jueves, 3 de abril de 2008


Para la Arándanos...

Si, lo nunca visto. Todos me conocen por mis extravagancias fundamentalistas y por mis visiones distópicas de la vida. Yo soy así, así soy yo. ¿Qué quieren que haga? No he salido de un anuncio de compresas dirigido por Isabel Coixet ni de una película animada infográficamente de Barbie. Pero hoy dire a partir de esta frase solo cosas positivas, porque una amiga mía me ha hecho saber en un comentario a mi post de ayer que solo quiere saber las partes del feliz mundo mameluco, donde todo son cielos flamencos y la música es de laúdes. Bueno, algo negativo queda por decir. No me gustan los ponies, ni los caballos, aunque sea un buen género el Equus, para datar durante el Cenozoico.

Mi nombre es Miguel. Nací en Castro del Río, en la campiña cordobesa, rodeado de olivos y calor en verano. Eso lo pone mi carnet de identidad. En realidad nací en Córdoba, pero bueno, vivo aquí desde los 3 días o por ahí. Mi infancia fue muy feliz. Junto a mi hermana María José y a mis primos Juan y Kico pasábamos unos veranos estupendos. Mi compinche siempre fue mi primo Gaspar. Jugábamos a los coches, a hacer muñecos de Plastilina, a buscar minerales de cuarzo en la arena, al Equipo A, al Gran Heroe Americano y cuando fuimos más mayorcitos a hacer cientos de películas con una Sony Handycam. Fui un niño criado a la luz de los rayos catódicos con rotuladores en las manos, a pesar de ser de pueblo y pudiendo estar gamberreando por las calles. Pero yo era feliz así. Leía todo lo que caía en mis manos y aún tengo todos mis libros de aquella época. Algunos los sigo leyendo todos los años, como es el caso de Los Secuestradores de Burros de Gerald Durrell. Mi mundo actual de felicidad se basa en esos años. Tengo las mismas inquietudes en el fondo de mi cabeza. Sigo siendo el niño curioso y algo repelente que era. No, nunca he tenido gafas. Mi vista es excelente aún hoy. Tengo alguna cana en la cabeza y en la barba, como por aquel entonces. Entonces no tenía barba, pero soñaba con tenerla, porque así sería como un pirata, mis personajes predilectos de la infancia.

Hoy estudiando estaba escuchando la Missa Punge Lingua de Josquin Des Prés interpretada por The Tallis Scholars y he oído desde la calle la flauta de pan de un afilador, y me ha retrotraído a todo esto. Apunté que estaba escuchando y todo, para incluirlo en lo que escribiera hoy y ha venido al pelo.

Yo disfruto de muchas cosas, de cosas sencillísimas, como leer a Pio Baroja (aunque al blogger antes denominado Raccord no le guste como persona –si, me acuerdo de ese comentario que me dejó en el fotolog, es lo que tiene tener memoria-) o un tebeo de Mauro Entrialgo o de Carlos Giménez o escuchar a Hopkinson Smith tocar el laúd. Me gusta mucho ver películas. Disfruto mucho leyendo algunos blogs y disfruto mucho comentando. Me lo paso bien. Con el fotolog tres cuartos de lo mismo.

¿Ven? No hay nada negativo. Puedo escribir sin hiel. Tengo amigos maravillosos en mi pueblo que me aguantan aún no sé porqué (sobre todo el Manolín, la María y el Pedro) y otros muchos fuera, desperdigados por ahí. Sería una tontería nombrarlos a todos porque se me olvidarían mil, del instituto y de la facultad (de esos, de varias promociones, es lo que tiene estar doce años). Tengo al Raef, a la Alicia, al Nono en Granada y al Francis H.P. en Japón. A mis compañeros de piso Miguel y Fran (este es de mi familia directamente). No los llamo nunca a ninguno, pero porque soy un descastado.

Yo siendo positivo. Puedo serlo. Es un esfuerzo. Un ejercicio. Es de noche. Bebo un zumo de arándanos imaginario. Y por mis venas no corre nada de química.

FIN del POSITIVISMO

Pero mañana sonará el despertador y yo de nuevo no querré levantarme de la cama.

No se puede evitar la realidad. Si alguna lección doy al mundo, es esa. Siendo lo que soy, recuerdo que todo es una de cal y una de arena.

¿Cuál es la buena, la cal o la arena?

No sé, sea la que sea, yo siento el sabor a tierra en la boca.

12 comentarios:

Ana Boyero dijo...

o tampoco sé cuál es la buena, la cal o la arena. Creo que eso le pasa a todo el mundo mundial.

Me gusta que hables de tus recuerdos infantiles (no especificare si los recuerdos son infantiles porque son de la niñez o porque simplemente son tuyos :P). Me gusta que te recrees en tiempos en los que fuiste feliz. De todos modos, seguro que dentro de 5 años recordaras estos años con mas cariño y diras: "anda que no echo de menos los dias en que me pasaba el rato con el ordenador, leyendo y comentando blogs".

Gracias por ser "positivista".. un ratín.

:)

Anónimo dijo...

Como diría el infame Manu Chao, me gustas tú.
=)

Anónimo dijo...

Esto es una prueba

Mameluco dijo...

Ahora no me puedo quejar demasiado, Ana, la verdad. Lo que hablaba el otro día era de hace un par de años. Ahora vivo más o menos con desahogo mental(dentro de lo que cabe) gracias a la psiquiatría y a la ciencia farmacológica.
Y no hace falta irse muy lejos en el tiempo para echar de menos los ratos en el ordenador...
Todos los días en la azotea ,estudiando, me digo a mi mismo, anda que no estaría yo bien haciendo el tonto por la internet...

Y Suguseya, tu también me gustas a mi mazo mil...

Y si Arándanos, puedes dejar comentarios desde WordPress directamente...

IZQUIERDO dijo...

Mameluco, rememorando sus hazañas de infancia barbuda, libros eternos y televisores carioca;
eres unico en tu especie, si es que perteneces a alguna especie.

la cal y la arena, lo mismo da uno que otro, el caso es que de los contrarios nace la armonía como diria el Heraclito aquel.

Un abrazo grande

Anónimo dijo...

Aprendí en NY que el zumo de arándonos era bueno para los dolores premenstruales. Y mis amigas en el off season lo mezclaban con vodka… Lo menciono porque no deberías hacer caso –perdona el tuteo- a las arándonos que te dicen que eres negativo. Llevo poco tiempo en el mundano mundo mameluco, pero no me lo parece. Tampoco me parece excesivamente optimista este post –le falta el vodka para serlo.

Mameluco dijo...

¡IZQUIERDO! ¡Usted por aquí! ¡Dichosos los bits! Usted también es único en su especie, de verdad. Un artista de verdad con un sentido del humor envidiable... Jopalines, parecemos unas folclóricas...
¡Que inolvidables desayunos-tertulias que nos hemos marcado! Y eso que era cuando algunos días tenía unas ganas de morirme que ni le cuento...
Adrian Voguel: No es que le haga caso a Arándanos (que yo le hago mucho caso a esta, por que es muy lista) y diga por ella que soy negativo. Es que soy negativo desde siempre. Y ayer escribí en positivo, o sea, sin quejarme, resaltando cosas que me gustan y cosas que me han hecho feliz. No pretendía ser optimista tampoco. Era nostálgico y la nostalgía es la antítesis del optimismo.
Es como cualquier tiempo pasado fue mejor...
Aunque si le digo la verdad no se cumple. En el pasado he estado mucho peor que ahora... hace dos, tres, cuatro años, era una sombra de lo de ahora... y sigo siendo una caricatura de hombre...

Y el vodka se lo echan en sus blogs, que este es abstemio, como el que escribe, Mameluco.
Y como no he cogido nunca un avión, nunca he estado en NY... :)

José Manuel Ubé González dijo...

Yo creo que no he llegado a salir del todo de la infancia (realmente ni lo intento) y gracias a eso sigo teniendo mis momentos felices, entre depres y depres. Es curioso que sus recuerdos coinciden en buena parte con los del señor invisible. Incluso lo del sonido del afilador. Hace mucho que no lo escuchaba. En Teruel desaparecieron pero en Huesca (pese a ser más grande) lo he vuelto a oír. Sonidos y olores son los que más me acercan a la infancia. Siga así, Don Miguel, no se prive. Ah, yo el libro que releo todos los veranos es "La Isla del Tesoro", es como un ritual. La gente invisible es así. Menos mal que no nos ve nadie.

Mameluco dijo...

A mí al ser tan gordo si que se me ve, pero bueno, como salgo de noche, todos los mamelucos son pardos.

Yo hacía que no oía al afilador años, yo que sé cuantos...
nada que ver ¡¡¡ya esta en su ciudad el camión del tapicerooooooo!!!
A ese lo oigo en todos lados...

Anónimo dijo...

Gerald Durrell?!?!?!?!

Estás seguro de que no somos la MISMA PERSONA?

Mameluco dijo...

Sociapatía
¿es usted un gordo de 140 kilos de 31 años que sesea?
Creo que no...

Pero puede que tengamos muchas cosas en común si. Nuestro COSMOS, Gerald Durrell, Jordi Savell... y esas cosas... jejejeje

Anónimo dijo...

No; pero mi hermano pequeño pesa eso y yo a veces ceceo. OUTSTANDING! Vamos a llamar a Iker

 
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