Satán me dio un taco e hizo que me pusiera realmente enfermo, el pollo estaba crudo y estaba todo lleno de aceitaco. (Traducción mameluca)
Esta es una forma más de ponerse enfermo. Existen miles. No me la he inventado yo. La inventó ese gran genio, un poco desgarbado, que es Beck Hansen, en una de mis cansiones preferidas, Satan gave me a taco de unos de sus discos más desconocidos, el Stereopathetic soulmanure (1994). Estar enfermo es innato a los seres vivos. Somos perecederos, como los yogures, casi todos los programas de Antena 3 y los iguales de la ONCE.
La enfermedad también, casi siempre, afortudamente, suele ser perecera, y no pasa de un resfriado, una migraña o un dolor de barriga. Los nervios son igual si son por un motivo concreto. Si se instalan en ti por un motivo desconocido para la ciencia apaga y vámonos, que hay para largo. Las últimas semanas –sé que me repito más que el ajo, más que los Morancos, incluso más que Jiménez Losantos- están siendo un reconcentrado de síntomas leves convertidos en graves por la centrifugación de sentimientos, de falta de vigor y por la pérdida de perspectiva. Pensar mucho en una cosa hace que la distancia con que hay que examinar los problemas desaparezca, y simplemente, se haga una ligazón a comer, a dormir, a limpiarse los dientes o a rascarse el codo. Hoy he vuelto a soñar. Faltaban 20 minutos para la presentación. Me tenían que llevar en coche, pero tenía que pasar por una copistería para imprimir la programación y encuadernarla. No daba tiempo. Tanto esfuerzo para nada, me decía a mi mismo. Después se mezclaban con otras cosas que no vienen al caso, pero que me recordaban que la vida no es de color de rosa precisamente. Asumía al fin que lo que era, lo era y punto. Lo que soy.
Y acabo, pues como empecé, con Beck, de su disco Mellow Gold (1994), Loser.
Soy un perdedor
Im a loser baby, so why dont you kill me?
1 comentario:
Nada de perdedor, ahora mismo te has ganado un tag de cocina que me envió un amigo, el supersalvajuan, el del gintonic. para este fin de curso y prev¡o a las oposiciones, no hay nada mejor como perder el tiempo miserablemente en juegos juveniles. Adelante. Lo tienes en mi blog.
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