Lleva ya una semana Mameluco siendo Kafka y empieza a comprenderlo… No se sabe si es recíproco. Mameluco va a la oficina mira archivos antiguos digitalizados y mira miles de datos. Son las lindes de las propiedades. Kafka, agazapado, está aún más asustado que antes, no por la burocracia, sino por el mundo moderno. ¿Por qué esa luz sale de ese cacharro? – se pregunta- desde la células adiposas de Mameluco, que es allí donde se ha instalado en los últimos días. Apenas sale ya de la grasa. ¿Para qué? M. ha demostrado que puede llevar bien la situación incluso reduciendo la medicación. K. no sabe ni lo que es la medicación. Creo que estar en el limbo, a donde van los besos enviados por carta, que el mismo escribiera, le ha borrado los recuerdos. Y la sapiencia. Ahora Franz es un simple espectro morador de segunda clase en un cuerpo de aún peor categoría. No sabe lo que hace allí, y Mameluco rara vez se acuerda de él. Quiere huir, pues incluso muerto, se siente aprisionado. Y es que lo está de veras. Entre la pringue. Yo supongo que cree que se merecía algo mejor. Pero los judíos no creen en el cielo. No ve nada azul. Solo carne, sangre y algo por la tele. Por eso si. Vio House y le gusto una barbaridad. Gregory ha vencido al sistema siendo igual que siempre. ¿Era todo falso? A lo mejor. Yo prefiero pensar que si. House no necesita disculparse. Ojalá Mameluco pensase lo mismo.
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