El hijo pródigo
La verdad es que ni sé ni como empezar después de esta larga ausencia. Decirles primero, y empezando con los tragos amargos, que hoy me han suspendido el práctico del coche (por primera vez), cosa que no me preocupa lo más mínimo, pues bien es verdad que estoy más verde en esto del manejo de carros que los mocos de un chiquillo resfriao. Bueno, he ahí una de las causas de mi ausencia. He estado de prácticas todo Julio y lo que llevamos de Septiembre. Agosto ha sido para el relax personal y para el trabajo. Como bien saben, queridos, escogidos y poco numerosos lectores, el amor a las labores propios de un oficio no me son demasiado gratas, pero he de confesarles que se trabaja muy bien en casa, y más si es en el campo, como me he tirado más de dos meses enclaustrado. Entre informe e informe, películas, lecturas y chapuzones, lo que no quita que como dice el dicho haya trabajado más que un negro (recogiendo algodón en Dixieland). El otro inconveniente es que en mi terruño carezco de conexión a la red, y por lo tanto, el feedback entre ustedes y yo queda suspendido en el aire o en los cables, o quien sabe donde. No sé si sabían que hay algunos animales que estivan, al igual que hay otros que hibernan (creo que ya lo comenté un día por aquí), pues yo he hecho lo mismo con Internet. Hemos descansado el uno del otro. Y cuando vuelvo estoy tímido, desusado, desganado. Tendré que adaptarme poco a poco a esto de comentar y estar pendiente de todo y de todos. Pero es que vengo de un paraíso en
Ya ha regresado el hijo pródigo, pero no me vistan de púrpura ni maten cabritos. Solo pido, que aún habiendo faltado a mis sagrados deberes blogísticos, me excusen y me lean, como si nada hubiera pasado. Ahora que lo pienso, nada ha pasado, pues nada he hecho, y si no he hecho nada no merezco demasiado castigo, je je je…
Ya aquí, otra vez. Mameluco a su servicio.
16 comentarios:
Bienvenido y bienhallado, amigo Mameluco. Ya te estaba echando de menos, pero que mucho. Sin noticias tuyas todo el verano. No me puedo quejar mucho, porque yo he hecho lo mismo, mejor dicho, no he hecho nada en comunicaciones, Sin camiseta no, porque lo mío ha sido un pareo; con los pelos revueltos, casi, porque ya sabes que luzco pelo corto de mujer añosa; descalza, no, porque hay bichos malignos, que a Fernando le picó un alacrán y no veas... En fin, un verano más o menos como el tuyo. Nos veremos, supongo.
Lo del práctico es lo normal y me alegra que no te preocupe, pues no hay motivos para ello.
Un abrazo muy fuerte.
Pues para no haber hecho nada ¡qué bien que lo has contado! El verano en general es para eso, para descansar, tumbarse a la bartola y poco más. Si es en un sitio sin adelantos tecnológicos mejor. Así que no te reñimos ni nada, pero sí te echábamos de menos.
Lo del examen, ni preocuparse, yo soy una magnífica conductora y también me suspendieron a la primera (todo hay que decir que el examinador era... bueno, voy a dejarlo). Biquiños
Si nos veremos, Fuensanta pues a principios de octubre voy unos días a Murcia, y sin duda te avisaré. Menos mal que en mi campo no hay alacranes. Me dan miedo.
Otro abrazo para vos.
PMM, yo me he acordado de ustedes también, pero el aislamiento y los ratos de dolce fer niente son más poderosos que las nostalgias, y más sabiendo que estos días de reencuentro llegarían.
Yo me temo que nunca seré un magnífico conductor, pero es que mi psicomotricidad es de papión o de babuino, a ese nivel de primatismo.
Pero bueno, ya se andará el camino...
A sus pies.
Verte aquí de nuevo es una de las pocas alegrías que estoy teniendo últimamente. Cada vez veo menos razones para conectarse a Internet, pero tú eres una de ellas. Qué melancolía de comentario, me vuelvo con Jane Austen. Un abrazo y, of course, tu merecido beso de putón.
Querida Anita de mis entretelas, eso de que mi vuelta sea de las pocas alegrías está fatal.
Hay que alegrarse, aunque lo esté diciendo el tristón más sosainas de toda la blogosfera, jejeje...
Y tu, por supuesto, eres otra de las razonas (aparte de mi egocentrismo) para seguir por aquí.
Ya hablaremos, Becaria , ya hablaremos...
Un beso casto.
Nuevo sustantivo: Razonas, hahaha. La unión entre razón y persona te viene al pelo, ¿keno?
Don Miguel: Veo que ha aprovechado su verano. Y no se preocupe por el práctico (el menda también suspendió el primero). Todo llegará. Me ha recordado mis veranos de la infancia, en los que también estaba en el campo, aislado de todo (y todos) durante casi tres meses. Allí leía, jugaba y reía (casi siempre sólo, eso sin duda marca mi carácter de farero in pectore). Feliz regreso y que no se diga: ¡A currar, leñe!
A mi me gustaría también ser farero de una de esas costas rocosas y con cielo gris, querido Hombre Invisible. Deberíamos hace un grupo en el Facebook de quiero ser farero,
Ahora ya es la hora de estudiar.
Currar es mejor...
No sabe las ganas que tenía de
que volviera de su exilio. Ya no trabajo, ya (casi) no estudio, ya estoy para usted. Y ya tengo unas ganas feroces de quedarme con usted hasta las tantas compartiendo miserias e ilusiones. Participo en la alegría de Ana.
Además, hace unas cuantas horas he vuelto a troncharme el tobillo, así que los dos estamos de vuelta :)
Cuando quiera, en el gtalk, buen amigo
Ya el que trabaja, estudia y se saca el carnet de conducir soy yo, querido Raccord (su antiguo nombre de guerra vuelve a la palestra), pero si, alguna charla echaremos. Yo estaré ausente las noches de viernes y sábado, que estoy en Granada, pero habrá tiempo para todo.
Deseoso de tener noticias suyas pronto, su hermano en el Anarquismo Burgués.
Parece que con los primeros frescos de un otoño impaciente, los post, en oleada, de Clares (con los alfileres entomológicos de Supersalvajuan que clavan cualquier cosa que se mueva) y, ahora, la-voz-que-clama-en-el-desierto (Mamelico's blog) la vida se pone en marcha. Pero no es así. Al contrario, la vida se reduce al mínimo. Ya sé, ya sé, esta distinción es disparatada. Lo que pasa es que me jode que llamemos a esto "normalidad" y no a lo otro. El padre del hijo pródigo estará muy contento, pero el hijo y la cabra degollada, no tanto. Uniendo las dos parábolas que aparecen juntas en las Escrituras yo diría "La vuelta del hijo pródigo al redil".
Totalmente de acuerdo, estimado Mobesse. Esto no es vida. Estudiar oposiciones, sacarse el carnet y esas zarandajas son cosas de las que prescindiría (al no ser biológicamente ni vitalmente deseables) si fuera heredero o no fuera tan cobarde, pero incluso el hijo pródigo ve que la vuelta es a un redil, que está bien ver a las ovejas amigas, pero que era mejor cuando era el pastor de su solitario destino campestre...
Pero a estas alturas usted y yo sabemos que esta vida no es vida, aún siendo asquerosamente cierto y agobiante que es la única de la que disponemos.
Pero bueno, aquí Mameluco, la voz que clama en el desierto seguirá balando como un pródigo becerro dorado made in China.
Albricias! =D
Me he muerto de la envidia al imaginarme su bucólico verano... suerte que he resucitado al pensar en que ahore le podía volver a leer, o sea que en paz...
Y a todo el mundo normalmente constituído le han suspendido alguna vez el carnet de conducir, no?
Muchos besos otoñales!!!
SUGUS
Estimadísima Sugus Ita, en verdad mi estío de locus amoenus ha sido bueno. No sé si compensarán mis burdas letras, jajaja.
Yo como no estoy normalmente constituido y me tienen que meter en el Seat Ibiza con calzador no sé a la de cuantas aprobaré...
Un abrazo grande.
Muy buenas noches querido amigo internauta....me alegra saber de usted....todo un placer...como siempre....espero ansioso la llegada del sabado para dedicarme al noble arte del desayuno....sinceramente le repito que me alegra saber de usted.....
Un saludo
A mi también me alegra saber de usted, querido Collecter.
Lo envidiaré todos los sábados cuando yo esté en la academia de oposiciones de 9 a 3, y usted vaya por su cuarto desayuno.
Un abrazo.
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