jueves, 8 de mayo de 2008


Prohibido prohibir.

La imaginación al poder.


No, no son frases de Joaquín Reyes imitando a Agatha Ruíz de la Prada, en La Hora Chanante. Son los chascarrillos, más sobaos que la pipa un indio, que decían los megaestudiantes revolucionarios del Mayo del 68.

Bueno, antes que todo, ya ven que he vuelto. Sabía que tarde o temprano volvería a las andadas. Ha sido más temprano que tarde, por lo visto. Eso esta bien. A ver cuanto dura.

Como les iba diciendo. Se cumplen 40 añazos del Mayo del 68 y las tertulias echan humos. Que si sí, que si no, que si el duro pa ti. A mi esta cuestión me la traería más bien al fresco, si no simbolizase todo lo que realmente me repele en el mundo. Yo, amigos, soy tan realista, tan profundamente pesimista y desesperanzado, que veo en la utopía un engaño similar a la de cualquier religión organizada.

Seamos realistas, exijamos lo imposible.

Lo imposible es imposible. ¿no? Exigir imposibles da pábulo a los perros (capitalistas) a no darnos ni un trozo del tuétano de su hueso.

El Mayo del 68 creo a esa especie del buen rollismo que después derivó en distintas subespecies, que es el progre. Todo slogan. Todo frase hecha. Todo cachondeito estudiantil. ¿Cuál es el origen de la revuelta –aparte del eterno descontento juvenil-?

Busco en la wiki… searching… searching…

La primera reivindicación de los estudiantes fue que se les permitiera acceder a los dormitorios de la mujeres en las universidades, acceso que no estaba permitido por las normas sociales de la época.

Ajajá… ya vamos comprendiendo más cosas… vamos juntando las piezas del puzzle.

Y es que como decía una de sus famosas pintadas

El aburrimiento es contrarrevolucionario.

Parece el eslogan de un macrofestival veraniego de música, pero es de ellos. Jejeje. No querían aburrirse y dijeron: vamos a armarla.

Al final fue el acabose porque se unieron los obreros, todo el mundo y se armó la mundial. Al final se hartaron, los sindicatos cedieron, se subieron los sueldos, se convocaron elecciones, ganó la derechota de De Gaulle con un 60% de los votos y aquí paz y después gloria.

Para mi,que soy geologo una de mis preferidas es

Bajo los adoquines, la playa.

La playa. Muy bien, amigos, la poética vs. la razón. Buscar otra vez en google. Geología de París. Dificultosa búsqueda, vive Dios. Lo que puedo asegurar por las fotos de satélite es que París se encuentra en la vega del río Sena, que al parecer es un río meandriforme, por lo tanto debajo de los adoquines, aparte del alcantarillado y las catacumbas, se encuentran arenas de relleno de point bar, formas de canal y llanuras de inundación de lutitas… De playa nada. Para eso más al norte. Que quisquilloso soy. Me doy asco a mí mismo…jajajaja.

Mucho se habla del legado de un mes al que se llama revolucionario y que de revolucionario tuvo poco. Las revoluciones, bajo mi punto de vista son otra cosa. Son puntos de inflexión, o intentos serios de cambiar la situación. Como ocurrió en Praga esa misma primavera. Se pueden poner muchos peros, pero en Checoslovaquia algo verían los del Pacto de Varsovia (vamos, la URSS) cuando mandaron los tanques a aplastar los nuevos aires de libertad que desde allí soplaban por el otro lado del Telón de Acero. Cosas tales como meter las palabras “humanitario” y “democrático” en los estatutos del Partido Comunista era ir demasiado lejos para Dubček.
El otro día veía un documental en que unos viejos aún recordaban como la gente donaba sus joyas, durante esa primavera de cafés y paseos, para ayudar al estado en las nuevas reformas.
Todo fue aplastado en agosto. El comunismo, esa panacea tan chuli, aplastaba libertades, enseñando los colmillos. Y los tanques… Se apañaron bien para parar unas reformas que podrían haberse propagado por otros países satélites de la URSS. En occidente no decían ni mú, pues “el socialismo con rostro humano” que Dubček y los suyos representaban podía ser un serio problema a los intereses capitalistas en occidente, donde el triunfo de una ideología más abierta y demócrata, más “eurocomunista” supondría más que un alivio para Checoslovaquia un problema interno.

¿Qué revolución queremos hacer hoy en día?

Había uno en la tele hoy diciendo que era necesaria hacer una revolución social, ante la perplejidad de una Paloma Gómez Borrero.

¿Basándonos en que modelo? ¿En la de 1917 en Rusia? ¿En Hungría 1956? ¿En la de los Jemeres Rojos? ¿En Cuba? ¿En el concepto bolivariano de la vida de don Hugo? ¿En el Mayo del 68, quizás? ¿O es que acaso hoy el horno ya no esté para bollos? ¿En la Alianza de Civilizaciones? ¿En el racionalismo Spockiano? ¿En el Anarquismo Burqués? ¿Una revolución liderada por Fedeguico?

¿En la Revolución Francesa?


No sé.


Yo ya propuso la Revolución Individual Interior, pero eso es poco eficaz para los problemas del mundo. Y ¿para que engañarme? inútil incluso para uno mismo.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí lo que me pareció el colmo de los colmos es que le dedicaran un programa al mayo 68 español. No recuerdo el canal que lo perpetró, pero juro que es cierto.

¿Mayo español, de qué? Mis padres juran que no vieron tal cosa. Españoles en el mayo francés sí los hubo, claro, chavalitos bohemios con dinero que seguramente fliparon con las manis y lo pasaron realmente bien. Que tuvieran 20 añitos y anduvieran por la Sorbona no significa que tengan nada interesante que contar.

A mí sí me gustan las utopías. Con la edad voy aprendiendo aquello de "elegir las batallas que puedes ganar", pero a veces aspirar a lo improbable ayuda a conseguir, por lo menos, lo posible. También me gustan algunas de las frasecitas que mencionas, pero es que me gusta la poesía, siempre que no hable de estrellas ni de corazones ni de unicornios. Siempre que sea buena, vamos. Otra cosa es que a estas alturas confundamos el romanticismo de salón con los auténticos cambios políticos.

Como a ti, me parece mil veces más importante la Primavera de Praga. Y la Revolución de los Claveles. Y las revueltas de los negros en Estados Unidos, que sí dieron frutos concretos. Pero París es París, y sale mejor en las fotos :-)

Sally Hayes dijo...

quiero mucho a mayo del 68. Es algo personal me pasa mucho ( con con et o julia roberts)
asique me veo obligada a disentir

Anónimo dijo...

Menos mal, ración de Mameluco en vena.

el mayo del 68 es la prehistoria de los Hippijos de ahora, cuyo lema es "Lo mio es mio y lo tuyo es nuestro".

eso si, un hippy de verdad independizado del modus vivendi clasico es un heroe (si es que existe)

gracias por volver, monsieur

Mameluco dijo...

Querida Ana Chevere: Yo mismo he escrito poesía (no muy buena, pero son versos), pero la poesía es algo íntimo, fuera de todo slogan político. Panero no necesita decir esas cosas, jeje.
A mi me dejaron de gustar las utopías cuando vi que era algo para tenernos entretenidos. Para eso prefiero la tele. Eso si, cada uno es libre de creer en lo que quiera. Es obvio que en España había cosas más importantes que preocuparse que por Mayos gabachos. Aquí si te la jugabas de verdad y no como los pijurrios esos que cinco años después ya trabajaban en los bancos y en las multinacionales (cuando acabaron sus carreras, vaya).

Yo es que la progresía cada vez la aguanto menos. (Nada que vez con el progresismo.) La progresía consiste gastarse los impuestos en lo políticamente correcto (hacer el tonto con campañas absurdas) y no en I+D o optimizar los servicios al ciudadano.

Como he dicho antes Miss Sally Hayes cada uno es libre de tener sus gustos. Yo no los respeto tanto como los odios, pero bueno.
A mi me parece gafapástico la juventud actual defendiendo algo tan "guay" como el Mayo del 68, pero allá cada uno con su consiencia. He perdido unos cuantos millones de puntos, pero si una cosa me caracteriza es ser sincero, jejejeje. A mi me gusta E.T., pero Julia no mucho... no la fusilaría al amanecer como usted a Noemi Watts, pero casi...jejeje.

Querido Raskolnokoff yo no quiero hippies ni de verdad, pues es contagioso y el equivalente actual es el denominado piesnegrismo, perroflautismo o anarkonegativismo. O sea, los costras pidiendo con la flauta y eso no mola nada. No, señor.

Yo, que como usted respeto a los clásicos digo: ¡NO FUTURE!

Lia Mota dijo...

Joder m, lo que haces de pensar.

***

pues la verdad es que cuando tenía quince años pegué una pegatina del mayo del 68 en la cajonera de mi escritorio junto con la del oso polar y no la he podido quitar desde entonces. Es algo que me ronda la cabeza noche tras noche. Lo de los osos. Lo del mayo del 68.

Que quiere que le diga, tiene toda la razón del mundo.

Mameluco dijo...

Yo, con 15 o 16 años, pegué una pegatina del Sindicato de Estudiantes en mi mueble.
Era una foto del Mayo del 68.
Un día, años después la rasqué en un acto iconoclasta.

Todavía queda pegamento...
Siempre he coleccionado pegatinas de la C.N.T. que quitaba de las farolas, también de la Falange, D.N., etc.
Mi más preciado tesoro una del PCE(r)
Esa si que mola...

Anónimo dijo...

jajaja piesnegrismo y perroflautismo casi me tiras de la silla

a mi tambien me dan un asco quepaqué que dicen en mi tierra, pero si hubiera alguno que de verdad hiciese lo que dijese y viviese en pleno monte de hierbas y raices le tendria respeto.

God Save the Queen!!!

Anónimo dijo...

Cada día le tengo más asco a la cara del Che y a todos estos revolucionarios de pacotilla, que se apuntan a estas cosas por simples ganas de armarla bien. Yo no tengo tiempo de ir de revolucionario: tengo dos trabajos y estudio y escribo.
Ser revolucionario significa tener dinero y tener mucho tiempo libre, al menos en un 90% de los casos.
A mí esto del 68 me da igual. Paso de ellos. No creo que fuera tal y como muchos quieren pintarla.
Está tan sobrevalorado como esa fiesta elitista, pija e idiota de la Movida Madrileña (y lo dice un madrileño).
Propongo envenenarles a los perroflautas la piel de los bongos y las cuerdas de las guitarras.
Pensadlo.
En dos años seríamos aclamados como héroes.

Mameluco dijo...

Yo no pienso hacer nada activo contra nada ni contra nadie, y menos para ser un héroe... jejeje.
Soy más perro que todo eso.

Al menos la Movida tenía un carácter hedonista que no pretendía salvar a nadie (y no es que me guste a mi demasiado).
Yo prefiero el hedonismo a la revolución. El hedonismo es más personal. En la revolución ha de haber líderes. En el placer, yendo cada uno a su bola se puede conseguir.
A mi los líderes no me gustan. Me fascinan desde un punto de vista bizarro (desde Hitler a Stalin, pasando por Hoxha), pero eso de seguir al superlider no me gusta nada... Prefiero mil Castros a un Che. Castro es un viejo con barbas que dice discursos muy largos y mete en la cárcel a la gente. El Che es un mito que sigue despertando anhelos románticos en la muchachada necesitada de referentes cachipirulis...

 
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