Mameluco´s Blog

Los viernes son los mejores días de la semana si tienes algo que hacer. Cuando se está ocioso no es que sean malos, pero tampoco tan buenos. Hoy he escrito después de mucho tiempo. El resultado no me disgusta, aunque todos han detectado mis referencias. No soy Ana Rosa, pero bueno. Escribir es un proceso delicado, al cual no estoy muy acostumbrado últimamente. Solo fórmulas y contaminantes, leyes ambientales y factores de seguridad. Ahora soy más libre, pero la liberación total no ha llegado. Tampoco la esperaba, ojo, pero la presión sigue ahí. Una leve palpitación en el fondo del cerebro, en el lóbulo de la oreja, que te pincha cuando estás solo. He salido a la calle por la tarde y me he comprado un libro sin pretenderlo. La aventura Equinoccial de Lope de Aguirre de Ramón J. Sénder. Era muy barato y me interesa el tema. Otra cosa es que me lo pueda leer. Este señor, que estaba más loco que yo, se fue a América porque vio en Sevilla como llegaba el reluciente oro de las Indias. El oro para mi son los libros, pero no he podido leer durante meses. El agarrotamiento me tenía atontado. Ahora lo intentaré. Ya en la noche, más de primavera que de invierno, he visto, como es costumbre peli mala. Pero esta vez era más mala de la cuenta, hasta salía Justin Timberlake. No vean una película llamada Ciudad sin Ley (Edison). Aunque tenga nombre de novela de Marcial Lafuente Estefanía era un bodrio sobre policías corruptos, que tras ver Infiltrados el otro día, me ha parecido aún peor. Diálogos escritos por un chimpancé borracho de absenta, acción de baratillo y tonterías como camiones. Que mal. Y mientras escribo esto, en la madrugada, el Orfidal me hace efecto y tengo dudas, vuelvo a tenerlas de nuevo. ¿Hay algún sentido en lo que hago? ¿Por qué el mundo no es más gracioso? ¿Volverá Justin Timberlake a hacer una película? ¿Volveremos a alquilar a tontas y a locas? Para la última pregunta tengo respuesta (SI, por supuesto), pero las otras cuestiones se me escapan.