
La felicidad existe porque es efímera. Puede ser una mierda o el comienzo de una gran amistad. He vuelto a mis arañas. Han puesto huevos mis arañas. Bajo el ventilador de techo, un gran invento que recuerda a café antigua y a humo de puro escribo. La vida se derrite ahí fuera, pero yo en mi pequeño cubículo vivo rodeado de un mundo creado a mi medida. Y lo bueno es que salgo y hay un trozo de campo, domado, plegado a mis exigencias. Acotado en el mapa. Incluso se puede ver en el Google Maps. Ahora yo no puedo. Aquí no hay internet. Ni falta que hace. En mi habitación hay libros y discos, algunas fotos y mi antiguo caballete. Hay una percha y una mesilla de noche con el flexo que me ha acompañado en mi oposición. Ahora me acompaña en otra misión. Escribo algo largo. No les explico mucho más. No quiero que por contarlo se convierta en la crónica de otro fracaso anunciado. Si, aprendices de Sherlock, es una novela. Y hasta aquí puedo leer, digo escribir. Lo que les iba contando. En mi refugio hay de todo. Hay hasta andalucita que me regaló la persona a la que más amé, la foto de mis abuelos, un llavero roto de Ultraman, mi infierno particular, apuntes, fósiles, algún que otro cofre, una lámpara de lava y el libro que leo ahora, Matadero 5 de Kurt Vonnegut. Billy Pilgrim está entrando en mi Olimpo de héroes de papel. Gaspar e Inés me lo descubrieron.
Estoy viendo bastante cine atrasado. En realidad reveo cine. Todas las películas ya las he visto. Si las mezclásemos saldría algo interesante.
Sean y su dinamita llegan con Juan Miranda a Mesa Verde. Quieren robar un banco. A Juan le gusta el oro y Sean la dinamita. En el pueblo hay dos facciones rivales, liderados por un cervecero y un fabricante de sedas. Sanjuro es un samurai que quiere sacar provecho de la situación y remueve las cosas para que se maten entre ellos. Sean y Sanjuro se llevan bien. La Revolución necesita hombres valientes y mujeres aguerridas. Unos niños le piden a su padre una niñera aguerrida que cante y juegue con ellos. El padre es el capitalista más sucio que hayáis visto nunca. De lejanas tierras viene Mary Poppins propulsada por un paraguas. Sanjuro mata a todos con su katana. Sean y Juan salvan a todos los represaliados políticos que estaban en el banco. Se ofrecen voluntarios para mantener a raya un puente, mientras, Henry y Otis van a comprar un televisor con simpático resultado. Mary Poppins hace apología del síndrome de Diógenes ensalzando a la vieja de las palomas. La sucia vieja de las palomas es masacrada por Henry en un callejón con un hierro oxidado. Bert, Mary y los niños viajan a través de un dibujo en el suelo a la Isla Esmeralda, donde Sean les enseña a todos las maravillas del IRA y la revolución. Sanjuro y el tabernero creen que ya está todo arreglado. Juan Miranda descubre que Huerta ha matado a sus hijos. Henry y Otis lo han grabado en video. Los niños van al banco con su padre y con una pequeña pistolita masacran a todos los directivos. Roban el dinero y se lo dan a la vieja de las palomas. Esta puede comprar pan para todas las palomáceas around the world.
Al final alguien confunde la nitroglicerina de Sean con sake y vuelan todos por los aires.
Filmes vistos en los 3 últimos días.
Agáchate, maldito, de Sergio Leone
Yojimbo de Akira Kurosawa
Mary Poppins de Robert Stevenson
Henry. Retrato de un asesino en serie de John McNaughton
Adivinen cual le puse a mi sobrina.
Son las 17:42 del martes 4 de agosto de 2008 y voy a leer y un poco, y a dormir algo.
Adiós a todos. Donde quiera que estén.
Esto es vida…
PD: Siento no poder comentar ni nada. Escribo esto porque sabía que iba a disponer de unos minutos de internet ahora en casa, porque tenía que venir al pueblo, pero ya mismo vuelvo a mi autoencierro. Me llevaré el libro pendiente "Sostiene Pereira" que me mandó una de las blogger más simpáticas del mundo. Y con más futuro.
Les dejo con mis pintas actuales a través de la webcam del portatil que parasito ahora, el de mi hermana.
