la redundancia, nos suena a chino. Es como les sonará a los pobres africanos animistas lo de Cristo cuando les convierten a la fuerza.
Lo de las hierbas chinas no lo pongo yo en duda. Lo que pongo en duda es el "chi". Las hierbas algo harán. Las medicinas occidentales son solo mejoras al método, y muchas veces, efectos placebos, como lo de las manos y las energías.
Me presento y saludo a aquel que no toma la palabra de Homer en vano...
Gran post, me ha llegado al alma...
Salud!
Bienvenido Oshimatori a este, mi humilde blog, Encantado que le gusten mis pamplinas...
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